Lección 92: Doctrina y Convenios 82:8–24: “Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo”.
“Lección 92: Doctrina y Convenios 82:8–24: ‘Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que digo’”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“Doctrina y Convenios 82:8–24”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
“Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo”
El Salvador invitó a los miembros de la Firma Unida a comprometerse mediante un convenio a gobernar los asuntos de Su Iglesia. Les dio mandamientos y prometió bendecirlos cuando obedecieran. Cuando nos comprometemos a obedecer los mandamientos de Jesucristo, Él promete bendecirnos. Esta lección puede ayudar a los alumnos a entender cómo guardar los convenios que hacemos con el Padre Celestial y Jesucristo.
Posibles actividades de aprendizaje
Ligados al Señor
¿Qué podemos aprender de estos imanes sobre nuestra relación con el Padre Celestial y Jesucristo?
“Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo”
En Doctrina y Convenios 82, el Señor repitió las instrucciones dadas en una revelación anterior (véase Doctrina y Convenios 78). Las instrucciones eran establecer la Firma Unida para administrar los asuntos temporales de la Iglesia y edificar Sion.
¿Cuál es la razón del Salvador para darnos mandamientos?
¿Qué promete el Salvador si guardamos Sus mandamientos?
¿Qué te enseñan estos versículos sobre el carácter del Padre Celestial y de Jesucristo?
Ligados por convenio
¿Qué crees que enseña el versículo 10 sobre los convenios que hacemos con el Padre Celestial y Jesucristo?
Lee la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson y busca lo que enseñó sobre los convenios.
Cuando hacemos un convenio con Dios, abandonamos el terreno neutral para siempre. Dios no abandonará Su relación con aquellos que han forjado tal vínculo con Él. De hecho, todos los que han hecho convenio con Dios tienen acceso a un tipo especial de amor y misericordia […].
Una vez que ustedes y yo hemos hecho un convenio con Dios, nuestra relación con Él se vuelve mucho más estrecha que antes del convenio. Ahora estamos unidos. Debido a nuestro convenio con Dios, Él jamás cejará en Sus esfuerzos por ayudarnos, y nunca agotaremos Su misericordiosa paciencia para con nosotros. Cada uno de nosotros tiene un lugar especial en el corazón de Dios. Él tiene grandes esperanzas en cuanto a nosotros (Russell M. Nelson, “El convenio sempiterno”, Liahona, octubre de 2022, págs. 5, 6).
¿Qué crees que es importante recordar de esta declaración?
Guardar los convenios trae bendiciones
Como parte de las instrucciones del Señor a los líderes de la Firma Unida, Él aconsejó a José Smith, Oliver Cowdery, Edward Partridge y otros que estuvieran “un[idos] por medio de un vínculo y convenio” (Doctrina y Convenios 82:11) para administrar los asuntos temporales de la Iglesia. Como hijos del convenio de Dios, también nos comprometemos a hacer ciertas cosas conforme seguimos a Jesucristo.
Lee Doctrina y Convenios 82:12–19 y haz una lista de lo que el Señor pidió a los miembros de la Firma Unida que se comprometieran a hacer por convenio.