La historia familiar une a las familias
Yael B., Argentina
Encontré una meta en el programa del Progreso Personal que me motivó a empezar mi árbol familiar. Cada vez que iba a comer con mis abuelos, me contaban relatos de la vida de ellos y de otros familiares. Empecé a ir al centro de historia familiar y a compilar información acerca de mi familia.
Recuerdo cuando encontré información acerca de mi tatarabuela. Cuando vino a Argentina en barco, estaba embarazada. Durante la travesía, sepultó a su hijo en el mar. Ella era tan sólo una historia hasta que encontré su nombre en un registro. Me sentí más cerca de mis abuelos y llegué a conocer a mis antepasados como si hubiera vivido con ellos. Encontré información sobre mis antepasados, compartí con ellos las buenas nuevas del sellamiento eterno y ayudé a que muchas generaciones fueran bendecidas.
Gracias a FamilySearch, sigo descubriendo tesoros escondidos. Me encanta lo que dijo el presidente Thomas S. Monson: “Yo les testifico que cuando hacemos todo lo que podemos para llevar a cabo esta obra, el Señor pondrá a nuestro alcance la sagrada llave que necesitaremos para abrir el cerrojo del tesoro que buscamos con tanta intensidad”1. Mediante nuestros esfuerzos, descubriremos las llaves de nuestro tesoro eterno, y algún día podremos conocer a nuestros antepasados en persona.