3 Nefi 1

“Empezaron a cumplirse […] las profecías de los profetas”

¿Cómo pudo ser esperar y ver la estrella que anunciaba el nacimiento de Jesucristo? Los creyentes nefitas estaban atentos a las señales que Samuel el Lamanita había profetizado que tendrían lugar (véase Helamán 14), pero los incrédulos amenazaron con matarlos si las señales no aparecían. La finalidad de esta lección es ayudarte a tener más confianza en que el Señor cumplirá todas las palabras que Él habla por medio de Sus profetas.

Testificar de Jesucristo. Los alumnos pueden verse fortalecidos cuando usted comparte su testimonio de Jesucristo. Busque oportunidades para compartir con los alumnos sus sentimientos por el Salvador y hablar sobre por qué se esfuerza por seguirlo.

Preparación del alumno: Los alumnos podrían prepararse para compartir un ejemplo de cómo o por qué tener fe en Jesucristo podría fortalecer a alguien en momentos inciertos o difíciles.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Fortalecidos por la fe

La finalidad de la siguiente pregunta es ayudar a los alumnos a evaluarse a sí mismos. No debe esperarse que los alumnos compartan sus respuestas.

• En una escala del uno al cinco, en la que cinco es la puntuación más alta, ¿cómo calificarías tu nivel de creencia o confianza en que Dios cumple las palabras de Sus profetas? ¿Por qué?

Cuando Samuel el Lamanita llegó entre los nefitas, profetizó que “ha[bría]n de pasar cinco años más y, he aquí, entonces v[endría] el Hijo de Dios” (Helamán 14:2). Los profetas habían profetizado acerca de la venida de Jesucristo durante miles de años y había llegado el esperado momento de Su nacimiento. El libro de 3 Nefi comienza al final de esos cinco años.

• Si hubieras sido uno de los que creyeron a Samuel, ¿qué crees que habrías sentido en ese momento?

Al estudiar, busca similitudes entre las circunstancias de 3 Nefi 1 y las de nuestros días. Si lo deseas, marca palabras y frases significativas que fortalezcan tu confianza en Dios y en las palabras de Sus profetas.

Los creyentes nefitas

Al principio de 3 Nefi 1, nos enteramos de que Nefi, el hijo de Helamán, había partido de la tierra y que su hijo Nefi era el profeta entre los nefitas entonces.

Lee 3 Nefi 1:4–9 y busca los desafíos que enfrentaron los creyentes nefitas en ese momento.

• ¿Qué crees que permitió a algunos “espera[r] firmemente” (versículo 8) a pesar de la amenaza de muerte?

Podría invitar a los alumnos a leer y analizar las preguntas siguientes en grupos pequeños. A continuación, un alumno de cada grupo podría escribir en la pizarra la respuesta de su grupo a la última pregunta.

Lee 3 Nefi 1:10–14 para saber lo que sucedió después.

• ¿Cómo te imaginas que se sintió Nefi cuando escuchó la voz del Señor?

• ¿Qué crees que el Señor quería que Nefi y el pueblo entendieran?

• ¿Qué verdades hallas en estos versículos?

Las palabras de los profetas se cumplirán

Entre las diversas verdades que se encuentran en estos versículos, aprendemos la siguiente: El Señor cumplirá todas las palabras que Él ha hablado por medio de Sus profetas. Si lo deseas, marca esa verdad en el versículo 13.

Otras verdades que los alumnos podrían reconocer en estos versículos son las siguientes: El Señor escuchará nuestras oraciones por otras personas. Jesucristo vino al mundo para cumplir la voluntad del Padre.

Considere pedir a los alumnos que, de dos en dos, lean los versículos siguientes.

Lee 3 Nefi 1:15–22 y busca cómo respondió el pueblo cuando se cumplió la profecía.

Podría analizar las preguntas siguientes (u otras que se le ocurran) para ayudar a los alumnos a relacionar las Escrituras con su propia vida.

• ¿Por qué crees que la gente respondió de manera tan diferente?

• ¿Cómo se fortalecieron los creyentes durante esta experiencia?

• ¿De qué manera podría esta experiencia aumentar tu confianza en el plan del Señor para tu vida?

Tu experiencia

Al igual que los nefitas de 3 Nefi 1, vivimos en una época que puede parecer llena de incertidumbre en cuanto al futuro. ¿Cómo podemos tener confianza en el Señor y en las palabras que ha comunicado por medio de Sus profetas?

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

La fidelidad no es ser insensato ni fanático. Más bien, es confiar y depositar nuestra confianza en Jesucristo como nuestro Salvador, en Su nombre y en Sus promesas. Al “seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres” [2 Nefi 31:20], somos bendecidos con una perspectiva y una visión eternas que se extienden mucho más allá de nuestra limitada capacidad mortal. Se nos permitirá “congreg[arnos] y permane[cer] en lugares santos” [Doctrina y Convenios 101:22] y “no se[r] movidos, hasta que venga el día del Señor” [Doctrina y Convenios 87:8] (David A. Bednar, “Con esto los probaremos”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 11).

Dé a los alumnos tiempo suficiente para que mediten sobre lo que se indica a continuación. Según sea necesario, comparta algunas de las situaciones mencionadas. Podría resultar útil que los alumnos anoten sus ideas en su diario de estudio. Sea sensible y tenga en cuenta que algunos alumnos se podrían emocionar al pensar en sus desafíos personales. Siga las impresiones del Espíritu mientras trata de dirigirlos al Salvador.

Piensa en por qué podrías tener dificultades para tener fe en Dios al mismo tiempo que sientes incertidumbre o miedo en cuanto a tu vida. Estas razones son personales para cada uno, pero podrían incluir lo siguiente:

• Ser ridiculizado o atacado por tus creencias sobre Jesucristo

• Tener relaciones familiares problemáticas, como padres separados por el divorcio

• Experimentar ansiedad o depresión

• Preocuparte por seres queridos que sienten atracción por personas del mismo sexo

• Sufrir una adicción o tener dificultades para superar hábitos dañinos

• Temer que las bendiciones del Evangelio sean inalcanzables

• Sentirte indigno o sentir que no has sido perdonado

En Juan 16:33, Jesús dijo: “… En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al mundo”.

• ¿Qué han revelado los profetas acerca de Jesucristo que podría inspirarte a mantener la fe en Él? (Si lo deseas, lee Alma 7:11–13; Éter 12:27; Isaías 25:8–9). ¿Cómo crees que Él puede ayudarte en tus circunstancias?

• El confiar en el Señor o en las palabras de Sus profetas en un momento de incertidumbre o miedo, ¿en qué ocasiones te ha fortalecido a ti o ha fortalecido a alguien que conoces? ¿Cómo podría ayudarte el recordar esa experiencia a reconocer Su ayuda en tu vida?

De acuerdo con la inspiración del Espíritu, podría pedir a los alumnos que compartan lo que más les haya llamado la atención hoy. Considere compartir su testimonio de Jesucristo y su confianza en las palabras proféticas y en las profecías acerca de Él.

Si lo deseas, anota tus sentimientos sobre lo que has aprendido hoy. Podrías incluir las acciones que te sentiste inspirado a realizar o la forma en la que te ves fortalecido al comprender que Dios cumple las palabras que Él habla por medio de Sus profetas.

Comentarios e información de contexto

¿Qué puedo hacer para mantenerme fuerte cuando se cuestionan mis creencias sobre Jesucristo?

El obispo Richard C. Edgley, quien fue Primer Consejero del Obispado Presidente, enseñó lo siguiente:

Debido a los conflictos y desafíos que enfrentamos en el mundo de hoy, quisiera sugerir una sola opción: una opción de paz y protección, una opción que es adecuada para todos. Esa opción es la fe […]. Escojan la fe en lugar de la duda; escojan la fe en lugar del temor; escojan la fe en lugar de lo desconocido y lo que no se ve; y escojan la fe en lugar del pesimismo […].

Cuando la lógica, el razonamiento o el intelecto personal estén en desacuerdo con enseñanzas o doctrina sagradas, o si mensajes contradictorios atacan sus creencias […], escojan no desechar la semilla de su corazón a causa de la incredulidad (véase Alma 32:28). Recuerden, no recibimos un testimonio sino hasta después de la prueba de nuestra fe (véase Éter 12:6) (Richard C. Edgley, “Fe: Tú escoges”, Liahona, noviembre de 2010, págs. 31, 32–33).

3 Nefi 1:14. ¿Cómo puede Jesucristo cumplir tanto la voluntad del Padre como la del Hijo?

El élder Bruce R. McConkie [1915–1985], del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Está claro que [Jesucristo] es el Hijo por causa de la carne, es decir, que nació en el mundo como los demás mortales. Tenía un cuerpo que fue concebido y nutrido en el vientre de una mujer mortal. Resulta más difícil imaginar cómo es que era el Padre por causa de Sí mismo. Esto solo se puede interpretar como que Él [el Salvador] era el Padre porque tenía el poder del Padre, que Su voluntad fue absorbida en la voluntad del Padre, que podía hacer todas las cosas debido a Su herencia de ese Ser Supremo […].

Cristo es Dios y viene a redimir a Su pueblo. Él es el Hijo porque nació en la vida terrenal. Él es el Padre porque hereda de Su Padre todo el poder de la omnipotencia, y lo que dice y lo que hace se convierten y son las palabras y las obras de Aquel cuyo nombre lleva (Bruce R. McConkie, The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, págs. 371–373).

3 Nefi 1:22. ¿Cómo puedo evitar ser engañado por las mentiras que difunde Satanás en la actualidad?

El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

Satanás, nuestro adversario, desea que fracasemos. Él esparce mentiras como parte de su esfuerzo para destruir nuestra creencia. Astutamente sugiere que el que duda, el escéptico y el cínico son sofisticados e inteligentes, mientras que aquellos que tienen fe en Dios y en Sus milagros son ingenuos, ciegos o les han lavado el cerebro. Satanás sostendrá que es socialmente aceptable dudar de los dones espirituales y de las enseñanzas de los profetas verdaderos.

Desearía que pudiese ayudar a todos a comprender este hecho sencillo: creemos en Dios a causa de las cosas que sabemos con el corazón y la mente, no por las cosas que no sabemos. A veces, nuestras experiencias espirituales son demasiado sagradas para explicar en términos mundanos, pero eso no significa que no sean reales (Dieter F. Uchtdorf, “No temas, cree solamente”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 78).

Actividades de aprendizaje complementarias

3 Nefi 1:22–26. Cuando afrontamos las mentiras de Satanás, podemos elegir creer en Jesucristo y ser convertidos

Si lo desea, ayude a los alumnos a ver la relevancia entre los acontecimientos registrados en 3 Nefi 1 y nuestra vida actual antes de la segunda venida de Jesucristo. Invite a los alumnos a pensar en los desafíos que enfrentan para ejercer fe y cómo responden los jóvenes. Lee 3 Nefi 1:22–26 y busca cómo respondieron los nefitas creyentes. Los alumnos podrían reconocer un principio similar a este: Cuando afrontamos las mentiras de Satanás, podemos elegir creer en Jesucristo y ser convertidos.

Si lo desea, analicen preguntas similares a las siguientes:

• ¿Cuáles son algunas de las mentiras de Satanás que enfrentan los jóvenes en la actualidad?

• ¿Cómo los ha ayudado su fe en Jesucristo a evitar o ignorar las mentiras de Satanás?

• ¿Cómo los ha ayudado a convertirse la decisión de creer y seguir a Jesucristo?

Confiar en las palabras de los profetas de los últimos días

Durante la parte de la lección titulada “Tu experiencia”, podría invitar a los alumnos a estudiar las palabras recientes del profeta y los Apóstoles actuales. Podría compartir una breve situación hipotética sobre un adolescente cuyas creencias en el Padre Celestial y en Jesucristo son objeto de burla o ridiculización por parte de sus compañeros, y luego hacer las preguntas siguientes.

• ¿De qué manera se sienten apoyados y fortalecidos al saber que el Señor cumple las palabras que Él habla por medio de Sus profetas?

• ¿Qué palabras recientes de los profetas fueron especialmente significativas en su esfuerzo por vivir sus creencias en momentos difíciles?