“Lección 100: Doctrina y Convenios 88:1–13, 41–50: La Luz de Cristo”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario , 2025
“Doctrina y Convenios 88:1–13, 41–50”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Hallándose en Kirtland, Ohio, José Smith y varios sumos sacerdotes oraron al Padre Celestial para recibir una revelación en cuanto a la edificación de Sion. La revelación enseñó verdades acerca del poder y la magnitud de la Luz de Jesucristo. El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a sentir un mayor aprecio por la influencia de la Luz de Cristo en su vida.
Posibles actividades de aprendizaje
Podría hacer a los alumnos la pregunta siguiente y anotar sus respuestas. También podría pedirles que analicen la pregunta en grupos pequeños y luego escriban sus respuestas en la pizarra.
¿Cuáles son ejemplos de cosas que puedes sentir, pero no ver?
Los alumnos podrían hacer una lista de cosas como el calor, el viento, el amor, la gratitud, la fe, etc.
¿Por qué puede ser importante saber que hay cosas que se pueden sentir, pero no ver?
Usted podría invitar a los alumnos a buscar inspiración para reconocer la influencia de Dios en su vida.
Las funciones de la Luz de Cristo
José Smith y nueve élderes de la Iglesia se reunieron en la planta alta de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. Deseaban una mayor comprensión en cuanto a sus deberes de edificar Sion. José invitó a cada persona a que orase por turnos a fin de conocer la voluntad del Señor. Después de orar, el Profeta recibió lo que actualmente es Doctrina y Convenios 88 .
A medida que los alumnos comiencen la lectura siguiente, asegúrese de que entiendan que el versículo 6 se refiere a Jesucristo.
Lee Doctrina y Convenios 88:6–13 y busca lo que estos versículos pueden enseñarte acerca de Jesucristo y Su luz.
La actividad siguiente tiene el objeto ayudar a los alumnos a obtener un mayor aprecio por la Luz de Cristo y cómo puede influir en su vida.
Usted podría crear cuatro estaciones dentro del salón, que cada alumno pueda visitar y completar. Podría invitar a los alumnos a que lleven su diario, algo con qué escribir y su ejemplar de las Escrituras a cada estación. Como alternativa, podría dividir a los alumnos en grupos de cuatro y asignar a cada alumno una sección del volante para que la completen. A continuación, los alumnos pueden compartir lo que aprendieron con los miembros del grupo.
Lee Doctrina y Convenios 88:12–13 y busca descripciones de la Luz de Cristo.
Lee la definición siguiente de la Luz de Cristo:
“[La Luz de Cristo es] energía, poder o influencia divinos que proceden de Dios por medio de Cristo y que dan vida y luz a todas las cosas. Es la ley por la cual se gobiernan todas las cosas tanto en el cielo como en la tierra (D. y C. 88:6–13 ). También ayuda a las personas a comprender las verdades del Evangelio y sirve para colocarlas sobre el sendero del Evangelio que conduce a la salvación” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Luz, luz de Cristo ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org ).
Nuestra conciencia es una manifestación de la Luz de Cristo. Escribe una definición que un niño de la Primaria entendería de lo que entiendes por conciencia.
Lee la definición siguiente y fíjate qué podrías agregar a la tuya:
“[La conciencia es] el sentido interior del bien y del mal, que proviene de la luz de Cristo que se da a todo ser humano (Moroni 7:16 ). Nacemos con la facultad natural de distinguir entre el bien y el mal debido a la luz de Cristo que se da a toda persona (D. y C. 84:46 ), la cual llamamos conciencia. El poseerla nos hace seres responsables. Como otras facultades, nuestra conciencia puede adormecerse con el pecado o el mal uso que hagamos de ella” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Conciencia ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org ).
Lee Doctrina y Convenios 84:45–46 y Moroni 7:16 , y busca palabras o frases que describan cómo la Luz de Cristo actúa como nuestra conciencia. Podrías correlacionar los dos versículos.
¿Cómo puede influir el hecho de escuchar o ignorar tu conciencia en las decisiones que tomas y en tu destino eterno?
Imagina que te piden que compartas un breve pensamiento en la Escuela Dominical sobre cómo ver y tratar mejor a todas las personas, en particular a las que son diferentes a ti. Puedes utilizar los recursos siguientes y cualquier otro que te resulte útil.
El presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Cuanto más sepamos sobre la luz de Cristo, más entenderemos sobre la vida y más amor profundo sentiremos por toda la humanidad. Seremos mejores maestros, misioneros y padres; seremos mejores hombres, mujeres y niños. Tendremos en mayor estima a nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia y a aquellos que no crean […].
La luz de Cristo es tan universal como la luz del sol. Doquiera que haya vida humana, ahí está el Espíritu de Cristo. Toda alma viviente lo posee […].
Si entendemos la realidad de que existe la luz de Cristo en toda persona que veamos […] y dentro de nosotros mismos, […] tendremos un valor y una inspiración mayores de los que jamás hayamos tenido hasta ahora. ¡Debe ser así! ¡Y así será ! Todo esto es un aspecto de la verdad del Evangelio que muy pocos entienden (Boyd K. Packer, “La luz de Cristo ”, Liahona , abril de 2005, págs. 8, 13, 14).
Escribe una reflexión de dos o tres frases sobre cómo la comprensión de la Luz de Cristo puede influir en tu forma de ver a los demás.
¿Alguna vez te has sentido conmovido por la belleza o la majestuosidad de esta tierra y del universo? ¿Qué sentimientos te despiertan estas cosas?
Lee Doctrina y Convenios 88:7–10, 45–47 y busca qué puedes aprender sobre la Luz de Cristo, la tierra y el universo.
¿Qué podemos aprender sobre el Señor a partir de Sus creaciones?
El ver la influencia de Dios en el universo, ¿cómo podría ayudarnos a reconocer Su influencia en nuestra vida?
Después de que los alumnos hayan tenido tiempo para trabajar en las estaciones, considere darles la oportunidad de compartir lo que aprendieron y sintieron. Las preguntas siguientes pueden resultar útiles.
¿Qué aprendiste sobre la Luz de Cristo que te haya impresionado?
¿De qué forma has visto la influencia de la Luz de Cristo en tu vida?
¿De qué forma crees que reconocer la Luz de Cristo en tu vida puede influir en tu relación con el Padre Celestial y Jesucristo?
Usted podría explicar la influencia que ha tenido en usted el tener una mejor comprensión de la Luz de Cristo.
El presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Toda persona en todas partes tiene ya el Espíritu de Cristo [o la Luz de Cristo], y mientras que el Espíritu Santo puede visitar a cualquiera, el don del Espíritu Santo se obtiene “mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio” (Artículos de Fe 1:3 ), sometiéndose “al bautismo por inmersión para la remisión de los pecados” y a la “imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo” (Artículos de Fe 1:4 ). No está presente automáticamente como lo está el Espíritu de Cristo. El mencionado don debe ser conferido por alguien que posea la autoridad (véase Artículos de Fe 1:5 ) (Boyd K. Packer, “La luz de Cristo ”, Liahona , abril de 2005, pág. 13).
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió lo siguiente:
14:30
Si el amor de Cristo mora en nosotros, los demás sabrán que nuestro amor por ellos es genuino. Si la luz del Espíritu Santo arde en nosotros, reavivará en ellos la Luz de Cristo. Lo que ustedes son le da autenticidad a la invitación de venir a experimentar el gozo de la plenitud del evangelio de Jesucristo (D. Todd Christofferson, “Compartir el mensaje de la Restauración y de la Resurrección ”, Liahona , mayo de 2020, pág. 112).
El presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
La luz de Cristo existió en ustedes desde antes de nacer (véase D. y C. 93:23, 29–30 ), y seguirá con ustedes en cada minuto de su vida y no perecerá cuando la parte mortal de su ser se haya convertido en polvo. Siempre está allí […].
El presidente Harold B. Lee lo explicó así: “Esa luz no se apaga nunca por completo [refiriéndose a la luz de Cristo] […] a menos que cometamos el pecado imperdonable. Su brillo puede ser tan mortecino que apenas podamos percibirlo, pero está allí para que lo avivemos hasta que sea una llama que refulgirá más aún con comprensión y con conocimiento. A menos que eso suceda, no podremos lograr nada. Nuestra obra misional sería en vano” (Boyd K. Packer, “La luz de Cristo ”, Liahona , abril de 2005, págs. 10, 14).
La hermana Sharon Eubank, en ese entonces Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, dijo lo siguiente:
Una de las necesidades fundamentales que tenemos a fin de progresar es mantenernos conectados a nuestra fuente de luz: Jesucristo. Él es la fuente de nuestro poder, la Luz y la Vida del mundo. Sin una fuerte conexión a Él, comenzamos a morir espiritualmente […].
Jesús dijo: “Soy la luz que brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprenden” [Doctrina y Convenios 6:21 ]. Eso significa que no importa cuánto se esfuerce, la oscuridad no puede apagar esa luz; jamás. Pueden confiar en que Su luz estará allí para ustedes (Sharon Eubank, “Cristo: La luz que resplandece en las tinieblas ”, Liahona , mayo de 2019, págs. 73–74, 75).
2:31
“La luz y la vida del mundo ”
“La luz de Cristo ”
Si le parece, podría utilizar el material siguiente para reemplazar una de las secciones o agregar una sección adicional al volante.
Una de las funciones de la Luz de Cristo es que “vivifica [n]uestro entendimiento” (Doctrina y Convenios 88:11 ). Esto puede suceder al inspirarlos en cualquier obra honorable que hagan.
El presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
El Espíritu de Cristo puede iluminar al inventor, al científico, al pintor, al escultor, al compositor, al actor, al arquitecto, al autor para producir obras grandes e incluso inspiradas para la bendición y el beneficio de toda la humanidad.
Este Espíritu puede inspirar al granjero en su campo y al pescador en su barca; puede inspirar al maestro en la sala de clase, al misionero cuando presenta una charla; puede inspirar al estudiante que escuche. Y, lo que es de enorme importancia, puede inspirar a marido y mujer, a padre y madre (Boyd K. Packer, “La luz de Cristo ”, Liahona , abril de 2005, pág. 10).
A fin de ayudar a los alumnos a entender el significado de Doctrina y Convenios 88:3–5 , podría invitarlos a leer los versículos y a buscar lo que el Señor estaba brindando a estos santos que estaban reunidos en oración.
Podría compartir la cita siguiente para que comprendan mejor el Santo Espíritu de la Promesa.
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo siguiente:
El Santo Espíritu de la Promesa es el poder ratificador del Espíritu Santo. Cuando el Santo Espíritu de la Promesa sella una ordenanza, una promesa o un convenio, estos se ligan en la tierra y en los cielos (véase D. y C. 132:7 ). Recibir ese “sello de aprobación” del Espíritu Santo es el resultado de honrar los convenios del Evangelio con fidelidad, integridad y firmeza “con el transcurso del tiempo” (Moisés 7:21 ). Sin embargo, el sellamiento puede anularse por la falta de rectitud y por la transgresión.
La purificación y el sellamiento por medio del Santo Espíritu de la Promesa son los pasos culminantes en el proceso de nacer de nuevo (David A. Bednar, “Os es necesario nacer de nuevo ”, Liahona , mayo de 2007, pág. 22).