La labor humanitaria brinda alivio

La Iglesia continúa esforzándose por ayudar a los necesitados en todo el mundo y brindar ayuda humanitaria en tiempos de crisis.

En la labor de ayuda humanitaria más grande en la historia de la Iglesia, Latter-day Saint Charities (el órgano humanitario de la Iglesia) ha ayudado a muchas personas durante la pandemia del COVID-19, proporcionando fondos y suministros para ayudar con la prevención y el tratamiento de la enfermedad. La labor también ha proporcionado productos básicos y capacitación para los profesionales de la salud, incluida una guía sobre cómo brindar apoyo físico, mental y emocional.

Las fábricas de conservas y procesadoras de alimentos de la Iglesia se han adaptado para satisfacer las crecientes necesidades, haciendo que los productos y bienes estén disponibles, según se necesiten, para los líderes de la Iglesia, las agencias comunitarias, los programas de alimentación escolar, los bancos de alimentos y otras organizaciones que se han asociado con la Iglesia, incluidos los gobiernos, organizaciones no gubernamentales y otros grupos humanitarios. Hasta la fecha, Latter-day Saint Charities ha dado apoyo a 1050 proyectos de ayuda contra el COVID-19 en 152 países.

Desde la última conferencia general, Latter-day Saint Charities y los líderes regionales y locales de la Iglesia han:

Organizado a los voluntarios de Manos que ayudan y las labores de socorro después de que tres huracanes azotaran la costa del Golfo de EE. UU. desde el sureste de Texas hasta la península de Florida.
Trabajado con socios y han coordinado con los líderes locales de la Iglesia para brindar ayuda después de que tifones azotaran Las Filipinas. Se utilizaron cuarenta centros de reuniones de la Iglesia como centros de evacuación.
Ido a socorrer a las víctimas de incendios forestales en 23 estacas en California, Idaho, Oregón y Washington, EE. UU.
Trabajado con un socio para proporcionar 180 toneladas de alimentos para ayudar a las personas necesitadas de Wyoming, Maryland, Michigan, Nebraska, Carolina del Sur, Colorado, Massachusetts y Carolina del Norte, EE. UU.
Otorgado US$ 1 millón al Salvation Army para colaborar en la distribución de alimentos en más de 150 ubicaciones en los Estados Unidos.
Donado alimentos a 200 despensas de alimentos locales en Nueva York, EE. UU.
Entregado 17 000 kilos (37 500 libras) de ropa y 77640 kilos (171 168 libras) de comida a Honduras, trabajando con el gobierno y los líderes comunitarios para brindar ayuda a los sobrevivientes después de dos huracanes.
Ayudado a financiar programas que proporcionarán 30 millones de comidas para escuelas en nueve países de África.
Patrocinado 200 campañas de donación de sangre en 14 estados del Área Norteamérica Centro de la Iglesia.
Donado más de US$ 200 000 dólares para equipo de protección personal para profesionales médicos y mascarillas para escolares en Botswana. Con el esfuerzo colectivo de once congregaciones locales de la Iglesia se cosieron 8000 mascarillas para ayudar en la labor.
Entregado una subvención de US$ 20 millones de dólares en apoyo a la respuesta mundial al COVID-19 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que ayudará a proporcionar vacunas a 196 países.
Distribuido 358 500 kilos (790 400 libras) de comida; 17 000 cajas de agua; colchones y otros suministros para los necesitados en Texas y Oklahoma luego de las severas tormentas de invierno.