“La fiesta de Ryan”, El Amigo, octubre de 2024, págs. 4–5.
La fiesta de Ryan
“¿Por qué invitas a Chad?”, preguntó Braden.
Esta historia ocurrió en EE. UU.
Ryan cerró el último sobre y sonrió. Ya casi era su cumpleaños, ¡y no podía esperar para invitar a sus amigos a su fiesta! Su mamá lo había ayudado a hacer invitaciones con cohetes espaciales y estrellas; estaba seguro de que sería el mejor cumpleaños de todos.
Chad fue el primer amigo al que Ryan quiso invitar; era muy bueno y siempre se divertía con él. A veces a Chad le costaba hablar y no era muy bueno en los deportes, pero a Ryan no le importaba porque Chad era bueno en otras cosas. Le gustaba hacer pequeños animales de origami doblando papeles y una vez le hizo un osito a Ryan, quien lo guardaba en la cómoda de su habitación.
Ryan caminó hasta la casa de Chad y le dio una invitación. “Es para mi fiesta de cumpleaños el sábado. ¡Espero que puedas venir!”, dijo.
Chad sonrió de oreja a oreja. “Gracias, e-estaré allí”.
Antes de que Ryan se fuera, Chad le mostró su nuevo origami. Tenía ciervos, ardillas rayadas, ardillas y búhos, todo un bosque de diminutos animales de papel. ¡Era genial!
Luego, Ryan se encontró con Ty y Braden en la casa de Ty, y les dio una invitación a cada uno.
“¿Quién más irá?”, preguntó Ty.
“He invitado a Alex, Matt, Jacob y Chad”.
“Uf”, dijo Braden. “¿Por qué invitaste a Chad? Él es raro”.
Ryan se quedó paralizado. “Porque es mi amigo”.
“Bueno, pero no es nuestro amigo”, dijo Ty. “Si Chad va, yo no iré”.
“Yo tampoco”, dijo Braden.
Ryan caminó de regreso a casa sin saber qué hacer. Quería que Ty y Braden fueran a su fiesta, pero también quería que fuera Chad.
Cuando llegó a casa le contó a su mamá lo ocurrido.
“Lamento que se sientan así”, dijo la mamá. “Parece que no se han dado la oportunidad de conocer a Chad. ¿Qué crees que deberías hacer?”.
Ryan se quedó callado por un minuto. Su mamá y su papá le habían enseñado que cuando necesitara ayuda, el Espíritu Santo podía guiarlo. Dijeron que era como una voz apacible que se podía sentir en el corazón.
Ryan hizo una oración en silencio: Padre Celestial, ¿qué debo hacer?
Cuando pensó en Ty y Braden se sintió nervioso y un poco triste, pero cuando pensó en invitar a Chad se sintió tranquilo y feliz. Sabía que el Espíritu Santo le estaba diciendo que invitar a Chad era una buena decisión.
El sábado, Ryan ayudó a su papá a preparar juegos para jugar en el patio. La mamá colocó los refrigerios favoritos de Ryan: palomitas de maíz y rosquillas. Uno por uno, los amigos de Ryan fueron llegando.
Ty y Braden no fueron, pero Ryan se divirtió mucho con sus otros amigos. Chad incluso les enseñó a hacer origami. Todos se fueron a casa con sus propios animalitos de papel.
¡Realmente fue el mejor cumpleaños de todos! Ryan se sintió feliz y agradecido.
Ryan chocó los cinco con Chad. “Gracias por venir, me alegra que seamos amigos”, dijo.
Chad le devolvió la sonrisa. “A mí también”.