Lección 102: Doctrina y Convenios 88

Doctrina y Convenios 88:51–95

“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros”

En esta parte de Doctrina y Convenios 88, Jesucristo reveló la forma en que Él gobierna Sus creaciones y nos invita a acercarnos a Él. Esta lección puede ayudar a los alumnos a recibir las bendiciones de allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo.

Posibles actividades de aprendizaje

Relaciones cercanas

Considere comenzar la clase con un análisis sobre el desarrollo de relaciones estrechas con otras personas. Podría invitar a cada alumno a escribir en la pizarra el nombre de alguien con quien tienen una buena relación. Pida a algunos alumnos que compartan por qué eligieron a esa persona.

Si le parece, haga preguntas de seguimiento a los alumnos como las siguientes:

• ¿Qué hace que una relación entre dos personas sea estrecha y cercana? ¿Qué crea distancia?

• ¿Qué podrías hacer para restablecer una relación estrecha con alguien de quien te has distanciado?

En Doctrina y Convenios 88, el Salvador describió Su poder que gobierna Sus creaciones (véanse los versículos 41–45). Enseñó que cuando vemos las estrellas y los planetas en los cielos, vemos “a Dios obrando en su majestad y poder” (Doctrina y Convenios 88:47). Luego, Jesucristo dio una parábola para enseñar acerca de la relación de Dios con Sus creaciones. Enseña que Dios ha creado muchos mundos habitados por Sus hijos y que Él visita cada uno de ellos. El Señor mandó a Sus amigos que lo llamaran mientras estaba cerca de ellos (véanse los versículos 51–62).

“Allegaos a mí”

Lee Doctrina y Convenios 88:63 y busca lo que Jesucristo nos invita a hacer.

• ¿Qué invitaciones te resultan significativas personalmente?

• ¿Qué principios puedes reconocer en estas invitaciones?

  Los alumnos podrían reconocer una variedad de principios, por ejemplo: Al allegarme a Jesucristo, Él se allegará a mí. Usted podría señalar que al allegarnos a Jesucristo, también nos allegamos al Padre Celestial.

  Para ayudar a los alumnos a comprender este principio, podrían analizar cómo se ilustra en la parábola. Algunas de las preguntas siguientes también podrían ayudar:

• ¿Cómo describirías lo que significa allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo?

• ¿De qué manera crees que Ellos se allegan a nosotros?

• ¿Cuáles son algunas de las razones por las que alguien podría desear sentirse cerca del Padre Celestial y de Jesucristo?

Dé a los alumnos la oportunidad de reflexionar sobre lo cerca que se sienten del Padre Celestial y de Jesucristo. Podría invitarlos a escribir “Padre Celestial y Jesucristo” en una página de su diario de estudio. A continuación, pida a los alumnos que dibujen una imagen que los represente. Ellos podrían reflexionar sobre ocasiones en que se han sentido cerca de Dios y de Su Hijo, y qué los ayudó a sentirse así. También podrían reflexionar sobre cuán cerca se sienten actualmente del Padre Celestial y de Jesucristo.

Recuerde a los alumnos que si nos sentimos alejados del Señor, podemos tomar medidas para cambiar nuestra situación. Invítelos a reflexionar sobre las necesidades que tienen y cómo serían bendecidos si estuvieran más cerca del Padre Celestial y de Jesucristo. Anime a los alumnos a buscar revelación personal para saber qué pueden hacer para acercarse a Ellos.

Invitaciones y bendiciones

Los alumnos pueden completar el cuadro siguiente en la pizarra o en su diario de estudio. Según sea necesario, ayude a los alumnos a entender varias frases de Doctrina y Convenios 88:63–69. Por ejemplo, podría aclarar el versículo 65 y explicar que no debemos tener motivos inapropiados ni procurar satisfacer los deseos del mundo cuando oramos. Podría ayudar a los alumnos a entender que la palabra conviene en los versículos 64–65 significa ser adecuado o apropiado.

Lee Doctrina y Convenios 88:63–69 y completa el cuadro siguiente:

Maneras de allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo	Bendiciones por allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo

Una manera de ayudar a los alumnos a interesarse en estos versículos es invitar a un alumno a sostener una ilustración del Salvador al frente de la clase. Pida a otro alumno que se ponga de pie en la parte de atrás del salón.

A medida que los alumnos compartan lo que encontraron, el alumno que se encuentra en la parte de atrás de la clase puede acercarse al alumno que sostiene la ilustración del Salvador. El alumno que sostiene la ilustración del Salvador también puede acercarse.

Puede utilizar algunas de las declaraciones de la sección “Recursos adicionales” para ayudar a los alumnos a comprender maneras de allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo.

Las preguntas siguientes pueden ayudarlo a analizar lo que los alumnos encontraron en los versículos que leyeron:

• ¿Cómo crees que realizar estas acciones pueden ayudar a que te allegues al Padre Celestial y a Jesucristo?

• ¿Cómo pueden influir estas bendiciones en tu relación con Ellos?

Mi plan

Considere mostrar el video “#Escúchalo – Cómo lo escucho: Élder Dale G. Renlund” (3:00). Pida a los alumnos que busquen lo que el élder Renlund enseña sobre el cómo allegarnos a Jesucristo. Analicen lo que los alumnos aprendieron de su experiencia.

Invitar a los alumnos a responder las preguntas siguientes en su diario de estudio puede prepararlos para compartirlas con la clase. Usted también podría relatar una experiencia personal sobre lo que ha hecho para allegarse a Jesucristo y cómo ha sentido que Él se allega a usted.

• ¿De qué forma te esfuerzas por allegarte al Padre Celestial y a Jesucristo?

• ¿De qué manera has sido bendecido tú, o alguien que conoces, por esforzarte para allegarte a Ellos?

Invite a los alumnos a procurar el Espíritu Santo para que los guíe a descubrir qué pueden hacer para allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo. Recuerde a los alumnos que es posible que ya hayan recibido impresiones durante la lección.

Los alumnos podrían escribir de qué forma se esforzarán por allegarse al Padre Celestial y a Jesucristo, y cómo esto podría ayudarlos con los desafíos que enfrentan y los obstáculos que necesiten superar. Los alumnos pueden escribir en sus dibujos o hacer una nota que se llevarán a casa.

Aliente a los alumnos a compartir con el Padre Celestial en sus oraciones lo que planean hacer y que pidan Su ayuda.

Recursos adicionales

¿De qué maneras podemos allegarnos a Jesucristo?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, compartió lo siguiente:

Yo he sentido ese gozo de acercarme más al Salvador y de que Él se acerque a mí mediante sencillos actos de obediencia a los mandamientos (Henry B. Eyring, “Venid a mí”, Liahona, mayo de 2013, pág. 22).

El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró lo siguiente:

Pedid, y recibiréis. Llamad, y se os abrirá [véase Doctrina y Convenios 88:63]. Confíen en el Señor [véase Proverbios 3:5].

En nuestra vida diaria, es nuestra tarea primordial y nuestra oportunidad bendita encontrar a Dios.

A medida que dejemos de lado el orgullo y nos acerquemos a Su trono con un corazón quebrantado y un espíritu contrito [véanse 3 Nefi 9:20; Doctrina y Convenios 20:37], Él se allegará a nosotros [véase Doctrina y Convenios 88:63].

Conforme procuremos seguir a Jesucristo y caminar en la senda del discipulado, línea por línea, llegará el día en que experimentaremos ese don inimaginable de recibir una plenitud de gozo (Dieter F. Uchtdorf, “Dios entre nosotros”, Liahona, mayo de 2021, pág. 11).

La hermana Neill F. Marriott, quien fue Segunda Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, enseñó lo siguiente:

Se requiere el sacrificio de nuestros deseos personales a fin de dar cabida a los planes eternos de Dios. El Salvador, que habla por el Padre, nos ruega: “Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros” [Doctrina y Convenios 88:63]. Allegarse a Dios puede significar aprender Su verdad a través de las Escrituras, seguir el consejo profético y esforzarse por hacer Su voluntad más plenamente (Neill F. Marriott, “Permanecer en Dios y reparar la brecha”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 11).

Lee la declaración siguiente del presidente Russell M. Nelson o mira el video “Cómo obtener el poder de Jesucristo en nuestra vida”, desde 12:25 hasta 13:06, y busca lo que enseñó en cuanto a acercarse a Dios.

Cuando procuren el poder del Señor en su vida con la misma intensidad que tiene uno que se está ahogando y lucha por respirar, el poder proveniente de Jesucristo será de ustedes. Cuando el Salvador sepa que ustedes realmente desean acudir a Él —cuando Él pueda sentir que el mayor deseo de sus corazones es obtener el poder de Él en sus vidas—, serán guiados por el Espíritu Santo para saber exactamente lo que deben hacer [Doctrina y Convenios 88:63] (Russell M. Nelson, “Cómo obtener el poder de Jesucristo en nuestra vida”, Liahona, mayo de 2017, pág. 42).

Para obtener más ideas, véase Russell M. Nelson, “Cómo obtener el poder de Jesucristo en nuestra vida”, Liahona, mayo de 2017, págs. 39–42.

¿Qué pasa si me siento alejado de Dios?

El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, compartió lo siguiente:

[La] invitación [de Dios] es sencilla:

“Volveos a mí” [Joel 2:12].

“Venid a mí” [Mateo 11:28].

“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros” [Doctrina y Convenios 88:63].

Esa es la forma en la que le mostramos que deseamos ser rescatados.

Eso requiere un poco de fe, pero no desesperen. Si no pueden reunir fe ahora, empiecen con la esperanza.

Si no pueden decir que Dios está ahí, pueden esperar que esté allí; pueden desear creer; eso es suficiente para empezar.

Entonces, actuando con esa esperanza, acérquense al Padre Celestial. Dios les extenderá Su amor, y Su obra de rescate y de transformación comenzará.

Con el tiempo, reconocerán la mano de Él en su vida. Sentirán Su amor; y el deseo de andar en Su luz y seguir Su camino aumentará con cada paso de fe que den (Dieter F. Uchtdorf, “Él los colocará en Sus hombros y los llevará a casa”, Liahona, mayo de 2016, pág. 103).

Actividades de aprendizaje complementarias

Doctrina y Convenios 88:51–62. Una parábola

El Salvador enseñó una parábola para ayudarnos a entender cómo Dios interactúa con los reinos, o mundos, que Él creó.

Una manera de hacer participar a los alumnos y ayudarlos a comprender la parábola es invitar a algunos de ellos a hacer una dramatización de los versículos 51–60. Un alumno podría leer los versículos como narrador. Otro alumno podría ser el hombre dueño de un campo que visita a otros alumnos, que representan a los siervos. Después, los alumnos podrían leer los versículos 61–62 y buscar el significado de la parábola. Las preguntas siguientes podrían guiar el análisis:

• ¿Qué les enseña esta parábola sobre Dios y los reinos, o mundos, que Él crea?

• ¿De qué manera podría esta parábola ayudarnos a comprender mejor Su relación con nosotros?

Considere usar el video “Ustedes importan” (0:48) para ayudar a los alumnos a saber que entre Sus muchas creaciones, ellos son importantes para Dios.

Doctrina y Convenios 88:73. “Apresuraré mi obra en su tiempo”

A fin de ayudar a los alumnos a entender a qué se refería el Señor cuando declaró que apresuraría Su obra, podría ayudarlos a definir la palabra apresurar. Considere compartir la declaración siguiente del presidente Russell M. Nelson y analizar las maneras en que el Señor está apresurando Su obra. También podrían hablar de cómo participamos en esta obra y por qué es un privilegio hacerlo.

Esta es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Somos Su pueblo del convenio. El Señor declaró que apresuraría Su obra en Su tiempo [véase Doctrina y Convenios 88:73], y lo está haciendo a un ritmo cada vez mayor. Tenemos el privilegio de participar en Su santa obra (Russell M. Nelson, “Verdad pura, doctrina pura y revelación pura”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 7).

Doctrina y Convenios 88:81. “Conviene que todo hombre que ha sido amonestado, amoneste a su prójimo”

Considere analizar el propósito de las amonestaciones y las diferentes maneras en que se nos amonesta.

Lean Doctrina y Convenios 88:81 y la declaración siguiente del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles: Analice quién es nuestro prójimo y cómo podemos amonestarlo.

Aunque el deber de amonestar lo sienten más profundamente los profetas, es un deber que también comparten otros. De hecho, “… conviene que todo hombre que ha sido amonestado, amoneste a su prójimo” [Doctrina y Convenios 88:81]. Nosotros que hemos recibido el conocimiento del gran plan de felicidad —y sus mandamientos correspondientes— deberíamos sentir el deseo de compartir tal conocimiento, ya que marca una diferencia enorme, aquí y en la eternidad (D. Todd Christofferson, “La voz de amonestación”, Liahona, mayo de 2017, págs. 108–109).

Doctrina y Convenios 88:88–95. Señales que testifican de la venida del Salvador

Estos versículos pueden ayudar a los alumnos a reconocer maneras en que el Señor nos habla a fin de prepararnos para Su regreso. Los alumnos podrían leer estos versículos y hacer una lista de los acontecimientos o calamidades que el Señor enviará antes de Su segunda venida. Analicen cómo el Salvador puede hablarnos a través de estos acontecimientos a fin de ayudarnos a prepararnos para Su regreso. Ayude a los alumnos a comprender que muchas de las calamidades de los últimos días son una invitación a arrepentirnos y prepararnos para encontrarnos con el Señor. También puede recordar a los alumnos que no necesitamos preocuparnos por estas señales, ya que pueden hacernos recordar las promesas del Señor (véase Doctrina y Convenios 45:35).