“Helamán 13, Parte 2: Arrepentirse y ser salvos”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Helamán 13, Parte 2”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Helamán 13, Parte 2
Arrepentirse y ser salvos
¿Crees que la mayoría de las personas perciben el arrepentimiento como un don de Dios o como un castigo? ¿Por qué? Samuel el Lamanita amaba tanto al pueblo, incluso a los nefitas inicuos, que arriesgó su vida para enseñarles que el arrepentimiento es un don de Jesucristo que conduce a la felicidad y a la salvación. El objetivo de esta lección es ayudarte a superar cualquier obstáculo que te impida arrepentirte.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
La senda correcta
Imagínate que algunos amigos están tratando de encontrar un lago de alta montaña del que oyeron hablar, pero que nunca han visitado. Mientras caminan entre la naturaleza, se encuentran con un hombre que dice que lleva años viviendo en la región y que les advierte que la senda en la que se encuentran no conduce al lago y que es peligrosa en algunos lugares. El hombre les aconseja que den la vuelta y retrocedan hasta una senda diferente que los llevará hasta allí sanos y salvos.
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¿Por qué razones los amigos podrían no escuchar al hombre?
Al igual que el hombre del relato, en ocasiones, los profetas podrían advertirnos de decisiones que no conducen a la felicidad, al progreso y a nuestro regreso al Padre Celestial. Podrían instarnos a arrepentirnos y a cambiar de vida.
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¿Por qué razones podríamos no arrepentirnos?
En la lección anterior, por medio de las enseñanzas de Samuel el Lamanita a los nefitas, tal vez hayas aprendido que el Señor, con misericordia, advierte a las personas sobre las consecuencias del pecado y perdona a quienes se arrepienten. Sin embargo, aunque comprendamos esta verdad, no siempre nos arrepentimos. A medida que estudies esta lección, busca la ayuda del Señor para saber cómo puedes superar los obstáculos que te impiden arrepentirte.
Las consecuencias del pecado
Lee Helamán 13:21–23 y busca algunas de las actitudes y acciones de las que Samuel dijo que el pueblo debía arrepentirse. Podría resultar útil saber que una maldición “inflige juicios y sus correspondientes consecuencias sobre una cosa, una persona o un pueblo, principalmente por motivo de la iniquidad” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Maldecir, maldiciones”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).
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Además de las riquezas, ¿en qué otras cosas podríamos ser tentados a poner el corazón más que en el Señor? ¿Y qué cosas podríamos ser tentados a “siempre record[ar]” más que a Él?
En los versículos 24–30, Samuel también advirtió al pueblo sobre su rechazo a los profetas.
Lee Helamán 13:31–38 y termina el principio siguiente con tus propias palabras: Si rechazamos constantemente las invitaciones de los profetas a arrepentirnos…
Un don de Dios
Tal como Samuel testificó a los nefitas: “nada puede salvar[nos] […] sino el arrepentimiento y la fe en el Señor Jesucristo” (Helamán 13:6). Gracias a la expiación del Salvador, si nos arrepentimos y nos volvemos al Señor nuestro Dios, Él desviará Su ira (véase Helamán 13:11)
Al leer la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson, busca verdades que enseñó que podrían ayudarnos a superar los obstáculos que nos impiden arrepentirnos.
Demasiadas personas consideran el arrepentimiento como un castigo; algo a evitarse excepto en las circunstancias más graves; pero es Satanás quien genera ese sentimiento de castigo. Él trata de impedir que miremos hacia Jesucristo, que espera con los brazos abiertos, con la esperanza y disposición de sanarnos, perdonarnos, limpiarnos, fortalecernos, purificarnos y santificarnos […].
Nada es más liberador, más ennoblecedor ni más crucial para nuestro progreso individual que centrarse con regularidad y a diario en el arrepentimiento. El arrepentimiento no es un suceso; es un proceso; es la clave de la felicidad y la paz interior. Cuando lo acompaña la fe, el arrepentimiento despeja el acceso al poder de la expiación de Jesucristo […].
Al escoger arrepentirnos, ¡escogemos cambiar! Permitimos que el Salvador nos transforme en la mejor versión de nosotros. Escogemos crecer espiritualmente y recibir gozo; el gozo de la redención en Él. Al escoger arrepentirnos, escogemos llegar a ser más semejantes a Jesucristo (Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, pág. 67).
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¿Cómo podría la declaración del presidente Nelson ayudar a alguien a superar los obstáculos que le impidan arrepentirse?
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¿Cuáles son los resultados del arrepentimiento que mencionó el presidente Nelson que más deseas? ¿Por qué?
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¿Qué enseñó el presidente Nelson acerca del Salvador que podría ayudar a alguien que duda si debe arrepentirse?
El arrepentimiento
Es posible que haya cosas que obstaculicen el arrepentimiento que el presidente Nelson no haya abordado, o tal vez necesitemos ayuda o respuestas adicionales. Dedica unos minutos a estudiar el don del arrepentimiento y busca respuestas a las preguntas que tengas o verdades que puedan ayudarte a superar los obstáculos que enfrentas a la hora de arrepentirte. Entre los recursos que podrían ayudarte se incluyen “Arrepentimiento, arrepentirse”, en la Guía para el Estudio de las Escrituras, y “Jesucristo te ayudará”, en Para la fortaleza de la juventud: Una guía para tomar decisiones (librito), 2022.
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¿Qué conceptos útiles aprendiste?
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¿Cómo puede ayudarnos el Salvador durante el proceso del arrepentimiento?
Lee la invitación siguiente del presidente Nelson:
[P]rocuren entender, con espíritu de oración, cuál es el obstáculo en la senda de su arrepentimiento. Determinen qué es lo que evita que se arrepientan, y luego, ¡cambien! ¡Arrepiéntanse! Todos podemos actuar mejor y ser mejores de lo que hemos sido (Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, pág. 68).
Dedica un tiempo a meditar y orar, y a escribir lo que crees que el Padre Celestial desea que hagas a fin de arrepentirte.