Firmes cimientos

Encontrar gozo en el servicio a través de la música

Ilustración por Emily Jones

Comencé a tomar clases de piano cuando tenía siete años. Al principio, era difícil leer las notas musicales y prestar atención durante mis lecciones. Simplemente no me gustaba practicar el piano.

Entonces mi mamá me pidió que tocara “Cuando me bautice” (Canciones para los niños, pág. 53) en mi bautismo. Esa fue la primera vez que toqué en la Iglesia. Me sentía nervioso, pero orgulloso de mí mismo cuando lo hice.

Al poco tiempo me ocupé con la escuela y quería dejar el piano, pero mis padres me animaron a seguir aprendiendo. Ellos dijeron que, si seguía tocando, podría encontrar gozo al servir al Señor.

Desde entonces, me encanta tocar el piano. Comencé a tocar en la reunión sacramental y, cuando cumplí doce años, me llamaron oficialmente para ser el pianista del barrio. ¡Me sentí muy feliz! Toqué en presentaciones de la Primaria y acompañé al coro de nuestro barrio durante las conferencias de barrio y los devocionales. Incluso me llamaron como pianista del coro de estaca y toqué durante la conferencia de estaca.

Agradezco a mis padres por alentarme a dar lo mejor de mí. Estaré eternamente agradecido al Padre Celestial por el talento que me ha dado. Sé que algún día podré utilizar mis talentos en la misión y al servir de otras maneras. En verdad encuentro gozo al servir al Señor.

Jyle S., Región de la Capital Nacional, Filipinas