2012
Una promesa y una oración
Julio de 2012


Del campo misional

Una promesa y una oración

woman praying

El Libro de Mormón tiene el poder de ayudar a cualquier persona que quiera saber que es verdadero.

Lo que me asombra del Libro de Mormón es el gran y eterno cambio que produce en las personas, incluso antes de ser miembros de la Iglesia. Como misionero en la Misión México Cuernavaca, fui testigo de ese profundo cambio.

Llevaba seis meses en la misión cuando un miembro de una rama nos dio a mi compañero y a mí una referencia para que enseñáramos a una joven de 20 años y a su familia. La joven no entendía en qué creían los Santos de los Últimos Días y nos hacía muchas preguntas. Como sabíamos que el Libro de Mormón responde a las preguntas del alma, le dimos el libro y compartimos la promesa que contiene en cuanto a orar sinceramente para saber si es verdadero.

Asistió a la capilla durante tres semanas y seguimos reuniéndonos con ella; sin embargo, no sabíamos que ya había dado un paso importante: había orado acerca del Libro de Mormón. Nos contó su experiencia durante una lección en particular. Había estado pensando mucho sobre las lecciones que compartíamos con ella y había sentido el deseo de orar por su cuenta. Se arrodilló y le preguntó a Dios si el Libro de Mormón era verdadero. La paz que sintió después de orar la impulsó a leer más en el libro; mientras leía, sintió que la inundaba el Espíritu.

Al contarnos su experiencia, nos dijo: “Me sentí más especial que nunca. Comenzaron a llenarse todos los vacíos que había en mi vida y que ninguna otra cosa llenaba. Sentí tanta felicidad que empecé a llorar. No podía creer lo que sentía, pero sabía que el Padre Celestial me había respondido, que me conocía y que me amaba lo suficiente para escucharme y contestar mi oración”.

¡Sentí tanto gozo en mi corazón cuando nos contó su experiencia! En ese momento supe que me encontraba en terreno sagrado. El Espíritu Santo me confirmó que las palabras que ella había pronunciado eran ciertas. Gracias a su testimonio recordé el gran amor que nuestro Padre Celestial tiene por nosotros; Él nos ama tanto que nos ha dado el Libro de Mormón como medio para conocerlo a Él y conocer Su verdad. Cuando obedecemos los principios que se encuentran en el Libro de Mormón, nuestra vida cambia.

Aún recuerdo cómo terminó aquella lección. La hermana nos preguntó: “¿Y qué ocurre ahora que sé que el Libro de Mormón es verdadero?”.

“Debe bautizarse”, le respondimos.

Su respuesta fue simple, pero reflejaba la firmeza y la sencillez de su testimonio: “Entonces me bautizaré”.

El Libro de Mormón tiene el poder para ayudarnos a hallar felicidad y paz. Al leerlo, llegaremos a tener la firme determinación de vivir el evangelio de Jesucristo, tal y como aquella hermana decidió seguir el ejemplo del Salvador y entrar en las aguas del bautismo.