Una oración en la tormenta
¡BUM! Los truenos resonaron fuera y Alexis se escondió debajo de la cobija, pero los truenos no paraban. Alexis estaba temblando y se levantó para buscar a su padre.
“Papá”, dijo, “tengo miedo”.
Su papá le dio un abrazo. “Lo siento”, dijo, “sé que las tormentas pueden dar mucho miedo, pero estamos a salvo dentro de casa”.
Alexis pensó en ello. “Ahora mismo no me siento segura, ¿podríamos orar juntos?”.
“Es una gran idea”.
Alexis y su papá se arrodillaron. El papá la tomó de la mano mientras oraba.
“Querido Padre Celestial, por favor, ayuda a Alexis a sentirse a salvo de la tormenta”.
Alexis se aferró con fuerza a la mano de su papá y sintió paz en el corazón. Ya no tenía miedo.
“Me siento mejor,” dijo Alexis.
“Genial”, dijo su padre, “y ahora tienes que volver a la cama”.
Alexis se metió en la cama, su papá la arropó y la besó en la frente.
“Te quiero, papá”, dijo, “gracias por orar conmigo”.
El papá sonrió. “De nada, yo también te quiero”.