“Fijar límites a las relaciones interpersonales”, Para la Fortaleza de la Juventud, agosto de 2022.
Ayuda para la vida
Fijar límites a las relaciones interpersonales
Incluso las mejores amistades necesitan límites bien definidos.
Los límites están en todas partes, ¡y por un buen motivo! Piénsalo: los deportes a menudo tienen líneas para delimitar un campo o una cancha. Si actúas en una obra de teatro, sabes por dónde entrar o salir del escenario. En la escuela, hay límites establecidos de lo que puedes y lo que no puedes usar como recurso durante un examen. Imagina qué sucedería si no tuviéramos límites claros. ¡Eso crearía muchos problemas!
Del mismo modo, las relaciones son más saludables con límites que nos ayudan a definir con qué nos sentimos cómodos al interactuar con los demás. Establecer límites permite a los demás saber cómo esperamos que se nos trate y nos ayuda a obedecer mejor la enseñanza del Salvador de “[amar] a tu prójimo” (Mateo 22:39).
Límites y respeto por uno mismo
Cuando establecemos límites, demostramos respeto por nosotros mismos y por nuestro bienestar. Durante Su ministerio terrenal, Jesucristo enseñó y dio el ejemplo de cómo cuidar de nosotros mismos al establecer límites. En ocasiones, Él se separó de las demás personas para meditar y orar: “Y después de haber despedido a la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo” (Mateo 14:23). Ese tiempo a solas lo ayudó a servir mejor a los demás.
Establecer límites y crear confianza
Cuando las personas comprenden y respetan los límites de cada una, pueden confiar la una en la otra. En las relaciones, la confianza se parece un poco a una cuenta bancaria donde los “depósitos” agregan confianza y los “retiros” la quitan. A continuación, se presentan algunas cosas para tener en cuenta al crear una cuenta de confianza con alguien:
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Tú eres el dueño de la cuenta. Tú decides qué conductas son “depósitos” (como el respeto y la honradez) o “retiros” (como la falta de honradez, el guardar secretos o encubrir errores).
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Confía cuando estés listo. No sientas presión para confiar en alguien. Se requiere tiempo para edificar y nutrir la confianza.
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Define los límites con claridad. Haz saber a los demás qué conductas incrementan o retiran tu confianza.
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La cercanía de tus relaciones depende de ti. Tú decides cuán cercano ser con alguien de acuerdo con tu nivel de confianza en la persona1. Las relaciones pueden crecer cuando ves que las personas están dispuestas a edificar, o reedificar la confianza contigo.
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Escucha las impresiones del Espíritu Santo. El Espíritu puede guiarte en cuanto a cómo tratar mejor cada situación, cuando buscas revelación y actúas de acuerdo con las impresiones que recibes en tu mente y corazón.
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Sé directo y firme. Tal vez te preocupe que puedas herir los sentimientos de alguien, pero es importante ser directo y firme con tus límites. No digas que sí a algo que te incomoda. Podrías ofrecer una alternativa que sea más saludable y equilibrada para ti, pero en ocasiones la respuesta adecuada es No.
Respeto hacia los límites de los demás
Así como los demás deben respetar tus límites, tú debes respetar los de ellos. Sé respetuoso cuando alguien diga que no. Ten en cuenta el tiempo y el esfuerzo que pides a los demás, y no presiones a alguien para que te dé explicaciones sobre sus límites. No es necesario que conozcas todos los motivos de sus límites; simplemente necesitas ser respetuoso.
Cuando no se respetan los límites
Lamentablemente, algunas personas pueden optar por ignorar los límites y tratar abusivamente a quienes los rodean. El abuso es la violación más grave de los límites. Si eres víctima de abuso o maltrato, tu seguridad es lo más importante que debes considerar. No se espera que nadie soporte un comportamiento abusivo. Puedes decirle lo que está pasando a un adulto en quien confíes, alguien que pueda acercarte a recursos de ayuda y que te apoye para desarrollar un plan de seguridad para mantenerte a salvo de más abusos o maltratos. Hay situaciones en las que tal vez solo debas marcharte2. Ora a fin de recibir valor para hacer lo necesario para mantenerte a salvo.
Avanzar con los límites
Es posible que el establecer límites no resuelva todos los problemas en las relaciones, pero puede ayudarte a fortalecer tu autoestima, confianza y salud emocional, y puede ayudarte a interactuar de manera respetuosa y segura con los demás. Prueba establecer límites sanos hoy mismo para ver qué diferencia representa eso para ti.