Lección 64: Doctrina y Convenios 49–50

Doctrina y Convenios 49

El matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios

Existían muchas ideas y tradiciones falsas cuando comenzó a desarrollarse la Restauración. El Salvador corrigió con amor las ideas falsas y aclaró los puntos de la doctrina que eran esenciales para nuestra salvación, tales como el matrimonio y la familia. El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a comprender la importancia del matrimonio y la familia en el plan del Padre Celestial.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

El propósito de la tierra

Para comenzar la clase, podría mostrar ilustraciones que comuniquen lo que a usted le encanta acerca de la tierra. Haga preguntas a los alumnos como las siguientes:

• ¿Qué te encanta de la tierra?

• ¿Quién creó la tierra? (véanse Moisés 1:33; Abraham 3:22–24).

• ¿Cuáles son algunas de las razones por las que Jesucristo creó la tierra?

Es probable que los alumnos tengan varias respuestas diferentes a la última pregunta. Reconózcalas y agradézcales sus respuestas. Si los alumnos no hablan sobre el matrimonio o la familia, mencione que el presidente Russell M. Nelson proporcionó una razón adicional para la creación de la tierra. Comparta la declaración siguiente. Después de leer la declaración, podría pedir a los alumnos que compartan sus ideas al respecto. Anímelos a buscar evidencias que respalden esa declaración a lo largo de la lección.

Abreviando, la tierra se creó para que las familias fuesen (Russell M. Nelson, “La Creación”, Liahona, julio de 2000, pág. 104).

“El matrimonio lo decretó Dios”

Esta lección se enfocará en Doctrina y Convenios 49:15–17 y en la doctrina del matrimonio y la familia. Si cree que los alumnos podrían beneficiarse de un análisis de otros temas que se encuentran en la sección, considere utilizar la parte “Actividades de aprendizaje complementarias” de esta lección.

Poco después de que los santos comenzaran a establecerse en Kirtland, Ohio, un nuevo converso llamado Leman Copley quería que los misioneros predicasen el Evangelio a los miembros de su antiguo grupo religioso, los tembladores. Los tembladores creían que la Segunda Venida ya había sucedido y que Cristo había aparecido como una mujer llamada Ann Lee. Rechazaban el matrimonio y algunos tembladores prohibían comer carne. El profeta José Smith pidió al Señor mayor claridad y recibió Doctrina y Convenios 49. El Señor mandó a Sidney Rigdon, Parley P. Pratt y Leman Copley que llevaran la revelación a los tembladores y les predicaran la verdad.

Doctrina y Convenios 49:15–17 es un pasaje del Dominio de la doctrina. Podría invitar a los alumnos a marcar los pasajes del Dominio de la doctrina de una forma particular para que puedan encontrarlos con facilidad.

Lee Doctrina y Convenios 49:15–17 y busca las enseñanzas de Jesucristo acerca del matrimonio y la familia.

• ¿Qué preguntas tienes sobre los versículos?

• ¿Cómo podríamos resumir las enseñanzas del Salvador que están en esos versículos?

  Podría conceder a los alumnos unos momentos para pensar en declaraciones a modo de resumen. Luego, invite a algunos de ellos a escribir sus declaraciones en la pizarra. Para que los alumnos tengan éxito, quizá tenga que ayudar a aclarar algunas de las frases de los versículos. Ayúdelos a identificar verdades como las siguientes: El matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y se manda al esposo y la esposa a ser uno y tener hijos.

• ¿Por qué era importante que los tembladores y otras personas de la época de José Smith entendieran esas verdades?

  Quizás quiera señalar que los tembladores creían en el celibato total, o en abstenerse del matrimonio y de las relaciones sexuales. Luego, podrían analizar las creencias comunes de nuestra época que hacen que las personas rechacen el matrimonio. Podría utilizar una de las preguntas siguientes, o ambas.

• ¿Cuáles son algunas de las creencias mundanas que hacen que las personas rechacen el matrimonio en nuestra época?

• ¿Qué evidencias has visto de que Satanás intenta alterar o destruir el carácter sagrado del matrimonio y la familia en el plan del Padre Celestial?

El volante siguiente puede ayudar a los alumnos a comprender mejor las enseñanzas del Salvador sobre el matrimonio y la familia. Usted podría invitar a los alumnos a buscar un testimonio espiritual de la importancia del matrimonio y la familia mientras estudian. Podría dividir la clase por la mitad y asignar a cada mitad que estudie una sección del volante por su cuenta. Después de brindarles suficiente tiempo, agrupe a los alumnos de dos en dos, con un alumno de cada mitad de la clase en cada grupo. Invítelos a compartir entre ellos lo que aprendieron y a hablar sobre las preguntas de análisis.

El matrimonio y la familia son ordenados por Dios

El matrimonio entre el hombre y la mujer

Estudia:

Lee Marcos 10:6–9 y 1 Corintios 11:11, y la declaración siguiente de la hermana Bonnie L. Oscarson, quien prestó servicio como Presidenta General de las Mujeres Jóvenes. Busca enseñanzas sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer.

En las Escrituras se nos enseña que “en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón” [1 Corintios 11:11]. Para que una persona logre la plenitud de las bendiciones del sacerdocio, debe haber un esposo y una esposa sellados en la Casa del Señor, esforzándose juntos en rectitud y manteniéndose fieles a sus convenios. Ese es el plan del Señor para Sus hijos, y ningún tipo de disertaciones ni críticas públicas cambiará lo que Él ha declarado […]. Seamos defensoras del matrimonio que el Señor ha ordenado, al mismo tiempo que continuamos demostrando amor y compasión por aquellos que tienen puntos de vista diferentes (Bonnie L. Oscarson, “Defensoras de la Proclamación sobre la Familia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 15–16).

Analiza:

• ¿De qué manera el matrimonio entre el hombre y la mujer ayuda a cumplir “el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos”? (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org).

• ¿Cómo podemos mostrar compasión por aquellos que tienen puntos de vista diferentes y, al mismo tiempo, defender la doctrina del Salvador sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer?

“Multiplicaos; y henchid la tierra”

Estudia:

Lee Génesis 1:27–28, Salmos 127:3 y Marcos 10:13–14, y la declaración siguiente del élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Busca las enseñanzas del Señor sobre los hijos.

Al mirar a los ojos de un niño, vemos a un amigo, hijo o hija de Dios, que estuvo con nosotros en la vida premortal.

Es el privilegio culminante de un esposo y una esposa que pueden tener hijos: proporcionar cuerpos mortales para esos hijos espirituales de Dios. Creemos en las familias y creemos en los niños.

Cuando a un esposo y a una esposa les nace un hijo, están cumpliendo parte del plan de nuestro Padre Celestial de traer hijos a la tierra. El Señor dijo: “Esta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” [Moisés 1:39]. Antes de la inmortalidad, debe haber mortalidad (véase Neil L. Andersen, “Los hijos”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 28).

Analiza:

• ¿De qué manera el ver a los hijos y a la familia con una perspectiva eterna podría ayudar a una pareja casada a dar prioridad a algunas de sus decisiones?

• ¿Qué podemos aprender del ejemplo del Salvador respecto a cómo tratamos a los niños e interactuamos con ellos?

Considere dar tiempo a los alumnos para explicar la función del matrimonio y la familia en el plan del Padre Celestial. Podrían seleccionar una de las creencias mundanas sobre el matrimonio que analizaron con anterioridad y utilizar la doctrina del Salvador que se enseña en Doctrina y Convenios 49:15–17 para corregir esa creencia.

Quizás desee compartir su testimonio sobre la manera en que la doctrina del Salvador acerca del matrimonio y la familia ha bendecido su vida. Los alumnos también podrían relatar experiencias y testificar.

Podría invitar a los alumnos a anotar las impresiones que hayan tenido acerca de la importancia del matrimonio y la familia en el plan del Padre Celestial.

Recursos adicionales

Doctrina y Convenios 49:1. ¿Quiénes eran los tembladores?

A los miembros de la Sociedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo comúnmente se los llamaba tembladores debido a su manera de adorar. Esta incluía el temblor de sus cuerpos mientras cantaban, bailaban y aplaudían al ritmo de la música.

Para obtener más contexto sobre Doctrina y Convenios 49, véase “Leman Copley y los tembladores” (Matthew McBride, en Revelaciones en contexto, 2016, págs. 117–121).

¿Qué sucede si alguien no tiene la oportunidad de casarse o tener hijos?

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

El declarar las verdades fundamentales relacionadas con el matrimonio y la familia no es pasar por alto ni disminuir los sacrificios y éxitos de aquellos para quienes ese ideal no es una realidad actual. Algunos de ustedes no gozan de la bendición de un matrimonio por razones que incluyen la falta de candidatos viables, la atracción hacia el mismo sexo, las discapacidades físicas o mentales, o simplemente el miedo al fracaso que, por el momento al menos, eclipsa la fe. Quizás se hayan casado, pero ese matrimonio terminó y ahora están solos para manejar lo que dos personas apenas pueden sustentar. Algunos que están casados no pueden tener hijos, a pesar de grandes deseos y oraciones fervientes.

Aun así, todos tienen dones; todos tienen talentos; todos pueden contribuir al desarrollo del plan divino en cada generación. Gran parte de lo que es bueno, gran parte de lo que es esencial, incluso a veces todo lo que por ahora es necesario, se puede lograr en circunstancias que no son ideales. Muchos de ustedes hacen todo lo posible; y cuando los que llevan las cargas más difíciles de la mortalidad levantan su voz en defensa del plan de Dios para exaltar a Sus hijos, todos estamos listos para apoyarlos. Con confianza testificamos que la Expiación de Jesucristo ha previsto, y al final compensará, todas las privaciones y pérdidas para aquellos que se vuelvan a Él. Nadie está predestinado a recibir menos que todo lo que el Padre tiene para Sus hijos (D. Todd Christofferson, “El porqué del matrimonio, el porqué de la familia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 52–53).

Actividades de aprendizaje complementarias

La doctrina del Señor

Los alumnos podrían disfrutar de aprender más acerca de cómo el Señor corrigió las creencias de los tembladores al declarar Su doctrina. Podría mostrar las creencias de los tembladores y los pasajes de las Escrituras correspondientes que se encuentran a continuación. Mientras los alumnos trabajan de dos en dos o en grupos pequeños, podrían leer cada pasaje y escribir un resumen de la doctrina del Salvador y cómo esta corrigió cada creencia incorrecta que se indica.

Las creencias de los tembladores	La doctrina del Señor
Las creencias de los tembladores Creían que la segunda venida de Cristo ya había ocurrido.	La doctrina del Señor Doctrina y Convenios 49:5–8
Las creencias de los tembladores Creían que Cristo había aparecido en la forma de una mujer llamada Ann Lee.	La doctrina del Señor Doctrina y Convenios 49:22–25
Las creencias de los tembladores No consideraban esencial el bautismo por agua.	La doctrina del Señor Doctrina y Convenios 49:11–14
Las creencias de los tembladores Rechazaban el matrimonio y creían en llevar una vida de celibato total. Dicho de otro modo, creían en abstenerse de casarse y tener relaciones sexuales.	La doctrina del Señor Doctrina y Convenios 49:15–17
Las creencias de los tembladores Algunos de los tembladores prohibían comer carne.	La doctrina del Señor Doctrina y Convenios 49:18–21

Doctrina y Convenios 49:16. “Los dos serán una sola carne”

Podría incluir lo siguiente en el material del volante de la lección o estudiarlo además de este.

Lean Génesis 2:24, Efesios 5:25 y la declaración siguiente del élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Busca enseñanzas sobre la unidad en el matrimonio.

El Evangelio restaurado de Jesucristo proclama el principio de la colaboración plena entre la mujer y el hombre, tanto en la vida terrenal como en las eternidades. Aunque cada uno posee atributos específicos y responsabilidades divinamente señaladas, la mujer y el hombre cumplen funciones igualmente importantes y esenciales en el plan de felicidad de Dios para Sus hijos […].

En la relación conyugal no hay superioridad ni inferioridad, y ninguno camina por delante ni por detrás del otro: caminan uno al lado del otro, como iguales, como linaje divino de Dios. Se convierten en uno en pensamiento, deseo y propósito con nuestro Padre Celestial y Jesucristo al dirigir y guiar juntos la unidad familiar (Ulisses Soares, “En colaboración con el Señor”, Liahona, noviembre de 2022, págs. 42–43).

Considere las siguientes preguntas para analizar en clase:

• En Doctrina y Convenios 42:22, se manda a los matrimonios a “allegar[se]” el uno al otro. ¿De qué manera las parejas casadas podrían cumplir esa admonición?

• ¿De qué manera el seguir el ejemplo de Jesucristo puede crear unidad en el matrimonio?