“¿Por qué servimos?”, Liahona, abril de 2024.
Envejecer fielmente
¿Por qué servimos?
Algunos miembros relatan la forma en que el servicio nos ayuda a crecer, a escuchar al Espíritu y a llegar a ser un instrumento en las manos del Señor para bendecir la vida de los demás.
¿Alguna vez se detiene a preguntarse por qué presta servicio? Es fácil quedar atrapados en la agitación de la vida y en el servicio en la Iglesia, pero ¿hay un significado más profundo en nuestros actos diarios? El servicio nos enseña acerca de nosotros mismos. Si escuchamos al Espíritu, podemos examinar nuestra capacidad para amar y llegar a ser más caritativos. El Espíritu nos instruye a medida que servimos y estamos más en armonía con nosotros mismos y con los demás.
Los siguientes miembros relatan lo que han aprendido por medio del servicio.
El Espíritu guía nuestro servicio
Habíamos completado todos los formularios para servir en una misión de tiempo completo justo antes de que el mundo se cerrara debido al COVID-19. No queríamos llegar al campo misional y ser enviados de regreso a casa, así que nos reunimos con nuestro presidente de estaca y el presidente de la Misión Arcadia California, donde vivíamos, para ver si podíamos servir localmente. De inmediato se nos llamó a ser coordinadores de viviendas.
Tan solo unas semanas después de que comenzamos, regresaron aviones cargados de misioneros de todo el mundo, ya sea para ser relevados de sus misiones o para ser reasignados en los Estados Unidos. El número de misioneros de tiempo completo en la Misión Arcadia aumentó de 180 a 250. Nos apresuramos por encontrar alojamiento para todos, pero el Espíritu nos guio.
Las experiencias de la vida parecen estar dirigidas por el Señor con el fin de prepararnos para las oportunidades de servicio. Gracias a la Sociedad de Socorro, conocí a hermanas de las estacas circunvecinas que podían ayudar con los almuerzos de la conferencia de zona. Cuando una niña sin hogar apareció en los peldaños de la oficina de la misión, yo conocía los recursos locales que podían brindarle ayuda. Mi esposo, Mike, también tenía conexiones en la zona para encontrar soluciones a problemas aparentemente irresolubles, desde encontrar piscinas para bautismos al aire libre hasta arreglar lavaplatos.
Mike y yo servimos porque prometimos dedicar nuestro tiempo y talentos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Fue una bendición amar a nuestros 250 misioneros y estamos agradecidos por la oportunidad. El servicio nos ha acercado más a Cristo (véase Moroni 7:44–48).
Debra y Mike O’Neil, California, EE. UU.
La historia familiar y el servicio en el templo nos brindan gozo
Antes de la dedicación del Templo de Río de Janeiro, Brasil, en 2022, nuestra Sociedad de Socorro quería ayudar a las familias a tener nombres listos para la apertura. Por medio de reuniones personales y lecciones en línea, ayudamos a todos a encontrar a antepasados.
Mi mayor gozo fue ver a cada familia prepararse para el templo. Mi alma estaba llena de amor por el Salvador y de gratitud por poder ayudar a otras personas a conectar a sus familias mediante las ordenanzas del templo.
Izabel de Queiroz Martins Silva, Río de Janeiro, Brasil
El servicio bendice a los necesitados
Recientemente, servimos como misioneros de relaciones internacionales, trabajando con diplomáticos extranjeros en las Naciones Unidas. Nos sentimos humildemente bendecidos de conocer a tantas personas amorosas y cariñosas de todo el mundo que procuraban servir a sus compatriotas.
Tuvimos el privilegio de repartir los fondos de las máquinas de donativos de la iniciativa Ilumina el Mundo a beneficiarios de todo el mundo, por medio de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y CARE (Cooperativa para la Ayuda y el Alivio en Todas Partes).
Podíamos sentir el Espíritu al decir a los líderes que nuestra nieta estaba sirviendo en una misión en Guatemala y que ayudó a entregar pollos comprados por medio de las máquinas de donativos a personas con necesidades. Qué bendición saber que las familias tenían huevos para comer o vender según desearan.
Brent y Julie Hill, Nueva York, EE. UU.
El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que el Señor “nos invita a ser Sus manos, a andar haciendo bienes”1. Qué privilegio para nosotros es servir en nombre del Salvador. Al meditar en el significado de nuestro servicio, la luz del Salvador nos conducirá a una mayor comprensión de Su amor.
La autora vive en Utah, EE. UU.