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Lección 55: Doctrina y Convenios 41: El Señor se deleita en bendecirnos


“Doctrina y Convenios 41: El Señor se deleita en bendecirnos”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

“Doctrina y Convenios 41”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario

Lección 55: Doctrina y Convenios 41–44

Doctrina y Convenios 41

El Señor se deleita en bendecirnos

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Jesucristo saludando a un hombre ciego

Cuando el Profeta se juntó con los santos que enfrentaban dificultades en Ohio, el Señor testificó que Él se deleita en bendecir a aquellos que lo escuchan. El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a sentirse seguros de que el Señor los bendecirá a medida que lo escuchen y obedezcan.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿Cuán seguro estás de que…?

En la pizarra, dibuje un gráfico como el que se encuentra a continuación:

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Señala el lado derecho de la escala. Invite a los alumnos a compartir algo de lo que se sientan seguros y por qué.

Escriba la afirmación siguiente en la pizarra: El Señor nos bendecirá si lo escuchamos y obedecemos. Pida a los alumnos que utilicen la escala para clasificar cuán seguros están de esta afirmación en una escala del 1 al 5 (1 = Nada seguro, y 5 = Muy seguro). Invite a los alumnos a pensar en la razón por la que clasificaron su seguridad de esa manera.

  • ¿Qué diferencia puede marcar sentirte muy seguro de que el Señor te bendecirá?

Invite a los alumnos a buscar la ayuda del Señor para aumentar su seguridad de que Él los bendecirá a medida que se esfuercen por escucharlo y obedecerlo.

La actitud del Señor en cuanto a bendecirnos

En diciembre de 1830, el Señor mandó que los santos se trasladaran a Ohio (véase Doctrina y Convenios 37:3). Poco tiempo después, en enero y febrero de 1831, el profeta José Smith y su esposa, Emma, viajaron cientos de kilómetros hasta Kirtland, Ohio. Luego, el Profeta recibió una revelación con algunas instrucciones, conforme los Santos de otras regiones empezaron a establecerse en Kirtland.

Lee Doctrina y Convenios 41:1 y busca la actitud del Señor en cuanto a bendecir a quienes lo escuchan.

A medida que los alumnos hablen de lo que encontraron, escriba la verdad siguiente en la pizarra: El Señor se deleita en bendecir a quienes lo escuchan. Podría alentar a los alumnos a que marquen esta verdad en su ejemplar de las Escrituras.

  • ¿Qué crees que significa deleitarse en algo?

  • ¿Cuáles crees que son algunos de los “mayor[es] de todos los dones de Dios”? (Doctrina y Convenios 14:7).

  • ¿Cuáles son algunas de las maneras en que podemos escucharlo a Él?

Escuche las respuestas de los alumnos. Si cree que resultaría útil, invite a los alumnos a leer la declaración siguiente y a buscar maneras en que podemos escuchar al Señor.

El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente:

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Presidente Russell M. Nelson

Se requiere un esfuerzo consciente y constante para llenar nuestra vida diaria con Sus palabras, Sus enseñanzas y Sus verdades […].

Podemos acudir a las Escrituras. En ellas se nos enseña acerca de Jesucristo y Su evangelio, de la magnitud de Su expiación y del gran plan de felicidad y redención del Padre […]. Al deleitarnos diariamente en las palabras de Cristo, las palabras de Cristo nos dirán cómo responder a dificultades que jamás pensamos que íbamos a enfrentar.

También podemos escucharlo en el templo. La Casa del Señor es una casa de aprendizaje. Allí el Señor nos enseña a Su propia manera […].

Lo escuchamos a Él al dar oído a las palabras de los profetas, videntes y reveladores. Los apóstoles ordenados de Jesucristo siempre testifican de Él. Ellos nos indican el camino, en tanto avanzamos por el doloroso laberinto de nuestras experiencias terrenales (Russell M. Nelson, “Escúchalo”, Liahona, mayo de 2020, págs. 89, 90).

Considere pedir a los alumnos que repasen el versículo 1 para ver lo que les sucede a quienes se niegan a escuchar al Señor. Podría resultar útil señalar que la palabra “maldiciones”, tal como se usa en este versículo, se refiere a los juicios o las consecuencias.

  • ¿Por qué es importante saber que el negarse a escuchar al Señor puede traer consecuencias negativas?

Ejemplos de cómo el Señor bendice a quienes lo escuchan

Aliente a varios alumnos a compartir sus respuestas a las preguntas siguientes. Que ellos compartan su entusiasmo y amor puede ayudarlos a identificarse con el deleite del Señor. También podría ser una buena oportunidad para conocer mejor a los alumnos.

  • ¿Qué te gusta o en qué te deleitas?

Explique que hay muchos ejemplos de que el Señor verdaderamente se deleita en bendecir a quienes lo escuchan.

Lee los versículos siguientes para saber cómo bendice el Señor a Sus santos cuando lo escuchan.

Considere dividir la clase en grupos para leer los versículos y responder las preguntas correspondientes. Luego, los alumnos pueden compartir unos con otros lo que aprendieron.

Doctrina y Convenios 41:2–5

  • ¿Cómo podría ser una bendición el recibir la ley o guía del Señor? (Véase el versículo 3).

  • ¿Cómo podría ayudarnos el obedecer la ley del Señor y llegar a ser mejores discípulos de Cristo? (Véase el versículo 5).

Para ver un ejemplo moderno, lee o mira al presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) relatar la forma en que el Señor bendijo a alguien que lo escuchó y obedeció en la revista Liahona de julio de 2002. El video en inglés se encuentra en “We Walk by Faith [Por fe andamos]”, que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org, desde 7:30 hasta 12:39.

Ejemplos adicionales

Invite a los alumnos a buscar o pensar en al menos dos ejemplos adicionales que reafirmen su seguridad de que el Señor bendecirá a quienes lo escuchen. Aliéntelos a buscar la guía del Señor para encontrar ejemplos que los bendigan a ellos y a la clase.

  1. Busca un ejemplo de las Escrituras. Podría ser lo siguiente:

    1. El relato de una ocasión en que el Señor bendijo a quienes lo escucharon y obedecieron. (Algunos ejemplos son los siguientes: Cuando Noé construyó el arca y fue salvado del Diluvio [véase Génesis 6–8]; cuando Débora obedeció el mandamiento del Señor de liberar a Israel del cautiverio [Jueces 4:1–8, 13–15]; cuando María aceptó la función de ser la madre del Salvador y sintió las bendiciones del Señor [Lucas 1:38, 46–49]; cuando Nefi obtuvo las planchas de bronce [véase 1 Nefi 3–5]; cuando José Smith pudo proteger las planchas [véase José Smith—Historia 1:46, 60]; cuando José Smith y Oliver Cowdery se bautizaron mutuamente después de recibir el Sacerdocio Aarónico, y luego recibieron una manifestación del Espíritu Santo [véase José Smith—Historia 1:68–74]).

    2. Uno o varios versículos que testifiquen que el Señor nos bendecirá a medida que lo escuchemos y obedezcamos. (Algunos ejemplos son Malaquías 3:10; 1 Juan 3:22; Jarom 1:9; Mosíah 2:41; Doctrina y Convenios 19:38; 82:10; 89:1, 18–21; 130:21).

  2. Piensa en un ejemplo adicional. Podría ser lo siguiente:

    1. Una experiencia personal en la que el Señor te ha bendecido.

    2. Una experiencia de un amigo o un ser querido.

    3. Un discurso de la conferencia general.

    4. Un video de LaIglesiadeJesucristo.org.

Invite a los alumnos a escribir sus ejemplos en hojas de papel. Diga a los alumnos que lo que escriban se podría compartir con el resto de la clase. Reúna los papeles, mézclelos y luego elija algunos o invite a un alumno a hacerlo. Usted pudiera leer un ejemplo a la vez y pregunte si el alumno que lo escribió quiere compartir por qué escogió ese ejemplo. Pregunte de qué forma el ejemplo puede aumentar la confianza del alumno de que el Señor los bendecirá a medida que lo escuchen. A medida que los alumnos compartan, agradézcales su esfuerzo y trate de ayudarlos a sentir la importancia de compartir sus ideas y experiencias en clase.

Para concluir esta lección, anota tus pensamientos y sentimientos acerca de cómo el Señor nos bendice al escucharlo. ¿Te sientes seguro de que Él te bendecirá? ¿Qué haces actualmente para aumentar tu seguridad?

Considere invitar a los alumnos a compartir lo que aprendieron y sintieron en la clase de hoy. Comparta su propio testimonio y seguridad de que el Señor nos bendecirá cuando lo escuchemos.

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