“Trabajar juntos”, El Amigo, octubre de 2024, págs. 2–3.
De la Primera Presidencia
Trabajar juntos
Adaptado de “Entrelazados nuestros corazones en uno”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 68–71.
Todos somos diferentes, pero los profetas del Señor siempre nos han pedido que tengamos unidad. Cuando hay unidad, las personas se aman unas a otras y trabajan juntas.
Una manera de estar unidos es orar juntos. Una vez me arrodillé a la hora de irme a dormir con una familia a la que estaba visitando. El niño más pequeño ofreció la oración y pidió por cada miembro de la familia, mencionándolos por su nombre.
Otra manera de edificar la unidad es ser pacificadores. Un pacificador ayuda a las personas a darse cuenta de las cosas que tienen en común. Incluso nuestras diferencias pueden ayudarnos a aprender y crecer.
Si estamos unidos y seguimos juntos al Salvador, podemos llegar a ser lo que el Padre Celestial desea que seamos.
Rompecabezas de Jesucristo
¡El presidente Eyring enseñó que, si estamos unidos, podemos hacer más! Recorta por las líneas punteadas y reparte las piezas entre los miembros de tu familia. Luego trabajen en equipo para hacer coincidir los colores y juntar las piezas.