Pescar el verdadero significado de la Navidad

Por el élder Jacob Murphy

Me di cuenta de que la Navidad es más que las decoraciones, la comida o incluso el servicio.

Aquí, en mi misión en Filipinas, descubrí que la Navidad se celebra desde septiembre hasta diciembre. En lugar de la nieve a la que estoy acostumbrado, diciembre en Filipinas está constantemente lleno de cielos grises y lluviosos. Hay verde dondequiera que mires: árboles de plátano, y palmeras cocoteras y de otras especies.

En nuestra última cita de Nochebuena, visitamos a una familia a la que recién habíamos comenzado a enseñar. Fuimos en bicicleta a través de la espesa selva hasta la casa de la familia, que era de caña de bambú y techo de latón [chapa]. Cuando llegamos, vi a la nanay (madre) pescando en el río detrás de la casa con una caña larga de bambú y un poco de sedal [tanza]. Nos dijo que estaba tratando de pescar para su ulam (plato principal), a fin de poder comer aquella noche. Habíamos planeado ir a una fiesta de Navidad con los otros misioneros a las 18:30 h, pero en vez de ello, decidimos dedicar un tiempo a pescar pececitos bajo la lluvia para ayudar a la mujer a alimentar a su familia.

Esa noche, mientras mi compañero y yo veíamos un video sobre el nacimiento de Jesucristo, pensé en cómo Él vino al mundo sin nada y se fue sin nada. La familia a la que servimos tampoco tenía mucho. Pero me di cuenta de que no se necesita mucho para ser feliz. La Navidad es más que las decoraciones, la comida o incluso el servicio. Se trata del amor de Dios (véase 1 Nefi 11:13–23); se trata de la caridad, el amor puro de Cristo; se trata de amar a todos.

Aunque esa Navidad fue diferente para mí, mi experiencia me ha dado una motivación adicional para seguir trabajando y seguir sirviendo, porque el evangelio de Jesucristo puede brindar mucha felicidad a las personas. El Evangelio nos enseña cómo podemos tender la mano con amor y caridad, y yo sentí caridad por aquella familia.

El autor está sirviendo en la Misión Filipinas Antipolo.