En marzo de 1833, el Señor mandó a José Smith que apartara a Sidney Rigdon y a Frederick G. Williams para que fueran sus consejeros en la Primera Presidencia. Como presidencia, esos tres hombres poseían las llaves del sacerdocio que les permitían presidir el Reino del Señor sobre la tierra. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir la importancia de la guía que Jesucristo da a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por medio de Su Primera Presidencia.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Las llaves pueden brindar acceso
¿Para acceder a qué cosas importantes de tu vida necesitas llaves?
¿En quién confiarías para usar y proteger la llave? ¿Por qué?
Jesucristo organizó la Primera Presidencia
Lo que hoy en día se conoce como la Primera Presidencia al principio se denominó la Presidencia del Sumo Sacerdocio. Sidney Rigdon y Frederick G. Williams fueron llamados y apartados como consejeros del profeta José Smith en marzo de 1833 para formar esa presidencia. En Doctrina y Convenios 90, el Señor reveló instrucciones a José Smith en cuanto a las responsabilidades de la Primera Presidencia.
¿Qué podemos aprender de esos versículos sobre la forma en que el Señor gobierna Su Iglesia?
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó las formas en que el Salvador usa las llaves en Su Iglesia para bendecir nuestra vida:
En la autoridad de esas llaves, los oficiales del sacerdocio de la Iglesia preservan la pureza de la doctrina del Salvador y la integridad de Sus ordenanzas de salvación, ayudan a preparar a aquellos que desean recibirlas, consideran su dignidad y luego efectúan dichas ordenanzas.
Al poseer las llaves del reino, los siervos del Señor pueden determinar tanto la verdad como la falsedad, y nuevamente declarar con autoridad: “Así dice el Señor” (D. Todd Christofferson, “El porqué de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 110).
¿Qué podemos aprender acerca de Jesucristo por la manera en que Él utiliza las llaves del sacerdocio en Su Iglesia?
Las Escrituras
Cómo nos bendice el Señor por medio de la Primera Presidencia
Lee Doctrina y Convenios 90:4–5 y busca qué siente el Señor en cuanto a los oráculos (o revelaciones) que nos da por medio de Su Primera Presidencia.
¿Qué aprendes de estos versículos?
¿En qué ocasiones has sentido que las revelaciones de Dios te protegieron de las tormentas de la vida?
El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó la mayor responsabilidad del profeta del Señor:
16:4
Un profeta no se interpone entre ustedes y el Salvador; más bien, permanece a su lado y señala el camino hacia el Salvador. La mayor responsabilidad y el mayor don de un profeta para nosotros es su testimonio firme, su conocimiento certero, de que Jesús es el Cristo. Como Pedro en la antigüedad, nuestro profeta declara: “[Él es] el Cristo, el Hijo del Dios viviente” [Mateo 16:16] (Neil L. Andersen, “El profeta de Dios”, Liahona, mayo de 2018, pág. 27).
¿De qué maneras el profeta y sus consejeros nos guían hacia Jesucristo?
¿Qué has aprendido hoy que quisieras recordar?
Si alguien te preguntara por qué escuchas las instrucciones de la Primera Presidencia, ¿qué aspecto en particular le explicarías?