“Jehová te entregará hoy en mi mano… y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel” (1 Samuel 17:46).
Todos tenemos que enfrentar Goliats a lo largo de la vida: pruebas, desafíos, tentaciones que parecen demasiado grandes para vencer; pero, como David, podemos vencerlas si confiamos en Dios y hacemos la parte que nos toque. El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) enseñó lo siguiente: “Cuando la tentación les salga al paso, nombren al jactancioso y engañoso gigante “¡Goliat!” y hagan con él lo que hizo David con el filisteo de Gat” (“Venzamos a los Goliat de nuestra vida”, Liahona, febrero de 2002, pág. 5).
Al leer el capítulo 17 de 1 Samuel, ¿qué aprenden de la batalla de David y Goliat? ¿Por qué la confianza que David tenía en Dios le sirvió de ayuda? ¿Por qué estaba preparado para esa batalla? ¿Qué impacto puede tener un adolescente en la edificación del reino del Señor?
A continuación, hay algunos detalles para complementar su estudio de esa historia extraordinaria.