“Lección 13—Doctrina y Convenios 3: ‘No debiste haber temido al hombre más que a Dios’”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“Doctrina y Convenios 3”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Lección 13: Doctrina y Convenios 3-5
Doctrina y Convenios 3
“No debiste haber temido al hombre más que a Dios”
A veces, podemos sentirnos presionados por otras personas a desobedecer a Dios. José Smith sintió una presión similar cuando Martin Harris quiso llevarse las páginas traducidas del Libro de Mormón. Sin embargo, José aprendió que esos son los momentos en que debemos ser fieles a Dios y no ceder a la presión de los demás. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir un mayor deseo de confiar en Dios más que en otras personas.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Las presiones de la vida
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¿Qué presiones experimentan los adolescentes en su vida?
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¿Cuántas de esas presiones provienen de tratar de complacer a los demás?
Dedica un minuto a reflexionar sobre cuánta presión sientes de complacer a los demás y por qué.
En esta lección, estudiarás cómo el profeta José Smith sintió la presión de complacer a Martin Harris y lo que el Salvador le enseñó en esa situación. A medida que estudies, busca la guía del Espíritu Santo para encontrar verdades que puedan ayudarte cuando sientas esa presión.
“¡Todo está perdido!”
Martin Harris era un ciudadano respetado de Palmyra y un granjero exitoso; además, era una de las pocas personas de la zona que creían en José Smith. Aunque tenía casi el doble de su edad, Martin era amigo de José y le dio dinero para que pudiera mudarse a Harmony, Pensilvania, a fin de traducir el Libro de Mormón sin que nada lo perturbara. Martin también se sacrificó para viajar allí él mismo y servir como escribiente.
Lucy, la esposa de Martin, no apoyaba su participación en la traducción del Libro de Mormón. Martin le preguntó a José si podía mostrarle a Lucy las primeras 116 páginas de la traducción como evidencia de su trabajo. José oró al respecto dos veces y en ambas ocasiones se le dijo que no permitiera que Martin se llevara las páginas.
José oró por tercera vez y el Señor le dio permiso bajo condiciones estrictas. Martin llevó las páginas a Palmyra para mostrárselas a su esposa.
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¿Por qué crees que José no obedeció las primeras dos respuestas que recibió del Señor?
El día después de que Martin partió, Emma Smith dio a luz al primer hijo de José y de ella, un varón. Trágicamente, el bebé solo vivió unas pocas horas, y parecía que Emma también podría morir. Afortunadamente, la salud de Emma comenzó a mejorar después de un par de semanas. Aunque José no quería dejar de estar a su lado, Emma lo instó a viajar a Palmyra y preguntar sobre el manuscrito.
Cuando José llegó a la casa de sus padres, invitaron a Martin a desayunar. Martin tardó más de cuatro horas en llegar. Cuando finalmente llegó y se sentó, exclamó con llanto: “¡He perdido mi alma!”. No había seguido estrictamente las instrucciones y había perdido el manuscrito.
“¡Oh, Dios mío! ¡Dios mío!… ¡Todo está perdido!”, dijo José. “¿Debo regresar a mi esposa con este cuento? ¿Y cómo podré presentarme ante el Señor?”.
Después de que José regresó a Harmony, Moroni se le apareció y se llevó las planchas (véase Santos, tomo I, págs. 50–54).
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¿Por qué crees que José sentía que todo estaba perdido?
Poco después de esa experiencia, el Señor habló a José Smith, disciplinándolo y dándole palabras de consuelo.
Temer a Dios más que al hombre
Lee Doctrina y Convenios 3:1–10. Determina lo que el Señor deseaba que José aprendiese de esa experiencia.
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¿Cuáles son algunas de las lecciones que encontraste?
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que significa temer a Dios:
Muchos pasajes de las Escrituras nos aconsejan temer a Dios. Hoy en día, la palabra temor generalmente se interpreta como “respeto”, “reverencia” o “amor”; es decir, temer a Dios equivale a amarle o respetarlo a Él y a Su ley […].
Debemos amarlo y reverenciarlo de tal manera que temamos hacer algo malo ante Sus ojos, sean cuales sean las opiniones o la presión de los demás (D. Todd Christofferson, “A Sense of the Sacred”, charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos, 7 de noviembre de 2004, págs. 6–7, broadcasts.ChurchofJesusChrist.org).
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¿Cómo resumirías en tus propias palabras lo que el élder Christofferson enseñó acerca de temer a Dios?
Cuando somos fieles, Dios nos apoya en cada momento de dificultad
Escribe la frase El Señor puede apoyarme en momentos de dificultades porque Él… en tu diario de estudio. Completa esta declaración siguiendo una o varias de las indicaciones siguientes:
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Haz una lista de la ayuda y el apoyo que Jesucristo puede darte y que otras personas no pueden.
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Haz una lista de las ocasiones de tu vida en que elegiste ser fiel al Señor, incluso cuando otras personas te presionaban para que lo desobedecieras, y Él te brindó apoyo. También podrías usar ejemplos de las Escrituras.
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¿Qué has escrito acerca del Salvador que sientas que sería de mayor utilidad recordar cuando te sientas tentado a complacer a los demás más que a Dios?
Como resultado de esa disciplina, José aprendió que Dios lo apoyaría conforme escogiera ser fiel. José siguió adelante con su vida confiando en los mandamientos y la guía de Dios, a pesar de que experimentó dolor, persecución, encarcelamientos e incluso la muerte (véanse Doctrina y Convenios 122; 135).
Medita y escribe en tu diario de estudio por qué es relevante para ti lo que aprendiste en esta lección. Podrías incluir lo que te gustaría recordar o hacer cuando te enfrentes a la presión de temer a los demás más que a Dios.