2008
Desde niño me prepararé
Junio de 2008


Tiempo para compartir

Desde niño me prepararé

“…edifíquese esta casa a mi nombre, para que en ella pueda yo revelar mis ordenanzas a mi pueblo” (D. y C. 124:40).

Los templos son una bendición para ti y para tu familia. Hay más de 120 templos en todas partes del mundo. ¿Sabes el nombre del templo que está más cerca de tu casa? ¿Hay una lámina de un templo en tu hogar? ¿Ha ido al templo algún miembro de tu familia a hacer convenios sagrados?

En la canción de la Primaria “Me encanta ver el templo” (Canciones para los niños, pág. 99), se enseña que el templo es la “Casa del Señor, lugar tranquilo y bello”. También nos enseña que el templo es “el lugar sagrado donde la familia puede ser sellada en unión”. La próxima vez que cantes esta canción, presta atención a las palabras “un día entraré”, pues te prometes a ti mismo y a tu Padre Celestial que serás digno de entrar en Su santa casa.

Actividad

Retira la página A4 y pégala sobre una cartulina gruesa. Recorta el templo por las líneas continuas, dobla por las líneas de puntos y pega las pestañas al interior de las paredes para formar una caja. Recorta las tarjetas de Mis normas del Evangelio (pág. A4) y colócalas en la caja-templo. Escoge una de las normas del Evangelio de la caja, léela y decide qué puedes hacer para vivir de acuerdo con ella. Durante una noche de hogar, explica por qué el vivir esa norma te prepara para entrar en el templo algún día.

Coloca la caja-templo y las tarjetas de Mis normas del Evangelio en un lugar especial para que te recuerde que debes tomar buenas decisiones. Cuando leas una norma del Evangelio y decidas cómo vivirla, acuérdate de estas palabras de la canción “Me encanta ver el templo”: “Desde niño me prepararé; es mi deber sagrado”.

Ideas del Tiempo para compartir

  1. Haga un dibujo sencillo de un templo y recórtelo en 12 rectángulos a modo de ladrillos. Numere las piezas del 1 al 12. Corte una hoja de papel en 12 secciones y escriba en cada una un verbo (o verbos) de 12 de Mis Normas del Evangelio. (Verbos: seguiré, recordaré, seré, usaré, haré, honraré, mantendré, vestiré, leeré y veré, escucharé, viviré.) Doble los recortes para ocultar el verbo y reparta ejemplos de la guía Fe en Dios. Jueguen a construir el templo; comiencen por leer D. y C. 124:40. Escriba la frase “edifíquese esta casa” en la pizarra e invite a un niño a tomar un papel y leer el verbo que esté escrito en él. Pida a los demás niños que busquen dicho verbo en Mis Normas del Evangelio y que, cuando la encuentren, lean la norma todos juntos. Invite al niño o a la clase a pensar en una manera de vivir esa norma; luego invite a ese niño o a la clase a buscar el ladrillo 1 y ponerlo en la pizarra. Prosigan hasta completar el templo. Recalque que todas las normas del Evangelio son cosas que los niños pueden hacer para tener una familia eterna.

  2. Sostenga en alto una bolsita con un juego de las Escrituras en su interior y dé a los niños varias pistas para ayudarles a averiguar qué hay en la bolsita. Cuando lo hayan adivinado, abra las Escrituras en Malaquías 3:10 y lea la frase: “Traed todos los diezmos”. Pida a los niños que adivinen qué mandamiento se describe en este pasaje. Lean juntos el versículo, prestando atención a la promesa: “derramaré sobre vosotros bendición”. Invite a los niños a nombrar algunas de las bendiciones que les ha dado su Padre Celestial y anótelas en la pizarra. Entregue a cada niño una hoja de papel y pídales que dibujen o anoten una bendición. Cuando hayan terminado, pídales que formen una bola con la hoja de papel y colóquelas en la bolsita. Pida a un líder del sacerdocio que extienda las manos para atrapar las bolas. Póngaselas sobre las manos y observen cómo se le caen al suelo. Entonces lea la promesa: “derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Ayude a los niños a entender que cuando obedecemos la ley del diezmo, nuestro Padre Celestial nos bendice de manera sumamente abundante. Explique que el dinero del diezmo sirve para construir templos.