Escrito por ti
Conocer al profeta
Hace unos años, el presidente Nelson vino a mi tierra natal de Puerto Rico. Fue una gran bendición porque siempre había querido verlo y tener la oportunidad de conocerlo cara a cara. Mi madre dijo que sería difícil porque habría muchas personas en la reunión. Aun así, tenía fe y oré mucho para poder conocerlo.
Durante su discurso, le escribí una pequeña carta. Tenía la esperanza y la fe de que podría entregarle mi carta. Cuando terminaron los discursos, intenté acercarme. El profeta vio a mi hermano pequeño y se acercó a él con una gran sonrisa. ¡Después me estrechó la mano! Me dijo: “Tú serás un gran misionero”. Siempre recordaré sus palabras.