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Mormón 3: “Todos tendréis que comparecer ante el tribunal de Cristo”


“Mormón 3: ‘Todos tendréis que comparecer ante el tribunal de Cristo’”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024

“Mormón 3”, El Libro de Mormón: Manual del maestro

Mormón 3

“Todos tendréis que comparecer ante el tribunal de Cristo”

El Juicio Final

¿Te has preguntado alguna vez cómo será el Juicio Final? Mientras Mormón observaba la maldad de su pueblo, enseñó acerca de quién nos juzgará y cómo seremos juzgados en ese Juicio Final. Esta lección te ayudará a prepararte para presentarte con confianza y gozo ante Jesucristo en el Juicio Final.

Invitar a los alumnos a hacer preguntas. Cuando trate temas de las Escrituras sobre los que los alumnos puedan tener preguntas de forma natural, busque oportunidades para permitirles expresar esas preguntas en clase. Invítelos a buscar respuestas a lo largo de la lección y en su propio estudio personal.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a acudir preparados para compartir las preguntas que tengan sobre el Juicio Final. Podría utilizar una encuesta anónima para permitir que los alumnos envíen sus preguntas antes de la clase. Esas preguntas podrían guiarlo en la preparación de una lección que satisfaga sus necesidades.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

El examen final

La intención de la actividad siguiente es ayudar a los alumnos a reconocer la importancia de estar preparados para el Juicio Final.

Antes de que comience la clase, podría preparar y mostrar instrucciones que parezcan indicar que durante la clase de hoy habrá un examen final sorpresa o una evaluación. Luego, para comenzar la clase, podría hacer varias preguntas difíciles a los alumnos como las siguientes:

  1. ¿Cuántos versículos hay en el Libro de Mormón?

  2. ¿Cuántas veces se menciona a Cristo por uno de Sus nombres o títulos en el Libro de Mormón?

  3. ¿Cuántos lamanitas se convirtieron gracias a las enseñanzas de Nefi y Lehi en Helamán 5?

Piensa en si podrías responder estas preguntas correctamente sin preparación.

  • ¿Cómo te sentirías si tu maestro te hubiera informado de antemano sobre el examen y te hubiera dado una guía de estudio para prepararte?

  • Aunque en el Juicio Final no se nos pedirá que demos datos al azar sobre las Escrituras, ¿de qué manera podría compararse el Juicio Final con un examen que todos pasaremos algún día? ¿De qué maneras será diferente a tomar un examen académico?

Una forma en que los alumnos podrían responder a la pregunta anterior consiste en recalcar que el juicio tendrá más en cuenta lo que hemos llegado a ser que lo que sabemos (véase Dallin H. Oaks, “El desafío de lo que debemos llegar a ser”, Liahona, enero de 2001, págs. 40–43). Invite a los alumnos a reflexionar en silencio sobre sus sentimientos en cuanto al Juicio Final. El párrafo siguiente podría usarse para ayudar a guiar sus pensamientos.

Medita cuán preparado te sientes para el Juicio Final. ¿Sabes cómo prepararte? ¿Por qué deseas prepararte?

El Padre Celestial y Jesucristo te aman y te han dado las Escrituras a fin de ayudarte a saber sobre el día en que “comparecer[ás] ante el tribunal de Cristo” (Mormón 3:20) y para ayudarte a prepararte para ese momento. Mientras estudias, busca verdades que puedan ayudarte a estar preparado para presentarte con confianza y gozo ante Jesucristo en el Juicio Final.

Mormón enseñó acerca del Juicio Final

Mormón amaba a los nefitas y los dirigió en la batalla muchas veces. Les rogó que se arrepintieran de su iniquidad y se volvieran al Salvador. Sin embargo, rechazaron al Señor y se jactaron de sus propias fuerzas, haciendo juramentos sagrados que se les había enseñado que no debían usar nunca, por lo que Mormón se negó a dirigirlos durante un tiempo (véase Mormón 3:10–16). Luego, Mormón enseñó acerca del Juicio Final que afrontaría todo el género humano.

Podría mostrar o proporcionar a los alumnos el cuadro siguiente y luego invitarlos a completarlo con un compañero o un grupo pequeño.

En la parte izquierda del cuadro, haz una lista de las preguntas que tengas sobre el Juicio Final, como los ejemplos que se ofrecen.

Preguntas que tengo sobre el Juicio Final

Respuestas, ideas e impresiones que recibí

Preguntas que tengo sobre el Juicio Final

¿Quién me juzgará?

Respuestas, ideas e impresiones que recibí

Preguntas que tengo sobre el Juicio Final

¿Cuándo se me juzgará?

Respuestas, ideas e impresiones que recibí

Después de que cada par de alumnos o grupo haya enumerado sus preguntas, invítelos a compartirlas con otro par de alumnos o con otro grupo. Podría invitar a los alumnos a hacer una lista de algunas de sus preguntas en la pizarra para utilizarlas más adelante en la lección.

Lee las palabras de Mormón en Mormón 3:18–22; 6:17–22 para buscar respuestas a las preguntas que enumeraste. Haz una lista de las ideas que encuentres en la columna derecha del cuadro e incluye la referencia de las Escrituras donde encontraste cada idea.

El tribunal de Cristo

Una verdad que aprendemos de esos pasajes es la siguiente: Todos compareceremos ante el tribunal de Cristo para ser juzgados por nuestras obras, ya sean buenas o malas. Si lo deseas, marca las frases que enseñan esta verdad en Mormón 3:20.

  • ¿Por qué podría ser reconfortante saber que el Salvador es nuestro Juez? (Anota tu respuesta en la columna derecha del cuadro).

A fin de obtener ayuda para responder la pregunta anterior, podrías leer Alma 7:11–13 en busca de lo que el Salvador experimentó que le permite entendernos perfectamente en el Juicio. También podrías escuchar una declaración del presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, en “El gran plan”, desde 14:06 hasta 14:51, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

16:3

Podría mantener a los alumnos divididos de dos en dos o en grupos pequeños para realizar la actividad siguiente y asignar a cada grupo uno de los recursos de estudio.

Es posible que todavía tengas preguntas e inquietudes en cuanto al Juicio Final. Busca respuestas e ideas adicionales utilizando los recursos siguientes u otras fuentes divinas. Enumera las ideas que descubras en la columna derecha del cuadro.

Se podría invitar a un miembro de cada grupo a compartir ideas que provengan de las fuentes que el grupo estudió para que toda la clase pueda aprender de cada uno de los recursos.

Si los alumnos tienen preguntas sobre quién participará en nuestro juicio, podría compartir las referencias de las Escrituras del primer apartado de la sección “Comentarios e información de contexto”.

Si lo deseas, también podrías escuchar otras enseñanzas del presidente Oaks sobre el Juicio Final en “El amor divino en el plan del Padre”, desde 1:44 hasta 3:32, o “Limpios mediante el arrepentimiento” desde 8:09 hasta 12:03, ambos videos disponibles en LaIglesiadeJesucristo.org.

14:47
15:27

Dirija a los alumnos a las preguntas que se anotaron en la pizarra anteriormente. Podría dar un marcador a varios alumnos para que escriban las respuestas que encontraron junto a las preguntas correspondientes. Luego, pida a los alumnos que entreguen los marcadores a otros para que hagan lo mismo. Repita la actividad hasta que todos los alumnos que estén dispuestos escriban algo que hayan encontrado. Luego, invite a los alumnos a compartir sus respuestas a las preguntas siguientes:

  • ¿Qué verdades sobre el Padre Celestial, Jesucristo, el arrepentimiento y el Juicio Final compartirías con alguien que está nervioso por el Juicio Final? ¿Por qué?

Es posible que haya declaraciones en la sección “Comentarios e información de contexto” que puedan ayudar a los alumnos a responder la pregunta anterior.

Confianza en el día del juicio

Invite a los alumnos a meditar en silencio sobre lo siguiente:

Piensa en cómo te has sentido durante este estudio. ¿Sientes más o menos confianza y gozo con respecto al Juicio Final que antes de esta lección? ¿Por qué te sientes así? ¿Qué te inspira a hacer el Espíritu Santo?

En tu diario de estudio, elabora un plan a fin de comenzar a prepararte con más intención para el Juicio Final. Medita y decide una acción que puedas llevar a cabo para ayudarte a sentir más confianza y gozo al prepararte para comparecer ante Cristo. Por ejemplo, el arrepentimiento diario y sincero es una manera poderosa de encontrar “felicidad y paz interior” (Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, pág. 67). Comprométete a llevar a cabo tu plan.