Dones del Evangelio en Guam

Por Jessica Brousseau

Revistas de la Iglesia

En una isla del mar, Franchesca encuentra amistad y consuelo por medio del Evangelio.

Fotografías por Cody Bell

Con sus playas, aguas tranquilas y cuevas antiguas, la isla de Guam suena como un lugar para unas vacaciones de ensueño, ¡pero se trata de un día normal en la vida de Franchesca N. de quince años! A ella le encantan las hermosas playas. “Es divertido salir y explorar la naturaleza”.

Ella nació y se crio en Guam, y le encanta hacer cosas al aire libre. “Soy una persona a la que le gusta estar al aire libre, en realidad no me gusta estar entre cuatro paredes”, dice. A ella le encanta remar en tabla en el mar, practicar esnórquel y hacer senderismo con sus padres y dos hermanas. A ellos les encanta hacer caminatas a un lugar con cuevas antiguas.

“Estoy muy unida a mis hermanas. Ellas son mis mejores amigas”, dice. Su hermana mayor asiste a la escuela en Hawái. “Las redes sociales son de gran ayuda para comunicarnos”, explica Franchesca. A ella le gusta mantenerse cerca y conectada.

Un ejemplo para los demás

Franchesca es estudiante de segundo año en una escuela católica solo para niñas, donde es la única miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ser la única miembro de la Iglesia en su escuela fue un poco intimidante al principio, pero ella está acostumbrada a que la vean de manera diferente. Además, otras personas a su alrededor piensan que es genial que ella forme parte de una religión diferente.

Por ejemplo, un día, sus amigas estaban tomando café durante el almuerzo y Franchesca pudo explicarles la Palabra de Sabiduría.

Franchesca también decide no decir malas palabras a pesar de que otras personas de la escuela sí lo hacen. Ella dice: “Me sentí tentada muchas veces antes, pero algo que me mantiene fuerte es mi relación personal con el Padre Celestial por medio de la oración”. Ella agrega: “No debería estar haciendo esas cosas, porque está mal y porque amo al Padre Celestial y a Jesucristo”.

Encontrar amigos

A veces puede ser solitario ser el único miembro de la Iglesia en su escuela. Cuando estaba en el primer año de secundaria, Franchesca se sentía muy sola durante la pandemia y no tenía muchos amigos. Se sentía nerviosa de hablarle a sus padres de eso, pero cuando oró, sintió la impresión de decirles cómo se sentía.

Como familia, ellos decidieron orar para que ella pudiera encontrar amigos con los que pudiera contar. Milagrosamente, tan pronto como terminaron su oración, escucharon que alguien llamaba a su puerta. Resultó ser una de sus amigas de otro barrio, ¡y traía galletas! Franchesca sabía que el Padre Celestial había escuchado su oración.

La estaca de Franchesca abarca a miembros de Guam y de varias islas más. Su barrio solo tiene un pequeño grupo de jóvenes, pero ellos son como una familia. Los miembros son muy unidos y eso la anima a ir a la Iglesia cada domingo. Ellos son sus grandes influencias y modelos en su vida.

Franchesca también ha hallado fortaleza en su clase de Seminario. “Seminario es uno de los momentos más importantes de mi semana”, dice. “Cuando asisto a Seminario, siento que todas mis preocupaciones desaparecen”.

A ella le encanta asistir a Seminario, ya sea en línea o en persona, y nunca se pierde una clase a menos que tenga que hacerlo. Dice que las semanas son mucho mejor porque decide asistir a Seminario. Si ha tenido una semana estresante, se asegura de ir a Seminario porque allí siente paz.

Los jóvenes también tienen actividades dos a tres veces al mes. Franchesca incluso planeó una de ellas: una noche de juegos con muchos juegos de mesa divertidos y un juego de las Escrituras. Ellos no han podido reunirse mucho durante la pandemia, así que cuando se reúnen, lo pasan muy bien.

Las jóvenes incluso hicieron un video musical en el que actúan con sonido pregrabado de la canción para los jóvenes de la Iglesia “Buenos días”, y lo publicaron para compartir amor y elevar a los demás. “Las redes sociales realmente pueden unir a todos, especialmente en momentos en los que no podemos vernos”.

A la espera del templo

En la Conferencia General de octubre de 2018, se anunció el Templo de Yigo Guam. Franchesca dice: “Los jóvenes estábamos muy emocionados; todos oramos por ello”. Después de eso, ella observó con entusiasmo la construcción y esperó por su templo, que se terminó de construir en mayo de 2022.

En el pasado, ellos siempre habían tenido que viajar a Filipinas para ir al templo. Para pagar los viajes, recaudaban dinero con ventas de pasteles y lavados de autos. Debido a que es un viaje largo, lo planeaban para que durara alrededor de una semana. Franchesca está entusiasmada por poder ir al templo con más frecuencia y recibir las bendiciones que vienen al bautizarse por sus antepasados.

Consuelo mediante la oración

Franchesca dice que tiende a preocuparse mucho, pero la oración la ha ayudado. “La oración es muy poderosa. El simplemente hablar con el Padre Celestial realmente me consuela. Él escucha y puede ayudar”.

“Cuando oro, la respuesta no siempre me llega así nomás”, dice ella. “Es solo el sentimiento de guía lo que me ayuda; ese sentimiento de Su presencia y amor. Me consuela y me hace sentir mucho mejor”.

Su consejo para otros jóvenes es: “Ora al Padre Celestial, acude a Él, eso ayuda mucho”.

Ella dice que su mamá también tiende a preocuparse, pero ella también es un gran apoyo. “Mi madre es una bendición del Padre Celestial y me ha guiado mucho”.

“La familia es una gran bendición”, dice. “Creo que es importante hablar con tu familia o un amigo si estás pasando por algo difícil”.

Franchesca desea que todos vean las bendiciones diarias del Señor. “Las bendiciones diarias pueden ser muy sencillas. Ir a la escuela es una gran bendición. Hay muchos milagros geniales si nos tomamos el tiempo para notarlos. Estoy muy agradecida por tener el Evangelio en mi vida”.