2021
Conversaciones esenciales
Mayo de 2021


“Conversaciones esenciales”, Para la Fortaleza de la Juventud, agosto de 2021.

Sesión del domingo por la mañana

Conversaciones esenciales

Extractos

una joven rodeando con el brazo a otra joven

No podemos esperar que la conversión sea algo que simplemente les suceda a nuestros hijos. La conversión accidental no es un principio del evangelio de Jesucristo. No llegaremos a ser como el Salvador por azar. Amar, enseñar y testificar en forma deliberada pueden ayudar a los niños a sentir la influencia del Espíritu Santo a una edad temprana. El Espíritu Santo es esencial para el testimonio de nuestros hijos y su conversión a Jesucristo […].

Consideren el valor de las conversaciones en familia sobre el evangelio de Jesucristo, conversaciones esenciales, que pueden invitar al Espíritu. Cuando tenemos conversaciones de este tipo con nuestros hijos, los ayudamos a poner los cimientos, “un fundamento seguro, un fundamento sobre el cual, si [ellos] edifican, no caerán” [Helamán 5:12] […].

Esas conversaciones fundamentales pueden llevar a los niños:

  • A entender la doctrina del arrepentimiento.

  • A tener fe en Cristo, el Hijo del Dios viviente.

  • A elegir el bautismo y el don del Espíritu Santo cuando cumplan ocho años.

  • Y a orar y “a andar rectamente delante del Señor” [Doctrina y Convenios 68:28] […].

A medida que los niños aprendan y progresen, verán desafiadas sus creencias; pero como estarán preparados adecuadamente, podrán crecer en fe, valentía y confianza, aun en medio de una fuerte oposición.

Alma nos enseñó que debíamos “preparar la mente de [los] hijos” [Alma 39:16]. Estamos preparando a la nueva generación para que sean los futuros defensores de la fe, para que entiendan “que so[n] libres para obrar por [ellos] mismos, para escoger la vía de la muerte interminable, o la vía de la vida eterna” [2 Nefi 10:23]. Los niños merecen comprender esta gran verdad: la eternidad es algo con lo que no deben equivocarse.

Ruego que nuestras conversaciones esenciales, pero sencillas, con nuestros hijos los ayuden a “go[zar] de las palabras de vida eterna” ahora, para que puedan gozar de “la vida eterna en el mundo venidero, sí, gloria inmortal” [Moisés 6:59; cursiva agregada].