2022
¿Es la revelación profética también personal para mí?
Mayo de 2022


Cómo aplicar el Antiguo Testamento a tu vida

¿Es la revelación profética también personal para mí?

La revelación profética que recibe la Iglesia es aplicable a todos, mientras que la revelación personal nos ayuda a saber cómo aplicar esas enseñanzas.

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mujer joven viendo la conferencia general

Fotografía por Tiffany Myloan Tong

Podemos aprender mucho acerca de la revelación profética y la revelación personal debido a Moisés. Cuando Israel acudió a Moisés en busca de ayuda, murmurando que solo tenían maná para comer, Moisés clamó al Señor, diciendo: “No puedo yo solo llevar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía” (Números 11:14).

En respuesta, el Señor llamó a setenta élderes de Israel para que ayudaran a llevar esa carga, diciendo a Moisés: “… [T]omaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo” (Números 11:17).

Sin embargo, Moisés deseaba algo más; él deseaba que “todos los del pueblo de Jehová fuesen profetas, que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos” (Números 11:29). En otras palabras, Moisés deseaba que el pueblo fuera digno de recibir el Espíritu Santo para que los guiara.

Hoy en día, nuestros líderes nos animan con frecuencia a buscar revelación personal, además de lo que aprendemos de los profetas. El presidente Russell M. Nelson enseñó: “… [E]n los días futuros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo”1. Debemos saber cómo seguir el consejo del profeta al mismo tiempo que buscamos consejo para nuestra propia vida.

¿Quién puede recibir revelación profética?

Algunos miembros de la Iglesia tienen dificultades para distinguir entre la revelación profética y la revelación personal, pero el Señor ha dejado muy claro quién tiene permiso de recibir revelación para toda la Iglesia y quién no, como se ilustra en Números 12.

Aarón y María empezaron a poner en duda la función de Moisés como profeta, diciendo: “… ¿Solamente por medio de Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por medio de nosotros?” (Números 12:2).

El Señor respondió:

“… [M]i siervo Moisés […] es fiel en toda mi casa.

“Cara a cara hablaré con él” (Números 12:7–8).

El Señor aclaró este principio muchos años más tarde en Doctrina y Convenios 28, cuando enseñó que solo aquel que ha sido llamado como profeta puede recibir revelación para toda la Iglesia: “Pero he aquí, de cierto, de cierto te digo, que nadie será nombrado para recibir mandamientos y revelaciones en esta iglesia sino mi siervo José Smith, hijo, porque los recibe así como Moisés” (versículo 2).

¿De qué manera trabajan en conjunto la revelación profética y la revelación personal?

Entonces, ¿qué función desempeña la revelación personal en todo esto? El presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia, explicó:

“… Esta línea personal de comunicación con nuestro Padre Celestial mediante Su Santo Espíritu es la fuente de nuestro testimonio de la verdad, de nuestro conocimiento y de nuestra guía personal de un amoroso Padre Celestial.

“… [E]n su plenitud, la línea personal no funciona de forma independiente”2.

La revelación profética que recibe la Iglesia es aplicable a todos, mientras que la revelación personal nos ayuda a saber cómo aplicar esas enseñanzas en nuestra vida. La revelación personal del Señor puede confirmar lo que el profeta enseña; no contradecirá la revelación que Él da a Sus profetas.

Estos son algunos ejemplos de consejos proféticos que invitan a la revelación personal:

  • Los cambios hechos en el programa de orientación familiar y de maestras visitantes: Nuestros profetas y apóstoles nos han aconsejado en cuanto al propósito final de la ministración, que se instituyó en lugar de la orientación familiar y las maestras visitantes en 2018, pero el formato deja lugar para que los miembros decidan la mejor manera de ministrar a cada persona y familia en particular.

  • Estudio de Ven, sígueme: Presentado a toda la Iglesia por la Primera Presidencia en 2018, el manual nos da una reseña y una guía de estudio sugerida, pero cada persona y familia determinan cómo organizar su estudio para que se ajuste a sus necesidades específicas.

La revelación es un don y, al buscar revelación personal, podemos aprender a aplicar el consejo profético en nuestra vida.

Aprender de qué manera se comunica el Espíritu con nosotros

La revelación moderna es hermosa. Su existencia indica que el Padre Celestial desea comunicarse con nosotros y nos ha proporcionado varias maneras de recibir revelación de Él, pero hace falta práctica para aprender de qué manera nos habla el Espíritu y lo que el Padre Celestial desea revelarnos.

Lo mejor que podemos hacer, como dijo el presidente Nelson, es pedir y estar dispuestos a recibir: “… ¿De qué sabiduría carecen? ¿Qué necesidad sienten que les es urgente saber o comprender? […]. [E]ncuentren un lugar tranquilo a donde puedan ir con regularidad; humíllense ante Dios; derramen su corazón a su Padre Celestial; acudan a Él para recibir respuestas y consuelo”3.

El Señor realmente desea hablarnos, tanto de manera personal a nuestra mente y corazón como a toda la Iglesia por medio de Su profeta. Al procurar la bendición de la revelación personal, seremos guiados a lo largo de nuestra vida.

En una entrevista con las revistas de la Iglesia, algunos miembros expresan cómo el seguir al profeta ha bendecido su vida y ha traído paz en tiempos tumultuosos.

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