Lección 126: Doctrina y Convenios 111–114

Doctrina y Convenios 112

“El Señor tu Dios te llevará de la mano”

La humildad de Jesucristo lo ayudó a entender y cumplir la voluntad de Su Padre durante Su ministerio terrenal (véase Juan 5:30). En Doctrina y Convenios 112, el Salvador enseñó a Thomas B. Marsh que la humildad puede ayudarnos a recibir la guía de nuestro Padre Celestial. El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a buscar humildemente la guía del Padre Celestial.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

En busca de la guía divina

A fin de que los alumnos se preparen para aprender acerca de cómo recibir la guía del Padre Celestial, podría mostrar las preguntas siguientes e invitarlos a meditar sobre sus respuestas. También podría pedirles que elijan una o dos de las preguntas para que las respondan en su diario de estudio.

• ¿Qué guía necesitas del Padre Celestial en tu vida?

• ¿Qué te ayuda a recibir la guía del Padre Celestial?

• ¿Qué cosas te dificultan recibir la guía del Padre Celestial?

Al analizar una de las enseñanzas del Salvador en cuanto a cómo recibir guía divina, presta atención a lo que el Espíritu te enseña acerca de cómo puedes mejorar tu capacidad para que Él te guíe.

La humildad conduce a la guía divina

A fin de ayudar a los alumnos a entender mejor el contexto de Doctrina y Convenios 112 y por qué Thomas B. Marsh buscaba la guía del Señor, podría mostrar la información siguiente e invitar a un alumno a leerla:

En 1837, Thomas B. Marsh servía como Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles. Entre algunos de los santos de Kirtland, incluidos algunos miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles, se había desarrollado un espíritu de apostasía y de crítica. En enero de 1837, los líderes de la Iglesia organizaron un banco llamado La Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland. Después de afrontar una variedad de desafíos, entre ellos una crisis financiera nacional, el banco finalmente fracasó, lo que intensificó las protestas contra el profeta José Smith. Preocupado por esas disensiones, Thomas B. Marsh dejó su hogar en Misuri y viajó a Kirtland, decidido a reunirse con los Doce y mostrar su apoyo a José. Sin embargo, a su llegada, el presidente Marsh se enteró de que José había enviado a dos miembros de los Doce a misiones en Inglaterra. Siendo presidente del cuórum, Thomas B. Marsh se molestó, porque José no lo había consultado primero con él; sin embargo, Thomas B. Marsh conversó con José Smith para buscar la guía del Señor.

Decida qué método de lectura ayudaría de una mejor manera a los alumnos a estudiar los versículos siguientes. Podría dividir los versículos entre los alumnos o grupos de alumnos, o varios alumnos que así lo deseen podrían leer grupos de versículos en voz alta mientras el resto de la clase sigue la lectura en silencio.

Lee Doctrina y Convenios 112:2–3, 10, 12–15, 20–22, 28, 33–34 y busca el consejo que el Señor dio a Thomas B. Marsh para ayudarlo a recibir Su guía.

• ¿Qué palabras o frases significativas encontraste?

• ¿Cuáles son algunos de los principios que podemos identificar en esos versículos?

Es posible que los alumnos reconozcan muchos principios a partir de su estudio. Siga las impresiones del Espíritu Santo para hacer preguntas de seguimiento y profundizar la comprensión de los alumnos de los principios que encuentren. El resto de esta lección se centrará en la verdad siguiente: Si somos humildes, el Padre Celestial nos guiará y contestará nuestras oraciones (véase el versículo 10).

Para ayudar a los alumnos a profundizar su comprensión de ese principio, valore la posibilidad de dividirlos en grupos para analizar las preguntas siguientes. Luego podrían leer la declaración del élder Soares y analizar la pregunta que se encuentra a continuación:

• ¿Cómo definirías la humildad?

• ¿Cómo crees que la humildad nos ayuda a recibir respuestas a nuestras oraciones?

El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Creo que solo aquellos que son humildes son capaces de reconocer y entender las respuestas del Señor a sus oraciones. Los humildes son enseñables, reconocen cuánto dependen de Dios y están deseosos de someterse a Su voluntad. Los humildes son mansos y tienen la capacidad de influenciar a los demás a ser lo mismo. La promesa de Dios a los humildes es que Él los guiará de la mano. Creo firmemente que evitaremos desvíos y tristezas en nuestra vida siempre y cuando andemos de la mano con el Señor (véase Ulisses Soares, “Sean mansos y humildes de corazón”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 10).

• ¿Qué más encontraste que te ayude a profundizar tu comprensión del versículo 10?

Quizás quiera dar un breve tiempo a algunos grupos para que compartan lo que aprendieron de su análisis.

Maneras en que podemos ser humildes en nuestras oraciones

Piense en maneras de ayudar a los alumnos a entender cómo podemos mostrarnos humildes en nuestras oraciones. Los alumnos podrían anotar las ideas en la pizarra, así como estudiar y analizar algunas de las ideas siguientes. Dé a los alumnos la oportunidad de compartir lo que el Espíritu les está enseñando.

Las siguientes son algunas maneras en que podemos mostrarnos humildes cuando oramos:

• Podemos expresar gratitud (véase el ejemplo del Salvador en 3 Nefi 19:19–20, 27–28).

• Podemos reconocer nuestra debilidad y el poder del Padre Celestial (véase el ejemplo del hermano de Jared en Éter 3:1–6).

• Podemos buscar corrección (mira el video “Cómo lo escucho: Élder Neil L. Andersen” [2:51], disponible en LaIglesiadeJesucristo.org; véase también Hebreos 12:5–9).

También podría invitar a los alumnos a reflexionar sobre las ocasiones en que el Padre Celestial contestó sus oraciones para darles la guía y la dirección que necesitaban. Algunos alumnos que así lo deseen podrían relatar sus experiencias.

El objetivo de la actividad siguiente es dar a los alumnos la oportunidad de hacer un plan para buscar humildemente la guía del Padre Celestial:

Presta atención a las impresiones del Espíritu Santo mientras respondes las preguntas siguientes en tu diario de estudio:

• ¿Qué guía o dirección buscas del Padre Celestial?

• ¿Qué puedes hacer para buscar humildemente Su guía?

Invite a los alumnos a actuar de acuerdo con las impresiones que recibieron. Podría relatar una experiencia personal sobre una ocasión en que recibió la guía del Padre Celestial en su vida.

Recursos adicionales

¿Dónde puedo aprender más sobre el contexto histórico de Doctrina y Convenios 112?

Los recursos siguientes proporcionan contexto histórico adicional para la sección 112:

• “Toda trampa”, Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El Estandarte de la Verdad, 1815–1846, 2018, págs. 264–277

• “La verdad prevalecerá”, Santos, tomo I, págs. 278–287

• Kay Darowski, “La fe y la caída de Thomas Marsh”, en Revelaciones en contexto, 2016, pág. 58

• Temas de la historia de la Iglesia, “La Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland”, ChurchofJesusChrist.org/study/history/topics

¿Qué es la humildad?

Ser humilde es reconocer con agradecimiento nuestra dependencia del Señor y comprender que tenemos la necesidad constante de recibir Su apoyo. La humildad es el reconocimiento de que nuestras aptitudes y talentos son dones de Dios; no es señal de debilidad, de timidez ni de temor, sino una indicación de que sabemos de dónde proviene nuestra verdadera fortaleza (Temas y preguntas, “Humildad”, topics.ChurchofJesusChrist.org).

¿De qué modo el Salvador es un ejemplo de humildad?

El presidente Dieter F. Uchtdorf, que en ese entonces era miembro de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

En todas las cosas, Jesucristo es nuestro ejemplo perfecto. Mientras que Lucifer trató de cambiar el plan de salvación del Padre y obtener honra para sí mismo, el Salvador dijo: “Padre, hágase tu voluntad, y sea tuya la gloria para siempre” [Moisés 4:1–2]. A pesar de Sus excelentes habilidades y logros, el Salvador siempre fue manso y humilde (Dieter F. Uchtdorf, “El orgullo y el sacerdocio”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 57).

El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo siguiente:

El ejemplo del Salvador de humildad y de sacrificio por toda la humanidad es el acontecimiento más profundo de la historia. El Salvador, aun siendo miembro de la Trinidad, estuvo dispuesto a venir a la tierra como un humilde bebé y comenzar una existencia que incluía enseñar y sanar a Sus hermanos y hermanas, y finalmente sufrir un dolor indescriptible en Getsemaní y en la cruz a fin de perfeccionar Su Expiación. Ese acto de amor y humildad de parte de Cristo se conoce como Su condescendencia. Él lo hizo por cada hombre y mujer que Dios ha creado o creará (Quentin L. Cook, “Lo eterno de cada día”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 52).

Actividades de aprendizaje complementarias

“Si no endurecen su corazón”

A fin de ayudar a los alumnos a entender lo que estaba sucediendo en Kirtland, Ohio, durante 1836 y 1837, podría mostrar el video “Si no endurecen su corazón” desde 0:00 hasta 6:12.

Después de ver el video, los alumnos podrían leer Doctrina y Convenios 112:2–3, 10, 12–15, 20–22, 28, 33–34, y buscar enseñanzas que podrían haber ayudado a los santos a evitar el orgullo y recibir guía del Señor. Luego podrían hablar de cómo esos principios pueden ayudarlos a evitar el orgullo en la actualidad.

A continuación, podría mostrar el resto del video, desde 6:12 hasta 11:21, a fin de ver las dificultades que enfrentó Thomas B. Marsh para seguir el consejo del Señor. También muestra su reconciliación con la Iglesia años más tarde.

Himnos

Podrían cantar o escuchar un himno que pueda ayudar a los alumnos a ver las bendiciones que se reciben al buscar humildemente la guía del Señor; por ejemplo, “Sé humilde” (Himnos, nro. 70) y “Hoy con humildad te pido” (nro. 102). Luego, los alumnos podrían compartir la parte de la letra que más les haya llamado la atención.

Doctrina y Convenios 112:10. “Tu Dios te llevará de la mano”

A fin de ayudar a los alumnos a entender la metáfora de que el Padre Celestial nos lleva de la mano al contestar nuestras oraciones, muestre una imagen de un niño que se sostiene de la mano de sus padres. Analice las razones por las que un niño podría sostenerse de la mano de sus padres (para recibir consuelo, por seguridad, por estabilidad, para que lo guíen, etc.). Ayude a los alumnos a ver que, así como un niño confía en la mano de sus padres, podemos confiar en el Padre Celestial por medio de la oración. Podría analizar la forma en que el Padre Celestial puede brindar bendiciones similares a las que un niño recibe al sostenerse de la mano de sus padres.

Los principios de la oración

A fin de ayudar a los alumnos a comprender lo que puede suceder al orar humildemente, podrían leer la declaración siguiente del presidente Steven J. Lund, Presidente General de los Hombres Jóvenes:

Cada vez que pronunciamos una oración, invitamos al Padre Celestial a intervenir en nuestra vida. Cada oración es una oración por un milagro. Incluso con las oraciones de gratitud esperamos profundizar nuestra relación con lo divino (Steven J. Lund, “Seminario, Instituto y otras cosas que funcionan”, discurso pronunciado en la transmisión de la capacitación anual de Seminarios e Institutos, 27 de enero de 2023).

El repasar los principios siguientes de la oración puede ayudar a los alumnos a entender cómo pueden orar con mayor humildad:

Dar significado a nuestras oraciones.

Usar un lenguaje que demuestre amor, respeto, reverencia y una estrecha relación con Dios.

Siempre dar gracias al Padre Celestial.

Procurar la guía y la fortaleza del Padre Celestial en todo lo que hagamos.

Al orar, recordar las necesidades de otras personas.

Buscar la guía del Espíritu Santo para saber qué decir en nuestras oraciones.

Cuando hagamos una petición en la oración, debemos hacer todo lo posible por contribuir a su cumplimiento (adaptación de Temas y preguntas, “Oración”, topics.ChurchofJesusChrist.org).

Podría repartir los principios entre los grupos de alumnos. A continuación, ellos podrían proponer algunos ejemplos de cómo pueden poner en práctica esos principios en sus oraciones.

Primeros misioneros en Inglaterra

Doctrina y Convenios 112 se reveló el mismo día en que los élderes Heber C. Kimball, Orson Hyde y John Goodson comenzaron a predicar el Evangelio de Jesucristo en Inglaterra. Podría mostrar el video “Lo eterno de cada día” desde 5:51 hasta 6:39 para ayudar a los alumnos a aprender acerca de la humildad que necesitaron esos misioneros para predicar el Evangelio por primera vez fuera de Norteamérica.

Luego podría mostrar la fotografía del río Ribble que aparece a continuación y compartir la información siguiente con los alumnos: una semana después de que los misioneros comenzaron a predicar, los primeros conversos fueron bautizados en el río Ribble. Dos de ellos estaban tan entusiasmados por bautizarse que hicieron una carrera uno contra el otro hasta el río. George D. Watt ganó y se convirtió en el primer converso bautizado en Inglaterra (véase Santos, tomo I, págs. 285–286; Historias mundiales, Inglaterra, “George D. Watt y el Journal of Discourses”, history.ChurchofJesusChrist.org).