2018
Reunir todas las cosas en Cristo
Noviembre de 2018


Reunir todas las cosas en Cristo

El poder del evangelio del Salvador para transformarnos y bendecirnos fluye al discernir y aplicar la interrelación entre su doctrina, sus principios y sus prácticas.

Una cuerda es un objeto básico que todos conocemos. Las cuerdas se elaboran con hebras de tela, plantas, alambre u otros materiales, cada uno de ellos torcidos o trenzados entre sí. Curiosamente, hay materiales bastante comunes y corrientes que se pueden entretejer para llegar a ser excepcionalmente fuertes. Así, conectar y unir eficazmente materiales ordinarios puede producir un objeto extraordinario.

Strands woven into rope

Al igual que una cuerda adquiere su fuerza al entrelazar muchas hebras individuales, el evangelio de Jesucristo brinda la más grandiosa perspectiva de la verdad y ofrece las más ricas bendiciones a medida que prestamos atención a la admonición de Pablo de “reunir todas las cosas en Cristo… tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra”1. De manera importante, esa reunión vital de la verdad se centra en el Señor Jesucristo porque Él es “el camino, y la verdad y la vida”2.

Ruego que el Espíritu Santo nos ilumine a cada uno de nosotros mientras sopesamos cómo el principio de reunir todas las cosas en Cristo se aplica de formas prácticas a aprender y vivir Su evangelio restaurado en nuestra vida diaria.

Una época de revelación

Vivimos en una época singular y de revelación en la Iglesia restaurada de Jesucristo. Los ajustes históricos que se han anunciado hoy tienen solamente un propósito global: fortalecer la fe en el Padre Celestial y Su plan, y en Su Hijo Jesucristo y Su expiación. El horario de las reuniones dominicales no se acortó simplemente. Más bien, ahora tenemos más oportunidades y responsabilidades, de manera individual y como familias, para utilizar nuestro tiempo a fin de mejorar el día de reposo como delicia en casa y en la capilla.

En abril, no solo se cambió la estructura organizativa de los cuórums del sacerdocio, sino que se dio énfasis y fuerza a una manera superior y más santa de ministrar a nuestros hermanos y hermanas.

Al igual que las hebras trenzadas de una cuerda constituyen un útil potente y duradero, todas estas acciones interrelacionadas forman parte de un esfuerzo unificado para alinear mejor el enfoque, los recursos y la obra de la Iglesia restaurada del Salvador con su misión fundamental: ayudar a Dios en Su obra de llevar a cabo la salvación y exaltación de Sus hijos. Por favor, no se centren principalmente en los aspectos logísticos de lo que se ha anunciado. No debemos permitir que los detalles de procedimiento oscurezcan las razones espirituales supremas por las que se hacen estos cambios ahora.

Es nuestro deseo que la fe en el plan del Padre y en la misión redentora del Salvador aumente en la tierra y que se establezca el convenio sempiterno de Dios3. Nuestros únicos objetivos son facilitar la conversión continua al Señor y amar de manera más completa y servir más eficazmente a nuestros hermanos y hermanas.

Segmentación y separación

A veces, los miembros de la Iglesia segmentamos, separamos y aplicamos el Evangelio en nuestra vida creando largas listas de temas específicos para estudiar y de tareas que cumplir; pero ese enfoque potencialmente podría limitar nuestro entendimiento y nuestra visión. Debemos tener cuidado porque el enfoque farisaico basado en listas de tareas puede evitar que nos acerquemos más al Señor.

El propósito y la purificación, la felicidad y el gozo, y la conversión y protección continuas que vienen de “entregar [nuestro] corazón a Dios”4 y de “[recibir] su imagen en [nuestros] rostros”5 no se pueden obtener solo con efectuar y tachar de la lista todas las cosas espirituales que se supone que debemos hacer. Más bien, el poder del evangelio del Salvador para transformarnos y bendecirnos fluye al discernir y aplicar la interrelación entre su doctrina, sus principios y sus prácticas. Solo si reunimos todas las cosas en Cristo, centrándonos con firmeza en Él, pueden las verdades del Evangelio actuar sinérgicamente para ayudarnos a ser capaces de lo que Dios desea que lleguemos a ser6 y perseverar valientemente hasta el fin7.

Aprender y entrelazar las verdades del Evangelio

El evangelio de Jesucristo es un magnífico tapiz de verdad “bien coordinado”8 y entretejido. Cuando aprendemos las verdades reveladas del Evangelio y las entrelazamos, somos bendecidos con una valiosa perspectiva y una mayor capacidad espiritual por medio de ojos que pueden ver la influencia del Señor en nuestra vida y oídos que pueden oír Su voz9. Y el principio de reunir todas las cosas en Él nos puede ayudar a cambiar las tradicionales listas de tareas por un todo unificado, integrado y completo. Permítanme darles un ejemplo tanto doctrinal como de la Iglesia de lo que estoy sugiriendo.

Ejemplo 1. El cuarto artículo de fe es uno de los más grandes ejemplos de cómo reunir todas las cosas en Cristo: “Creemos que los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son: primero, Fe en el Señor Jesucristo; segundo, Arrepentimiento; tercero, Bautismo por inmersión para la remisión de los pecados; cuarto, Imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo”10.

Fe en el Señor Jesucristo

La verdadera fe se centra en el Señor Jesucristo: en Él como el Hijo Divino y Unigénito del Padre, y en Él y en la misión redentora que Él cumplió. “Porque él ha cumplido los fines de la ley, y reclama a todos los que tienen fe en él; y los que tienen fe en él se allegarán a todo lo bueno; por tanto, él aboga por la causa de los hijos de los hombres; y mora eternamente en los cielos”11. Ejercer fe en Cristo es confiar y depositar nuestra confianza en Él como nuestro Salvador, en Su nombre y en Sus promesas.

Arrepentimiento

La primera y natural consecuencia de confiar en el Salvador es arrepentirse y alejarse del mal. Al ejercer fe en el Señor, de manera natural nos volvemos hacia Él, venimos a Él y dependemos de Él. Por tanto, el arrepentimiento es confiar en el Redentor y contar con que Él hará lo que no podemos hacer por nosotros mismos. Cada uno de nosotros debe “[confiar] íntegramente en los méritos de aquel que es poderoso para salvar”12 porque solamente “por medio de los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías”13 podemos llegar a ser nuevas criaturas en Cristo14 y al final regresar a la presencia de Dios y morar con Él.

Bautismo

La ordenanza del bautismo por inmersión para la remisión de los pecados requiere que confiemos en Él, dependamos de Él y lo sigamos a Él. Nefi proclamó: “… sé que si seguís al Hijo con íntegro propósito de corazón, sin acción hipócrita y sin engaño ante Dios, sino con verdadera intención, arrepintiéndoos de vuestros pecados, testificando al Padre que estáis dispuestos a tomar sobre vosotros el nombre de Cristo por medio del bautismo, sí, siguiendo a vuestro Señor y Salvador y descendiendo al agua, según su palabra, he aquí, entonces recibiréis el Espíritu Santo; sí, entonces viene el bautismo de fuego y del Espíritu Santo”15.

Confirmación

La ordenanza de la imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo requiere que confiemos en Él, dependamos de Él, lo sigamos a Él y marchemos adelante en Él con la ayuda de Su Santo Espíritu. Como Nefi declaró: “Y ahora bien… por esto sé que a menos que el hombre persevere hasta el fin, siguiendo el ejemplo del Hijo del Dios viviente, no puede ser salvo”16.

Gathering together in one

El cuarto artículo de fe no solo señala los principios y las ordenanzas fundamentales del Evangelio restaurado. Más bien, esta inspirada declaración de creencias reúne todas las cosas en Cristo: confiar en Él, depender de Él, seguirlo a Él y marchar adelante con Él, incluso en Él.

Ejemplo 2. Ahora deseo describir cómo todos los programas y las iniciativas de la Iglesia se reúnen en Cristo. Se podrían presentar muchos otros ejemplos; solamente usaré unos cuantos.

Build up and strengthen Zion

En 1978, el presidente Spencer W. Kimball dijo a los miembros de la Iglesia que debían aumentar la fortaleza de Sion en todo el mundo. Aconsejó a los Santos que permanecieran en su tierra natal y establecieran estacas fuertes reuniendo a la familia de Dios y enseñándoles las vías del Señor. Después señaló que se construirían más templos y prometió bendiciones a los Santos dondequiera que vivieran en el mundo17.

Three-hour block
Family proclamation

Al aumentar el número de estacas, se intensificó la necesidad de que las casas de los miembros se “convirtieran en [lugares] donde a los miembros de la familia [les gustara] estar, donde [pudieran] enriquecer su vida y encontrar amor mutuo, apoyo, aprecio y aliento”18. En consecuencia, en 1980 se agruparon las reuniones dominicales en un bloque de tres horas para “volver a enfatizar la responsabilidad personal y familiar de aprender, vivir y enseñar el Evangelio”19. Este énfasis en la familia y el hogar se reafirmó en “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” presentada por el presidente Gordon B. Hinckley en 199520.

Temple construction

En abril de 1998, el presidente Hinckley anunció la construcción de muchos templos pequeños, acercando así las ordenanzas sagradas de la Casa del Señor a personas y familias Santos de los Últimos Días en todo el mundo21. Y este incremento de las oportunidades de crecimiento y desarrollo espiritual se complementaron con el correspondiente incremento de la autosuficiencia temporal mediante la introducción del Fondo Perpetuo para la Educación en 200122.

Caring for the poor and needy

Durante su administración, el presidente Thomas S. Monson exhortó repetidamente a los santos a ir “al rescate” e hizo hincapié en cuidar de los pobres y necesitados como una de las responsabilidades divinamente establecidas de la Iglesia. Continuando con el énfasis en la preparación temporal, en 2012 se implementó la iniciativa de los Servicios de Autosuficiencia.

Making the Sabbath a delight

En los últimos años se ha hecho hincapié en los principios fundamentales sobre cómo hacer del día de reposo una delicia en el hogar y en la capilla, todos los cuales se han reforzado, preparándonos así para el horario dominical de las reuniones que se ha anunciado en esta sesión de la conferencia general23.

Melchizedek Priesthood quorums aligned with auxiliaries

Y hace seis meses, los cuórums del Sacerdocio de Melquisedec se fortalecieron y alinearon más eficazmente con las organizaciones auxiliares para lograr un enfoque más elevado y santo a la ministración.

One united work

Creo que la secuencia y el momento en que se han llevado a cabo estas acciones a lo largo de varias décadas nos pueden ayudar a ver una obra unida y completa, y no solo una serie de iniciativas independientes y aisladas. “Dios ha revelado un modelo de progreso espiritual para las personas y las familias mediante ordenanzas, enseñanzas, programas y actividades que se centran en el hogar y cuentan con el apoyo de la Iglesia. Las organizaciones y los programas de la Iglesia existen para bendecir a las personas y a las familias, y no son un fin en sí mismos”24.

Ruego que podamos reconocer la obra del Señor como una gran obra mundial que se centra cada vez más en el hogar y cuenta con el apoyo de la Iglesia. Sé y testifico que el Señor está revelando y que aún “revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios”25.

Promesa y testimonio

Comencé mi mensaje resaltando la fortaleza que se crea cuando hebras individuales de material se retuercen o se trenzan en una cuerda. De forma similar, les prometo que será evidente un aumento en la perspectiva, el propósito y el poder al aprender y vivir el evangelio restaurado de Jesucristo mientras nos esforzamos por reunir todas las cosas en Cristo.

Todas las oportunidades y bendiciones de consecuencia eterna se originan, son posibles y tienen un propósito gracias al Señor Jesucristo, y perduran por medio de Él. Como testificó Alma: “no hay otro modo o medio por el cual el hombre pueda ser salvo, sino en Cristo y por medio de él. He aquí, él es la vida y la luz del mundo”26.

Con gozo declaro mi testimonio de la divinidad y de la realidad viviente del Padre Eterno y de Su Hijo Amado, Jesucristo. En nuestro Salvador encontramos gozo; y en Él encontramos la certeza de “la paz en este mundo, y la vida eterna en el mundo venidero”27. De ello testifico en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.