2022
Tom y la gripe terrible
Mayo de 2022


Pioneros en toda tierra

Tom y la gripe terrible

Tom sabía que Dios los ayudaría.

boy helping sick dad drink

“Aquí tienes, Tamā (papá)”, dijo Tom con dulzura. El padre de Tom se sentó lentamente sobre su esterilla para dormir y Tom lo ayudó a beber un poco de jugo de coco fresco.

El Tamā y el resto de la familia de Tom habían estado enfermos varios días, así como casi todas las personas de la aldea, porque había llegado una pandemia a la isla: la gripe española.

Tom salió de la casa, él era una de las pocas personas que estaba lo suficientemente bien como para cuidar de los demás y muchas familias necesitaban ayuda.

Me hace falta más jugo de coco, pensó Tom, así que trepó a un cocotero muy alto. Cuando llegó a la copa del cocotero, tomó algunos cocos y los tiró al suelo.

boy climbing up coconut tree

Mientras descendía, Tom pensaba en las personas de su aldea; le daba miedo ver a tanta gente enferma.

Un año antes, Ailama, el hermano pequeño de Tom, enfermó. Eso también los asustó mucho, así que Tom y su familia oraron para que mejorara.

Luego, el Tamā tuvo un sueño especial, en el cual se le mostraba de qué manera ayudar a Ailama a ponerse mejor: tenía que golpear la corteza de un árbol wiliwili para obtener el jugo. Tom ayudó a su Tamā a cuidar de Ailama y le dieron jugo del árbol, ¡y Ailama mejoró!

Tom sabía que Dios los ayudó en aquel momento y sabía también que Dios los ayudaría ahora.

Tom abrió los cocos y el olor dulce del jugo de coco lo hizo sentirse un poco mejor. Caminó hasta la siguiente casa de la aldea para compartir un poco de jugo con los vecinos y luego fue a la casa siguiente, y a la siguiente.

Pasaron varias semanas y, todos los días, Tom se esforzaba mucho por cuidar de todos. Atrapó gallinas para hacer sopa caliente para compartirla y llevaba cubos de agua del manantial para que bebieran las personas.

Algunas personas de la aldea murieron y su Tamā también murió, lo cual fue muy difícil para Tom. Toda la aldea estaba triste, pero durante todo aquello, Tom recordó que Dios lo amaba y que lo ayudaría.

Tom no dejó de ayudar a las personas y, después de un tiempo, ¡las personas comenzaron a mejorar!

Con el tiempo, la pandemia de la gripe terminó y las personas dejaron de enfermar. Tom y Ailama pudieron incluso volver a la escuela. Tom siempre echó de menos al Tamā, pero sabía que algún día volvería a ver a su papá y que el Padre Celestial siempre estaría dispuesto a ayudarlo.

Samoa es un grupo de islas en el océano Pacífico.

En la actualidad, hay un templo en Samoa.

La casa tradicional de Samoa, que se llama fale, no tiene paredes.

La pandemia de la gripe española llegó a Samoa en 1918.

Tom tenía doce años cuando comenzó la pandemia.

Un grupo de Santos de los Últimos Días construyó la aldea de Tom, Sauniatu.

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Ilustraciones por Corey Egbert