Nuevo Testamento 2023
26 diciembre – 1 enero. Somos responsables de nuestro propio aprendizaje


“26 diciembre – 1 enero. Somos responsables de nuestro propio aprendizaje”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Nuevo Testamento 2023 (2022)

“26 diciembre – 1 enero. Somos responsables de nuestro propio aprendizaje”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: 2023

Una familia mira un álbum de fotos

26 diciembre – 1 enero

Somos responsables de nuestro propio aprendizaje

Conforme lea los pasajes de las Escrituras de esta reseña y medite en ellos, anote las impresiones espirituales que reciba. Esto invitará al Espíritu durante su preparación. Ven, sígueme — Para uso individual y familiar y las siguientes ideas pueden ayudarle a inspirar a las personas de la clase a estudiar el Nuevo Testamento este año.

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Invitar a compartir

Uno de sus objetivos como maestro es alentar a los miembros de la clase a aprender de las Escrituras por sí mismos y con sus familias. Oír las experiencias de otras personas puede inspirarlos a procurar las suyas propias. Así pues, al comienzo de cada clase pídales que compartan pasajes que hayan estudiado de las Escrituras y que les hayan inspirado o impresionado.

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Enseñar la doctrina

Aprender requiere actuar con fe

  • ¿Cómo puede inspirar a los miembros de la clase para que tengan un papel más activo en su aprendizaje, en vez de depositar esa responsabilidad totalmente en el maestro? Idea adicional: Tírele un objeto suave a un miembro de la clase al cual le haya pedido con antelación que no haga el intento de agarrarlo o atraparlo. Utilice esta actividad para iniciar un análisis sobre las funciones del maestro y el alumno en el aprendizaje del Evangelio. Cuando somos alumnos, ¿cómo “agarramos” o “atrapamos” lo que se enseña en las clases? Las citas que se encuentran en “Recursos adicionales” podrían servir para el análisis.

  • Todos los miembros de la clase tienen la responsabilidad de invitar al Espíritu durante la lección. A fin de ayudarles a entender esto, pídales que lean Alma 1:26 y Doctrina y Convenios 50:13–22; 88:122–123, y comenten lo que pueden hacer los maestros y los alumnos para invitar al Espíritu. Podría ser útil anotar sus respuestas en la pizarra bajo encabezados como: ¿Qué puede hacer el maestro? y ¿Qué pueden hacer los alumnos? Los miembros de la clase podrían elaborar un cartel con sus respuestas que pudiera exhibirse durante las semanas siguientes.

Necesitamos saber la verdad por nosotros mismos

  • Muchos pasajes del Nuevo Testamento enseñan principios que pueden guiar nuestra búsqueda de la verdad, como por ejemplo: Lucas 11:9–13; Juan 5:39; 7:14–17 y 1 Corintios 2:9–11. Podría invitar a los miembros de la clase a que lean estos pasajes durante su estudio personal y compartan lo que aprendan, o podrían leerlos como clase e invitarlos a que relaten cómo obtuvieron sus testimonios.

    Jóvenes en un salón de clase

    Tratar de aprender por la fe nos ayudará a obtener nuestro propio testimonio.

  • En Hechos 17:10–12 se describe a santos que escudriñaron las Escrituras y obtuvieron sus propios testimonios de la verdad. A fin de alentar a los miembros de la clase a seguir ese ejemplo, lean juntos estos versículos e invítelos a hablar sobre pasajes de las Escrituras que hayan fortalecido sus testimonios del Evangelio.

¿Qué podemos hacer para que nuestro estudio de las Escrituras sea más significativo?

  • Desarrollar el hábito de estudiar las Escrituras podría resultar difícil para los miembros de la clase que consideran que no tienen el tiempo, la comprensión ni las aptitudes suficientes. ¿Qué puede hacer para ayudarles a lograrlo? A fin de ayudar a los miembros de la clase a ganar confianza para estudiar las Escrituras, podría compartir los consejos de “Ideas para mejorar su estudio personal de las Escrituras” que se halla en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar. Tal vez usted o un miembro de la clase podrían relatar experiencias que hayan tenido al poner en práctica algunas de estas ideas u otras experiencias significativas durante su estudio de las Escrituras. También podría seleccionar un capítulo del Nuevo Testamento e intentar estudiarlo como clase valiéndose de algunas de esas ideas.

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Recursos adicionales

Reclamar conocimiento espiritual para nosotros mismos

El profeta José Smith enseñó: “Las cosas de Dios son de profunda importancia, y solo se pueden descubrir con el tiempo, la experiencia y los pensamientos cuidadosos, reflexivos y solemnes. Tu mente, ¡oh hombre!, si quieres llevar un alma a la salvación, debe elevarse a la altura del último cielo, y escudriñar y contemplar el abismo más oscuro y la ancha expansión de la eternidad; debes tener comunión con Dios. ¡Cuánto más dignos y nobles son los pensamientos de Dios que las vanas imaginaciones del corazón humano!” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 281).

El élder David A. Bednar explicó: “Si todo lo que ustedes o yo sabemos acerca de Jesucristo y Su evangelio restaurado es lo que otras personas nos enseñan o nos dicen, entonces el fundamento de nuestro testimonio de Él y de Su obra gloriosa de los últimos días está cimentado en la arena. No podemos confiar exclusivamente o valernos de la luz y el conocimiento del Evangelio de otras personas, aun de aquellos a quienes amamos y en quienes confiamos” (“Preparados para recibir cuanto fuere necesario”, Liahona, mayo de 2019, pág. 103).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Manténgase centrado en la doctrina. Asegúrese de que los análisis en clase se centren en las Escrituras y las enseñanzas de los profetas. Puede lograr esto al hacer preguntas como estas: “¿Qué verdades del Evangelio aprendemos de los comentarios que hemos escuchado?” o “¿Puede alguien compartir una Escritura que se relacione con lo que hemos analizado?” (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 20–21).