Hasta que volvamos a vernos
Ruego que recordemos el consejo que hemos recibido y que constantemente lo expresemos en nuestra vida.
En conclusión, mis hermanos y hermanas, les diré sólo unas pocas palabras para terminar esta extraordinaria conferencia. La música ha sido magnífica, las oraciones inspiradas, y los discursos y testimonios nos han conmovido el corazón, han elevado nuestro espíritu y confirmado nuestra fe.
Ahora, al regresar a nuestros hogares y a nuestros respectivos trabajos, ruego que recordemos el consejo que hemos recibido y que constantemente lo expresemos en nuestra vida; ruego que sigamos firmes contra las asechanzas del adversario. Que las labores que desempeñemos en nuestras muchas responsabilidades de la Iglesia no sean una carga, sino una fuente de gozo y satisfacción. Que podamos convivir como esposo y esposa, y como padres e hijos con amor, bondad y respeto los unos por los otros.
Dios los bendiga, mis amados hermanos y hermanas. Dejo mi amor, mi testimonio y mi bendición con ustedes, y ruego que el Señor esté con todos y con cada uno de nosotros hasta que nos volvamos a ver. Que las bendiciones del cielo los acompañen, pido humildemente en el sagrado y santo nombre de Jesucristo. Amén.