Los Profetas y Los Apóstoles Nos Hablan Sobre
Jesús el Cristo
Jesucristo es un Dios; es el Jehová del Antiguo Testamento y el Salvador del Nuevo Testamento.
Jesucristo moró en los cielos con Su Padre y nosotros moramos con Ellos como hijos espirituales de Dios el Padre.
Jesucristo presentó el plan eterno de Su Padre, del cual todos formamos parte. Venimos a esta tierra para ser probados durante un periodo de probación y para tener oposición en todas las cosas. A través del principio eterno del albedrío, somos libres para escoger la libertad y la vida eterna y volver con honor a la presencia de Dios si vivimos una vida recta, o escoger la cautividad y la muerte espiritual.
Jesucristo es el Creador de todas las cosas que hay en la tierra, bajo la dirección del Padre.
Vino a esta tierra, nació de María, una madre mortal, y Su padre fue el Dios Todopoderoso.
Juan el Bautista lo bautizó por inmersión y el Espíritu Santo se manifestó en el “Espíritu como paloma que descendía sobre él” (Marcos 1:10). Y Su padre dijo: “…Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Marcos 1:11).
Jesucristo organizó Su Iglesia y seleccionó a doce apóstoles, a profetas, setentas y evangelistas (patriarcas).
El mensaje de Jesucristo es único. Está entre nosotros y el Padre; es el Mediador y por medio de Él toda la humanidad recibirá salvación.
Jesucristo es el Redentor, nuestro Salvador; sólo Él, con una madre mortal y un Padre inmortal, podía llevar a cabo la Expiación y morir para salvar a toda la humanidad. Lo hizo por Su propia voluntad y elección.
Jesucristo resucitó y se apareció a muchas personas después de Su resurrección. Nos enseñó sobre las características físicas de un ser resucitado y nos dijo que podíamos seguir Su ejemplo y que podríamos progresar y ser como Él.
La ascensión de Jesucristo al cielo ante la vista de Sus discípulos estuvo acompañada de la promesa de que volvería de la misma forma.
Jesucristo se apareció con Su Padre y restauró en los últimos días, a través del profeta José Smith, la misma organización que había establecido durante Su ministerio terrenal. Además de la Biblia, el Libro de Mormón fue revelado al mundo como otro testamento de Su llamamiento y ministerio divinos.
Jesucristo dirige y guía Su Iglesia en la actualidad por medio de la revelación a un profeta, sus consejeros de la Primera Presidencia y los Doce Apóstoles, la misma organización que estableció cuando estuvo en la tierra.
Su admonición de “ven y sígueme” es el desafío que nos hace a cada uno (véase Mateo 19:21). Él es el Hijo, Jesucristo.
De un discurso de la conferencia general de abril de 1994.