Lección 125: Doctrina y Convenios 111–114

Doctrina y Convenios 111

“Yo dispondré todas las cosas para vuestro bienestar”

En 1836, la Iglesia estaba muy endeudada. El profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia viajaron a Salem, Massachusetts, donde esperaban conseguir dinero para pagar las deudas de la Iglesia. El 6 de agosto de 1836, José Smith recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 111, en la cual el Señor lo tranquilizó con respecto a la deuda de la Iglesia y el bienestar de Sion. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir mayor confianza en el Padre Celestial y en Jesucristo.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿Cómo saldrán las cosas?

Para comenzar la clase, invite a los alumnos a pensar en los desafíos que los adolescentes afrontan comúnmente y que podrían llevarlos a sentirse desanimados o temer que las cosas no mejoren. Luego podría dibujar una escala como la siguiente en la pizarra y pedir a los alumnos que la utilicen para responder la pregunta siguiente.

• ¿Cuán seguros crees que están la mayoría de los adolescentes de que las cosas se resolverán para su bien?

Reflexiona sobre cómo te calificarías en esta escala al considerar los problemas o desafíos que enfrentas actualmente o que podrías afrontar en el futuro.

Una época difícil para José y los demás

Valore la posibilidad de invitar a un alumno a leer los antecedentes contextuales siguientes o usted podría resumirlos con sus propias palabras. Como alternativa, podría invitar a los alumnos a leer parte del capítulo 22 de Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 262–263, o podría reproducir el audio de ese capítulo (disponible en saints.ChurchofJesusChrist.org) desde 16:14 hasta 17:00. Podría señalar que, así como enfrentamos desafíos en nuestra vida que pueden ser desalentadores, José Smith y otros líderes de la Iglesia afrontaron desafíos en 1836 que les causaron gran preocupación en cuanto al futuro de Sion.

Para 1836, la Iglesia estaba muy endeudada debido a los costos de edificar el Templo de Kirtland y de comprar terrenos en Ohio y Misuri. Al mismo tiempo, los santos del condado de Clay, Misuri, se vieron obligados a mudarse. A finales de julio de 1836, muy preocupados y afectados por esos problemas, José y Hyrum Smith, Oliver Cowdery y Sidney Rigdon viajaron más de 965 kilómetros (600 millas) desde Kirtland, Ohio, hasta Salem, Massachusetts. Aunque no se sabe con certeza el motivo de su viaje, es posible que hayan actuado basándose en información que pensaban que podría ayudarlos a aliviar la deuda de la Iglesia. Según un relato, un miembro de la Iglesia le había contado a José Smith que en una casa en Salem se escondía una gran cantidad de dinero (véase la introducción histórica de “Revelation, 6 de agosto de 1836 [D. y C. 111]”, pág. 35, josephsmithpapers.org).

• ¿Cuán seguro crees que estaba José Smith de que los problemas que enfrentaba la Iglesia se resolverían?

Mientras los alumnos estudian Doctrina y Convenios 111, invítelos a buscar revelación sobre las formas en que el Señor puede ayudarnos a aumentar nuestra confianza en que nuestros problemas y desafíos se resolverán para nuestro bien.

“No obstante vuestras imprudencias”

Podría escribir los grupos de versículos siguientes en la pizarra. Una manera de estudiarlos es leer el primer grupo, invitar a los alumnos a escribir sus respuestas a las dos preguntas en una hoja de papel y luego pasársela a un compañero de clase. Analicen lo que escribieron. Repita esta actividad con los dos grupos de versículos restantes. Esto puede ayudar a los alumnos a compartir lo que están aprendiendo y a que sus compañeros de clase les enseñen.

Si es necesario, explique que una imprudencia es una equivocación o una insensatez.

Céntrese en el Padre Celestial y en Jesucristo: Para practicar más, véase la capacitación titulada “Enseñe acerca de los títulos, las funciones y los atributos de Jesucristo” en Habilidades para el desarrollo del maestro: Centrarse en Jesucristo. Valore la posibilidad de practicar la habilidad “Crear preguntas de búsqueda que permitan a los alumnos reconocer funciones, títulos, símbolos, atributos y características de Jesucristo”. Después de repasar la capacitación, tal vez desee hacer ajustes a las preguntas que haga a los alumnos acerca de los pasajes siguientes de las Escrituras o agregar algunas más.

Lee los grupos de versículos siguientes y, para cada grupo, responde las dos preguntas que se indican a continuación:

• Doctrina y Convenios 111:1–4

• Doctrina y Convenios 111:5–8

• Doctrina y Convenios 111:9–11

• ¿Qué preguntas tienes sobre estos versículos?

• ¿Qué verdades aprendes sobre Dios en estos versículos?

En sus respuestas a la segunda pregunta, los alumnos podrían mencionar varias verdades o atributos de Dios. Algunas verdades que podrían mencionar son las siguientes: Dios es misericordioso con nuestras imprudencias (véase el versículo 1); Dios se comunica con nosotros por medio de la paz y el poder de Su Espíritu (véase el versículo 8); Dios puede disponer todas las cosas para nuestro bienestar (véase el versículo 11).

• ¿Cómo podrían las verdades que encontraste haber ayudado a José Smith con los desafíos e inquietudes que tenía?

• ¿Cómo podrían ayudarte a ti?

Dios puede disponer todas las cosas para nuestro bienestar

Siga las impresiones del Espíritu para saber cuáles verdades resultaría útil que los alumnos estudiaran en mayor profundidad. El resto de esta lección se centrará en la verdad siguiente: Dios puede disponer todas las cosas para nuestro bienestar. Podría escribir esa verdad en la pizarra e invitar a los alumnos a marcar las palabras del versículo 11 que la enseñan.

Según sea necesario, ayúdelos a entender que la palabra disponer en ese versículo significa “organizar”. Si lo desea, haga referencia a la escala de la pizarra e invite a los alumnos a meditar sobre cuán seguros están de que Dios puede organizar “todas las cosas” para su bienestar.

Considere la posibilidad de analizar con ellos que si desean creer en esa verdad más firmemente, pueden orar para pedir ayuda a fin de profundizar su comprensión y creencia en ese atributo de Dios.

• Según el versículo 11, ¿qué debemos hacer a fin de que Dios organice todas las cosas para nuestro bienestar?

Según sea necesario, explique que ser “prudentes como la serpiente, y al mismo tiempo sin pecado” (versículo 11) se refiere a la idea de que los discípulos del Salvador debían combinar la prudencia con la inocencia y la pureza.

Para la actividad siguiente, podría organizar a los alumnos en grupos de tres. Pida a cada miembro del grupo que lea un pasaje diferente de los que aparecen a continuación. Después de que los alumnos hayan leído y analizado los pasajes, considere invitarlos a acercarse a la pizarra y escribir algo que hayan encontrado. Pueden escribirlo alrededor de la verdad de la pizarra, con una flecha que apunte hacia la verdad.

Estudia los pasajes siguientes y busca lo que debemos hacer para que Dios disponga todas las cosas para nuestro bienestar. Podrías vincular los versículos siguientes con Doctrina y Convenios 111:11.

• Romanos 8:28

• Doctrina y Convenios 90:24

• Doctrina y Convenios 100:15

Invite a los alumnos a leer la declaración siguiente del presidente Gordon B. Hinckley y que luego agreguen lo que aprendieron a la lista de la pizarra:

El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) testificó:

Todo saldrá bien; no te preocupes. Me lo digo a mí mismo todas las mañanas. Todo saldrá bien. Si dan lo mejor de sí, todo saldrá bien. Pongan su confianza en Dios y sigan adelante con fe y confianza en el futuro. El Señor no nos abandonará; Él no nos abandonará (“Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Gordon B. Hinckley”, 2016, pág. 357).

Invite a los alumnos a enseñarse unos a otros lo que escribieron en la pizarra. Ellos podrían explicar por qué es significativo para ellos. Algunas de las preguntas siguientes podrían contribuir al análisis:

• ¿Qué encontraste que pueda fortalecer tu confianza en que Dios puede disponer todas las cosas para tu bienestar?

• ¿De qué manera el tener una perspectiva eterna te ayuda a confiar en que Dios puede disponer todas las cosas para tu bienestar?

• ¿En qué ocasión o de qué manera ha organizado Dios las cosas para tu bienestar o el de alguien que conozcas?

En la actividad siguiente, los alumnos tendrán tiempo para pensar en el efecto que podría tener en su vida y en su relación con el Padre Celestial lo que han aprendido y sentido hoy. Después de que terminen de escribir en su diario, usted podría invitar a algunos a que compartan con la clase.

Completa uno o más de los enunciados siguientes en tu diario:

• Mi confianza en que Dios puede disponer todas las cosas para mi bienestar se fortaleció hoy al…
  Lo que aprendí hoy me puede ayudar con un problema que estoy afrontando, ya que…
  Cuando enfrente una dificultad en el futuro, quiero recordar que…

Recursos adicionales

Doctrina y Convenios 111:1. ¿Cuáles fueron sus imprudencias?

Una imprudencia es un error o una insensatez. Tal vez haya sido una “imprudencia” que José Smith y sus compañeros buscaran dinero y confiaran en sus propios esfuerzos para resolver las dificultades económicas de la Iglesia. No obstante, en el resto de la revelación registrada en Doctrina y Convenios 111, el Señor fue misericordioso y les prometió ayuda y guía constantes.

El reconocimiento que el Señor hizo de los errores de esos líderes de la Iglesia ayuda a aclarar la diferencia que hay entre cometer un error y cometer un pecado. El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, reconoció que todos cometemos errores y nos enseñó que los errores pueden ayudarnos a progresar:

Los errores son inevitables en el proceso de crecimiento en la vida mortal. Evitar toda posibilidad de cometer un error significa evitar toda posibilidad de crecer. En la parábola de los Talentos, el Salvador habló de un siervo que estaba tan preocupado por minimizar el riesgo de pérdida mediante una inversión equivocada, que escondió su talento y no hizo nada con él. Ese siervo fue condenado por su señor (véase Mateo 25:24–30).

Si estamos dispuestos a que se nos corrija por nuestros errores […], los errores inocentes pueden constituir una fuente de crecimiento y progreso (Dallin H. Oaks, “Sins and Mistakes”, Ensign, octubre de 1996, pág. 67).

Doctrina y Convenios 111:8. ¿Cómo puedo reconocer la influencia y el poder del Espíritu?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, dio las ideas siguientes que pueden ayudar a los alumnos a comprender mejor la influencia y el poder del Espíritu en su vida:

Ustedes han sentido la apacible confirmación en su corazón y en su mente de que algo era cierto y supieron que era la inspiración de Dios. Para algunos de ustedes, tal vez haya llegado cuando los misioneros les enseñaron antes de su bautismo. Pudo haber llegado durante un discurso o una lección en la iglesia. Puede que haya llegado esta noche cuando se dijo o cantó algo que era cierto; como la sentí yo cuando escuché el canto, al igual que algunos de ustedes. El Espíritu Santo es el Espíritu de verdad. Ustedes sienten paz, esperanza y gozo cuando les habla al corazón y la mente de que algo es cierto y casi siempre yo mismo he sentido también una sensación de luz. Cualquier sentimiento de oscuridad que haya tenido se disipa y aumenta mi deseo de hacer lo correcto (Henry B. Eyring, “Gifts of the Spirit for Hard Times”, devocional en la Universidad Brigham Young, 10 de septiembre de 2006, pág. 2, speeches.byu.edu).

Doctrina y Convenios 111:11. ¿Qué significa ser “prudentes como la serpiente, y al mismo tiempo sin pecado”?

Cuando el Salvador envió a Sus discípulos a predicar el Evangelio, les dijo que fueran “prudentes como serpientes y sencillos como palomas” (Mateo 10:16). En los tiempos modernos, el Salvador dio un consejo similar a Sus discípulos cuando declaró: “Sed prudentes como la serpiente, y al mismo tiempo sin pecado” (D. y C. 111:11). Ambos relatos enseñan que los discípulos del Salvador deben combinar la prudencia con la inocencia y la pureza. La Traducción de José Smith hace hincapié en la importancia de ser un siervo prudente del Maestro: “Por lo tanto, sed siervos prudentes y tan inofensivos como palomas” (Traducción de José Smith, Mateo 10:14; compárese con Mateo 10:16) (New Testament Student Manual, 2018, págs. 36–37).

Doctrina y Convenios 111:11. ¿Qué más puedo hacer para que Dios “dispon[ga] todas las cosas para [mi] bienestar”?

El presidente Dieter F. Uchtdorf, que entonces era miembro de la Primera Presidencia, testificó:

Aquellos que escuchan el llamado interior y buscan a Dios, aquellos que oran, creen y recorren el camino que el Salvador ha preparado —aunque a veces tropiecen en la senda—, reciben la consoladora certeza de que “todas las cosas obrarán juntamente para [su] bien” (Doctrina y Convenios 90:24) (Dieter F. Uchtdorf, “El anhelo de volver a casa”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 22–23).

El élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró lo siguiente:

Todas las cosas pueden obrar para nuestro bien cuando somos “santificados en Cristo […] en el convenio del Padre” [Moroni 10:33]. Aquellos que permanecen fieles hasta el fin reciben toda bendición buena y prometida. El “bendito y feliz estado de aquellos que guardan los mandamientos de Dios” es ser “bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales”, y “mor[ar] con Dios en un estado de interminable felicidad” [Mosíah 2:41] (Gerrit W. Gong, “Pertenecer al convenio”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 81).

Actividades de aprendizaje complementarias

Dios realmente puede disponer “todas las cosas” para nuestro bienestar

A fin de ayudar a los alumnos a sentir más profundamente la verdad de que Dios puede disponer todas las cosas para su bienestar, considere mostrar el video “La vida es increíblemente injusta — A nuestro favor” (13:33). Antes de mostrarlo, pregúnteles si piensan que Jesucristo en verdad quiso decir “todas las cosas” en Doctrina y Convenios 111:11. Mientras los alumnos miran el video, invítelos a buscar cómo respondería esa pregunta la esposa que aparece en él.

Doctrina y Convenios 111:2. “Muchas personas en este lugar, a quienes recogeré”

Si cree que los alumnos se beneficiarían de aprender más acerca del contexto histórico, podría narrar el relato del élder Erastus Snow y cómo la revelación registrada en Doctrina y Convenios 111 lo ayudó a cumplir su misión.

En 1841, cinco años después de que se diera la sección 111, Erastus Snow fue llamado a ir a Salem, Massachusetts, para cumplir con la revelación de congregar al pueblo de Salem en el reino del Señor. Al principio, la gente no fue receptiva al mensaje del Evangelio. El élder Snow confió en la promesa del Señor de que Él tenía “muchas personas en este lugar” (Doctrina y Convenios 111:2) y siguió predicando acerca de la Iglesia restaurada del Salvador. Con el tiempo, hubo personas que creyeron en el Evangelio restaurado y fueron bautizadas. Para febrero de 1843, la rama de Salem contaba con 110 miembros. Posteriormente, los conversos de Salem viajaron a Nauvoo y luego a las Montañas Rocosas (véase Elizabeth Kuehn, “Más de un tesoro”, en Revelaciones en contexto, 2016, pág. 245). Muchos descendientes de esos conversos de Salem siguen siendo miembros de la Iglesia en la actualidad (véase Kim R. Burningham, “The ‘Insignificant’ Scripture”, Ensign, agosto de 1990, págs. 47–48).

Después de narrar el relato del élder Erastus Snow, podrían analizar las lecciones que se aprenden de su experiencia. Las preguntas siguientes podrían ayudar:

• ¿De qué manera creen que se cumplirán las promesas del Señor en su tiempo?

• ¿Por qué creen que la paciencia y la diligencia (véase Doctrina y Convenios 4:6) son atributos importantes que se deben tener al compartir el Evangelio del Salvador?

Doctrina y Convenios 111:11. Dios puede disponer todas las cosas para nuestro bienestar

Si le parece útil, podría invitar a los alumnos a pensar en otros ejemplos de las Escrituras o de la historia de la Iglesia en los que Dios haya dispuesto u organizado las cosas para que algo negativo resultara bien. Algunos ejemplos podrían incluir cuando José Smith y Martin Harris perdieron las 116 páginas del manuscrito del Libro de Mormón (Doctrina y Convenios 3:1, 7–10); cuando José, hijo de Jacob, fue vendido a Egipto (Génesis 37, 39–45); cuando Abish reunió al pueblo del rey Lamoni (Alma 19:28–29); y cuando Pedro y Juan fueron encarcelados (Hechos 5:17–20).