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Lección 13—Doctrina y Convenios 3: “No debiste haber temido al hombre más que a Dios”


“Lección 13—Doctrina y Convenios 3: ‘No debiste haber temido al hombre más que a Dios’”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

“Doctrina y Convenios 3”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario

Lección 13: Doctrina y Convenios 3-5

Doctrina y Convenios 3

“No debiste haber temido al hombre más que a Dios”

un joven que se aleja de sus amigos

A veces, podemos sentirnos presionados por otras personas a desobedecer a Dios. José Smith sintió una presión similar cuando Martin Harris quiso llevarse las páginas traducidas del Libro de Mormón. Sin embargo, José aprendió que esos son los momentos en que debemos ser fieles a Dios y no ceder a la presión de los demás. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir un mayor deseo de confiar en Dios más que en otras personas.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Las presiones de la vida

Para comenzar la clase, muestre a los alumnos un objeto blando, como un juguete de peluche o una almohada. Diga a los alumnos que ese objeto podría representarlos a ellos. Por cada respuesta que den a las preguntas siguientes, invite a un alumno a colocar un libro o un objeto pesado encima del objeto blando. A medida que el objeto se aplana, invite a los alumnos a meditar si alguna vez se sienten presionados de esa manera.

  • ¿Qué presiones experimentan los adolescentes en su vida?

  • ¿Cuántas de esas presiones provienen de tratar de complacer a los demás?

Dedica un minuto a reflexionar sobre cuánta presión sientes de complacer a los demás y por qué.

En esta lección, estudiarás cómo el profeta José Smith sintió la presión de complacer a Martin Harris y lo que el Salvador le enseñó en esa situación. A medida que estudies, busca la guía del Espíritu Santo para encontrar verdades que puedan ayudarte cuando sientas esa presión.

“¡Todo está perdido!”

Las siguientes son ideas para ayudar a los alumnos a entender el importante contexto histórico que se encuentra a continuación:

  1. Entregue el texto a un alumno antes de la clase e invítelo a resumirlo para todos.

  2. Invite a los alumnos a compartir lo que sepan acerca de las 116 páginas perdidas de la traducción original del Libro de Mormón. Explique la información que los alumnos no compartan.

  3. Muestre parte del texto siguiente al que le faltan algunas palabras clave y vea si los alumnos pueden completar la información. Complete lo que los alumnos no sepan.

  4. Muestre el video “La obra de Dios” (ChurchofJesusChrist.org) desde 2:25 hasta 8:45. O bien, podría elegir mostrar este video cuando estudien Doctrina y Convenios 10.

    13:34

Martin Harris era un ciudadano respetado de Palmyra y un granjero exitoso; además, era una de las pocas personas de la zona que creían en José Smith. Aunque tenía casi el doble de su edad, Martin era amigo de José y le dio dinero para que pudiera mudarse a Harmony, Pensilvania, a fin de traducir el Libro de Mormón sin que nada lo perturbara. Martin también se sacrificó para viajar allí él mismo y servir como escribiente.

Lucy, la esposa de Martin, no apoyaba su participación en la traducción del Libro de Mormón. Martin le preguntó a José si podía mostrarle a Lucy las primeras 116 páginas de la traducción como evidencia de su trabajo. José oró al respecto dos veces y en ambas ocasiones se le dijo que no permitiera que Martin se llevara las páginas.

José oró por tercera vez y el Señor le dio permiso bajo condiciones estrictas. Martin llevó las páginas a Palmyra para mostrárselas a su esposa.

  • ¿Por qué crees que José no obedeció las primeras dos respuestas que recibió del Señor?

Podría recrear la actividad del principio de la lección para mostrar la presión a la que estaba sometido José.

El día después de que Martin partió, Emma Smith dio a luz al primer hijo de José y de ella, un varón. Trágicamente, el bebé solo vivió unas pocas horas, y parecía que Emma también podría morir. Afortunadamente, la salud de Emma comenzó a mejorar después de un par de semanas. Aunque José no quería dejar de estar a su lado, Emma lo instó a viajar a Palmyra y preguntar sobre el manuscrito.

Cuando José llegó a la casa de sus padres, invitaron a Martin a desayunar. Martin tardó más de cuatro horas en llegar. Cuando finalmente llegó y se sentó, exclamó con llanto: “¡He perdido mi alma!”. No había seguido estrictamente las instrucciones y había perdido el manuscrito.

“¡Oh, Dios mío! ¡Dios mío!… ¡Todo está perdido!”, dijo José. “¿Debo regresar a mi esposa con este cuento? ¿Y cómo podré presentarme ante el Señor?”.

Después de que José regresó a Harmony, Moroni se le apareció y se llevó las planchas (véase Santos, tomo I, págs. 50–54).

  • ¿Por qué crees que José sentía que todo estaba perdido?

Poco después de esa experiencia, el Señor habló a José Smith, disciplinándolo y dándole palabras de consuelo.

Temer a Dios más que al hombre

Lee Doctrina y Convenios 3:1–10. Determina lo que el Señor deseaba que José aprendiese de esa experiencia.

Aliente a los alumnos a estudiar lenta y cuidadosamente, buscando varias lecciones.

ícono de capacitaciónInvite a los alumnos a descubrir verdades por sí mismos: La pregunta siguiente tiene por objeto ayudar a los alumnos a reconocer la verdad por sí mismos. Para obtener capacitación adicional sobre preguntas que ayuden a los alumnos a descubrir la doctrina y los principios por sí mismos, véase la capacitación titulada “Aprenda la doctrina de Jesucristo por usted mismo”, que se encuentra en Habilidades para el desarrollo del maestro: Enseñar la doctrina.

  • ¿Cuáles son algunas de las lecciones que encontraste?

Los siguientes son ejemplos de principios que los alumnos podrían encontrar:

  • Las obras de Dios no se pueden frustrar (véase Doctrina y Convenios 3:1). Si los alumnos reconocen esta verdad, podría pedirles que compartan por qué es importante entenderla y cómo pudo haber consolado a José Smith.

  • Dios es misericordioso (véase Doctrina y Convenios 3:10). Eso incluye las ocasiones en las que hemos cedido a la presión de los demás para desobedecerlo. Si los alumnos identifican esta verdad, considere hacer preguntas como las siguientes: “¿De qué manera el recordar la misericordia del Salvador pudo haber ayudado al profeta José Smith en ese momento?” “¿Cómo podría ayudarnos el comprender Su misericordia cuando necesitemos cambiar?”.

  • Cuando tememos a Dios más que al hombre, Él nos apoya en momentos de dificultad (véase Doctrina y Convenios 3:7–8). El resto de la lección se centrará en este principio.

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que significa temer a Dios:

Élder D. Todd Christofferson

Muchos pasajes de las Escrituras nos aconsejan temer a Dios. Hoy en día, la palabra temor generalmente se interpreta como “respeto”, “reverencia” o “amor”; es decir, temer a Dios equivale a amarle o respetarlo a Él y a Su ley […].

Debemos amarlo y reverenciarlo de tal manera que temamos hacer algo malo ante Sus ojos, sean cuales sean las opiniones o la presión de los demás (D. Todd Christofferson, “A Sense of the Sacred”, charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos, 7 de noviembre de 2004, págs. 6–7, broadcasts.ChurchofJesusChrist.org).

  • ¿Cómo resumirías en tus propias palabras lo que el élder Christofferson enseñó acerca de temer a Dios?

Cuando somos fieles, Dios nos apoya en cada momento de dificultad

Si lo desea, escriba El Señor puede apoyarme en momentos de dificultades porque Él… en la pizarra.

Escribe la frase El Señor puede apoyarme en momentos de dificultades porque Él… en tu diario de estudio. Completa esta declaración siguiendo una o varias de las indicaciones siguientes:

  1. Haz una lista de la ayuda y el apoyo que Jesucristo puede darte y que otras personas no pueden.

  2. Haz una lista de las ocasiones de tu vida en que elegiste ser fiel al Señor, incluso cuando otras personas te presionaban para que lo desobedecieras, y Él te brindó apoyo. También podrías usar ejemplos de las Escrituras.

    Los alumnos también podrían escribir algunas de sus respuestas en la pizarra. Es posible que los alumnos necesiten ayuda para reconocer los relatos de las Escrituras en los que Dios apoya a personas que afrontaron oposición, pero permanecieron fieles a Él. Podría darles los siguientes ejemplos: Abinadí recibe poder de Dios para comunicar Su mensaje a pesar de las amenazas del rey Noé y sus sacerdotes (véase Mosíah 13:1–3); el Señor salva a Sadrac, Mesac y Abed-nego del horno ardiente (véase Daniel 3:23–25).

  • ¿Qué has escrito acerca del Salvador que sientas que sería de mayor utilidad recordar cuando te sientas tentado a complacer a los demás más que a Dios?

Como resultado de esa disciplina, José aprendió que Dios lo apoyaría conforme escogiera ser fiel. José siguió adelante con su vida confiando en los mandamientos y la guía de Dios, a pesar de que experimentó dolor, persecución, encarcelamientos e incluso la muerte (véanse Doctrina y Convenios 122135).

Medita y escribe en tu diario de estudio por qué es relevante para ti lo que aprendiste en esta lección. Podrías incluir lo que te gustaría recordar o hacer cuando te enfrentes a la presión de temer a los demás más que a Dios.

Considere testificar que las lecciones que José Smith aprendió de esa experiencia difícil le ayudaron a ser más obediente a Dios a lo largo de su vida. Podría testificar acerca del apoyo que usted ha recibido de Dios al seguir Su consejo aun cuando era difícil hacerlo.