“Lugar en el mesón”, Para la Fortaleza de la Juventud, mayo de 2021.
Sesión del sábado por la mañana
Lugar en el mesón
Extractos
En esta época de Pascua de Resurrección, Jesucristo nos invita a llegar a ser, como Él, un buen samaritano; a hacer de Su mesón (Su Iglesia) un refugio para todos contra los golpes y las tormentas de la vida […].
Al entrar al mesón con el Buen Samaritano, aprendemos cinco cosas sobre Jesucristo y sobre nosotros mismos.
Primero, llegamos al mesón tal y como somos, con las flaquezas y las imperfecciones que todos tenemos; no obstante, todos tenemos una contribución que es necesaria. A menudo encontramos juntos nuestro trayecto hacia Dios […].
Segundo, Él nos suplica que hagamos de Su mesón un lugar de gracia y espacio, donde cada persona se pueda reunir y haya lugar para todos. Como discípulos de Jesucristo, todos somos iguales, no hay grupos de segunda clase […].
Tercero, en Su mesón aprendemos que la perfección está en Jesucristo, no en el perfeccionismo del mundo […]. Él nos invita a cada uno a ser un buen samaritano, a juzgar menos y a perdonarnos más a nosotros mismos, así como a los demás […].
Cuarto […], Él nos lleva a Su mesón y también a Su casa, el santo templo […], donde […] el Buen Samaritano puede limpiarnos y vestirnos, prepararnos para regresar a la presencia de Dios y unirnos eternamente a la familia de Dios […].
Por último, en quinto lugar, nos regocijamos porque Dios ama a Sus hijos, con nuestros orígenes y circunstancias diversas, en cada nación, tribu y lengua, y hay lugar para todos en Su mesón […].
Nuestro Buen Samaritano promete regresar. Los milagros acontecen cuando nos cuidamos los unos a los otros como Él lo haría.