Julio
Las familias son parte del plan de nuestro Padre Celestial
“La familia es ordenada por Dios” (“La Familia: Una proclamación para el mundo”, párrafo 7).
Complemente las ideas que se proporcionan aquí con algunas ideas propias. Cada semana planifique diferentes maneras para: (1) dar a conocer la doctrina, (2) ayudar a que los niños la comprendan y (3) ayudarles a que la apliquen en su vida. Pregúntese: “¿Qué harán los niños para aprender y cómo puedo ayudarles a sentir el Espíritu?”.
Semana 1: Mi Padre Celestial planeó que yo viniera a formar parte de una familia.
Dé a conocer la doctrina: Muestre a los niños “La familia: Una proclamación para el mundo” y explique que esta enseña que el plan de nuestro Padre Celestial es que Sus hijos vengan a la tierra a formar parte de familias.
Fomente el entendimiento (al ver láminas): Divida a los niños en grupos y dé a cada uno de ellos una lámina de una familia (por ejemplo, Adán y Eva enseñan a sus hijos [LOAE, núm. 5], Jesús resucita a la hija de Jairo [LOAE, núm. 41], Lehi y su gente llegan a la tierra prometida [LOAE, núm. 71] y La oración familiar [LOAE, núm. 112]). Invite a que cada grupo encuentre a los integrantes de la familia de su lámina. Pida a cada grupo que muestre su lámina al resto de los niños y que señale al padre, a la madre y a los hijos. Pida a los niños que muestren con los dedos cuántas personas hay en su propia familia. Dígales que su familia es parte del plan de nuestro Padre Celestial.
Fomente la aplicación de la doctrina: Pida a los niños varones que se pongan de pie. Explique que algún día cada uno de ellos podrá ser el padre de una familia justa. Invite a algunos de los niños varones a que digan algo que podrían hacer para ser un buen padre. Pida a las niñas que se pongan de pie y explíqueles que cada una de ellas podrá ser la madre de una familia justa. Pida a algunas de ellas que digan algo que podrían hacer para ser una buena madre. Invite a todos los niños a que compartan algo que puedan hacer para brindar felicidad a la familia que tienen ahora.
Semana 2: La oración familiar, el estudio de las Escrituras en familia y la noche de hogar pueden fortalecer a mi familia.
Dé a conocer la doctrina y fomente el entendimiento (al ver una lección práctica): Pida a un niño que sostenga un manojo de palos. Explique que los palos representan a los integrantes de la familia. Escriba “oración familiar”, “estudio de las Escrituras en familia” y “noche de hogar” en tres tiras de papel. Pregunte a los niños de qué manera estas actividades ayudan a fortalecer o a mantener unida a la familia. Invite a los niños a envolver los palos con los papeles. Explique que estas actividades invitan al Espíritu a nuestro hogar y a nuestra vida y que nos acercan más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo, lo cual hace que nuestras familias se hagan más fuertes.
Fomente la aplicación de la doctrina (al dibujar): Dé a los niños hojas de papel e invítelos a hacer dibujos de actividades que hayan hecho con su familia que los haya fortalecido. Anímelos a que compartan lo que dibujaron con su familia en casa.
Semana 3: El sacerdocio puede bendecir y fortalecer a mi familia.
Dé a conocer la doctrina (al jugar un juego de adivinanzas): Diga a los niños que les va a dar algunas pistas en cuanto a algo que bendice y fortalece a las familias. Pídales que levanten la mano cuando sepan la respuesta. Dé algunas pistas en cuanto al sacerdocio, tales como “Los padres que poseen esto pueden bendecir a su familia” y “Los niños que tienen 12 años pueden recibirlo”. Una vez que los niños hayan adivinado correctamente, digan todos juntos lo siguiente: “El sacerdocio puede bendecir y fortalecer a mi familia”.
Fomente el entendimiento (al analizar el sacerdocio): Pida a los niños que nombren algunas cosas que pueden hacer los poseedores del sacerdocio (por ejemplo, bautizar, otorgar el don del Espíritu Santo, bendecir a los enfermos y repartir la Santa Cena). Muestre láminas de estas ordenanzas y bendiciones a medida que hablen sobre ellas, y ayude a los niños a entender la manera en que cada una de ellas bendice y fortalece a las familias. Muestre una lámina de un templo. Explique que una de las bendiciones más grandes del sacerdocio es que hace posible que vayamos al templo y seamos sellados en familias por la eternidad.
Fomente la aplicación de la doctrina (al compartir ideas): Invite a varios niños a ponerse de pie y a compartir una o dos maneras en que el sacerdocio haya bendecido y fortalecido a su familia. Anímelos a compartir estas ideas con su familia en casa.
Semana 4: Mi Padre Celestial desea que me case en el templo y que tenga una familia eterna.
Dé a conocer la doctrina (al mirar una lámina o fotografía): Muestre una lámina o fotografía de una pareja parada frente al templo vestida con su ropa de boda. Pregunte a los niños por qué nuestro Padre Celestial desea que nos casemos en el templo. Explique que cuando nos casamos en el templo, nuestra familia puede ser eterna.
Fomente el entendimiento (al escuchar testimonios): Invite a unos cuantos maestros, incluso a algunas parejas, a que compartan las bendiciones que han recibido gracias al templo y al matrimonio en el templo. Pida a los niños que presten atención mientras los maestros cuentan sus ideas a fin de descubrir algunas bendiciones específicas. Haga una lista de las bendiciones en la pizarra.
Fomente la aplicación de la doctrina: Pida a unos cuantos niños que se pongan de pie y que compartan por qué les gustaría casarse en el templo y lo que pueden hacer desde ahora para prepararse para dicha bendición.