Rigmor Heistø
Por fuera, todo parecía indicar que la vida de Rigmor Heistø era idílica. En 1963, esta madre de cuarenta y tres años y tres hijos estaba casada con un conocido médico y vivía con su familia en un hogar cómodo.
Una tarde, Heistø recibió la visita de dos misioneros Santos de los Últimos Días. Intrigada por el mensaje que compartían, comenzó a reunirse con ellos de manera regular. En su mensaje, Heistø encontró respuestas a cuestiones religiosas que durante toda su vida había sentido en lo más profundo de su ser.
Su esposo, influenciado por los escritos negativos del teólogo noruego Einar Molland, se opuso a su conversión. Un domingo, durante un sermón en la iglesia a la que ella asistía, el pastor, citando Hebreos 13:7, pidió a la congregación que se “acordase de quienes les hablaron la palabra de Dios”. Ella pensó en los misioneros y sintió la impresión de que habían compartido la palabra de Dios con ella. Una vez más pidió a su esposo consentimiento para poder bautizarse. Al final, y en cierto modo a regañadientes, él aceptó.
Su conversión produjo un estrés adicional a su ya tenso matrimonio. Heistø y su esposo se divorciaron tres años después.
Después del divorcio, Heistø se trasladó a un pequeño apartamento y se matriculó en la universidad para estudiar educación. En una clase, el profesor, Inge Lønning, aseveró que los noruegos tenían libertad religiosa total. Heistø puso en tela de juicio esa afirmación. “Eso solo se aplica a los miembros de la iglesia del Estado”, dijo. “Ustedes simplemente traten de creer en alguna otra religión”.
Después de la clase, Heistø le contó a Lønning su experiencia y mencionó el impacto que el libro de Einar Molland había tenido en su exmarido. Lønning, averiguó ella, era amigo personal de Molland, e hizo arreglos para que ella pudiera conocerlo.
Molland le dijo que no entendía cómo alguien podía convertirse a la Iglesia. “Si no hubiera sabido sobre la Iglesia más de lo que sabe usted”, respondió ella, “esa sería la última cosa que habría hecho. ¿De dónde sacó los disparates de su libro?”.
Molland explicó que había recolectado la información de fuentes de la biblioteca de la universidad. Heistø aclaró que esas fuentes eran tendenciosas y le sugirió que podía encontrar información correcta si simplemente se ponía en contacto con el presidente de misión, cuya oficina estaba a cien metros, en esa misma calle. Además explicó el modo en que el libro de Molland había dañado su matrimonio. Al final de la reunión, Molland prometió corregir los errores en la siguiente edición del libro y permitir que los miembros de la Iglesia revisaran los cambios.
“Nunca he sentido el Espíritu conmoverme de tal manera”, recordó Heistø más adelante. “Cuando me fui… éramos los mejores amigos”. Molland cumplió su promesa. En 1978, se publicó una edición revisada del libro, en la cual se incluía información de varios miembros de la Iglesia, entre ellos Heistø.
Rigmor Heistø pasó gran parte de su vida buscando oportunidades de compartir su fe con otras personas. Contribuyó decisivamente al establecimiento de un programa de intercambio profesoral entre la Universidad de Oslo y la Universidad Brigham Young. En 1994, prestó servicio como editora de Dette Tror Vi (Creemos en esto), una recopilación de ensayos escritos por representantes de treinta y siete religiones de Noruega en los que hablaban de sus creencias.