2014
Una respuesta a su oración
Marzo de 2014


Una respuesta a su oración

La autora vive en Gauteng, Sudáfrica

Una noche, una amiga de otra religión vino a quedarse conmigo. Generalmente estudio las Escrituras sola, y esa noche las había sacado para estudiar. Sentí la impresión de invitarla a que me acompañara, pero tuve miedo y, en lugar de hacerlo, comencé a estudiar por mi cuenta. Sabía que había ignorado la impresión del Espíritu. Después de unos minutos le pregunté con reserva: “¿Te gustaría estudiar las Escrituras conmigo?”. Sin dudarlo, mi amiga respondió: “Sí”.

Leímos el Libro de Mormón. Ella me hizo algunas preguntas y yo pude sentir que el Espíritu me guiaba mientras respondía. Expresé mi testimonio de la veracidad del Libro de Mormón y, después de hacerlo, ella me dijo: “Todo el día he estado llorando y con miedo; acababa de orar a Dios por ayuda cuando me preguntaste si quería leer las Escrituras contigo. Me siento mucho mejor ahora, gracias”.

El Señor me usó como instrumento para contestar una oración y servir a una de Sus hijas que tenía una necesidad. Sé que las impresiones son instrucciones divinas de un Padre sabio y glorioso. Cuando dejamos de lado nuestros temores, permitimos que Él manifieste Su poder por medio de nuestra obediencia.