“3 Nefi 2–5: ‘Preparados […] con la fuerza del Señor’”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“3 Nefi 2–5”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
3 Nefi 2–5
“Preparados […] con la fuerza del Señor”
Así como enfrentamos desafíos que culminarán con el regreso del Salvador, los nefitas enfrentaron desafíos en los años precedentes a Su venida. Los ladrones de Gadiantón amenazaban con destruir a los nefitas. Sin embargo, los nefitas “se hallaban preparados para resistirlos […] con la fuerza del Señor” (3 Nefi 4:10). Al igual que los nefitas, podemos superar los desafíos si estamos preparados. Esta lección puede ayudarte a recibir la fuerza del Señor al estar preparado espiritual y temporalmente.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Estar preparados
Piensa en alguna ocasión de tu vida en la que te hayas sentido preparado o poco preparado.
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¿Cuál era la situación y por qué te sentías preparado o poco preparado?
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Si no te sentías preparado, ¿qué has hecho a fin de prepararte mejor para el futuro?
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¿Qué has hecho a fin de prepararte espiritualmente para los desafíos que estás enfrentando o que podrías enfrentar en el futuro?
Mientras estudias 3 Nefi 2–5, busca la guía del Espíritu para saber lo que puedes hacer a fin de prepararte temporal y espiritualmente para el futuro.
Los preparativos de Laconeo
El profeta Samuel profetizó que habría una noche sin oscuridad como señal del nacimiento de Jesucristo. Cuando se cumplió esa profecía (véase 3 Nefi 1:15–19), “la mayor parte del pueblo creyó y se convirtió al Señor” (3 Nefi 1:22). Sin embargo, después de unos años, algunos comenzaron a dejar de creer.
Lee 3 Nefi 1:27–30 y 3 Nefi 2:1–3, y busca las razones por las que algunas personas se alejaron del Señor.
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¿Qué lecciones podemos aprender de estos versículos que nos ayuden a permanecer fieles al Señor en nuestros días?
Los ladrones de Gadiantón aumentaron en número y lucharon contra los nefitas. Como respuesta, “los lamanitas que se habían convertido al Señor se unieron a sus hermanos, los nefitas” (3 Nefi 2:12). Giddiani, el líder de los ladrones de Gadiantón, escribió una carta a Laconeo, el juez superior de los nefitas. En ella, amenazaba con destruir a los nefitas si no se rendían (véase 3 Nefi 3:1–10).
Lee 3 Nefi 3:11–12 y busca cómo respondió Laconeo.
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¿Qué evidencias ves de la fe de Laconeo en el Señor?
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¿Qué preparativos crees que fueron más útiles? ¿Por qué?
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¿Cómo crees que esos preparativos los ayudaron a confiar en el Señor?
Lee 3 Nefi 4:7–12 y busca cómo fueron bendecidos los nefitas gracias a sus preparativos espirituales y temporales.
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¿Qué principios aprendemos de este relato? (véase 3 Nefi 4:10).
Uno de los principios que aprendemos de este relato es el siguiente: Si nos preparamos espiritual y temporalmente, el Señor nos fortalecerá para que podamos vencer o sobrellevar los desafíos.
Los preparativos en nuestros días
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Elige uno o varios preparativos de tu lista. ¿Cómo pueden ayudarnos a superar los desafíos específicos que enfrentamos en nuestros días?
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¿De qué manera crees que nuestra preparación permite que el Señor nos fortalezca?
Los ladrones de Gadiantón sitiaron a los nefitas, pero fracasaron porque estos recibieron ayuda divina durante su preparación. Finalmente, los ladrones de Gadiantón se retiraron. El ejército nefita les cortó la retirada y los ladrones se entregaron como prisioneros o los mataron (véase 3 Nefi 4:16–27).
Lee 3 Nefi 4:30–33; 5:1–4, y busca cómo respondió el pueblo al ser fortalecido por el Señor.
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¿De qué manera su respuesta demostró su fe en Dios?
Reflexiona sobre alguna ocasión en la que hayas sentido la fuerza del Señor al prepararte temporal y espiritualmente.
El presidente Russell M. Nelson testificó de las bendiciones de estar preparado:
El adversario nunca deja de atacar, así que nunca podemos dejar de prepararnos. Cuanto más autosuficientes seamos —temporal, emocional y espiritualmente—, más preparados estaremos para frustrar los incesantes ataques de Satanás […].
No digo que los días venideros serán fáciles, pero les prometo que el futuro será glorioso para los que están preparados y siguen preparándose para ser instrumentos en las manos del Señor (Russell M. Nelson, “Acoger el futuro con fe”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 75, 76).
Piensa en un desafío, una situación o un acontecimiento para el cual debes prepararte. Reflexiona sobre cuán preparado te sientes hoy. Busca la guía del Espíritu al responder estas preguntas:
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¿Qué medidas específicas podrías tomar para prepararte?
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¿Cómo puedes incluir al Señor en tus preparativos?