“Una misión importante”, El Amigo, octubre de 2024, págs. 36–37.
Una misión importante
¡La historia familiar era como jugar un videojuego con una misión muy importante!
Esta historia sucedió en México.
A Javi le gustaba aprender a hacer cosas nuevas como a jugar béisbol, tocar la guitarra y jugar videojuegos nuevos. Así que cuando su papá le preguntó si quería aprender algo nuevo, Javi estaba listo.
Javi vio a su papá abrir la computadora portátil y entrar a un sitio llamado “FamilySearch”.
“Te voy a enseñar a encontrar los nombres de nuestros antepasados”, dijo su papá. “Muchos de ellos vivieron hace mucho tiempo y no tenían el Evangelio. Cuando encontramos sus nombres, podemos ir al templo para bautizarnos por ellos. Entonces tendrán la oportunidad de aceptar el Evangelio”.
Javi recordó lo bien que se sintió cuando fue bautizado. Si podía ayudar a sus antepasados a sentir lo mismo, ¡quería aprender cómo hacerlo!
Javi observó a su papá mientras le mostraba lo que tenía que hacer. Luego, el papá le pasó la computadora portátil. “¡Te toca!”.
Javi sonrió, practicó cómo navegar por el sitio y leer los nombres y las fechas. ¡Era su familia!
Durante las noches siguientes, la mamá y el papá ayudaron a Javi a aprender más sobre cómo hacer la obra de historia familiar. Su hermana mayor, Lily, también comenzó a aprender. ¡Era como jugar un videojuego con una misión muy importante!
Un domingo, el obispo anunció que la estaca iba a llevar a cabo un desafío especial. Los miembros de la estaca tendrían sesenta días para encontrar tantos nombres como pudieran para enviarlos al templo. La meta era un total de 5000 nombres. Al final de los sesenta días habría una gran fiesta para celebrarlo y también habría premios para las personas que hubieran encontrado más nombres.
“Quiero ayudar”, dijo Javi cuando llegaron a casa de la iglesia.
“¡Yo también!”, dijo Lily.
“¿Qué les parece si comienzan ahora?”, dijo el papá. “Vean cuántos nombres pueden encontrar antes de la cena”.
Javi y Lily corrieron hacia la sala de estar. Lily abrió FamilySearch en su teléfono y Javi trabajó en la computadora portátil de su papá. Pronto encontró un registro del hermano de su bisabuelo, que también mencionaba a tres niños que no habían sido bautizados. Javi gritó de alegría. ¡Había encontrado tres nombres para enviar al templo!
Durante sesenta días, Javi dedicó la mayor parte de su tiempo libre a hacer historia familiar. Buscaba nombres casi todas las noches después de la escuela, y los domingos toda la familia trabajaba junta.
Al final de los sesenta días, Javi y su familia fueron al centro de reuniones para asistir a la fiesta. Había tacos, música y mucha gente. ¡Era divertido!
Finalmente, el presidente de estaca se puso de pie.
“Estoy muy orgulloso de todos ustedes”, les dijo. “¡Nuestra estaca encontró 10 000 nombres para enviar el templo!”.
Todos aplaudieron y los ojos de Javi se abrieron mucho: ¡eso era el doble de la meta!
Luego, el presidente de estaca anunció a los ganadores. La ganadora adulta era una mujer que Javi no conocía, ¡pero la ganadora de los jóvenes fue Lily!
“Ahora los niños. Alguien envió 216 nombres”, dijo el presidente de estaca. La multitud aplaudió tan fuerte que Javi no pudo escuchar lo que el presidente de estaca dijo a continuación.
El padre de Javi lo tocó. “Javi, dijo tu nombre”.
Javi apenas podía creerlo. ¿Realmente había enviado 216 nombres?
Javi caminó hacia el frente y sonrió cuando el presidente de estaca le estrechó la mano y le entregó un certificado con su nombre.
“¿Cómo se siente al ganar?”, le preguntó el presidente de estaca.
“Muy bien”, dijo Javi.
Se sintió muy bien al ganar. ¡Y se sintió muy bien al haber aprendido una manera de ayudar a muchas personas!