“La Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland”, temas de historia de la Iglesia
“La Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland”
La Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland
En el otoño de 1836, José Smith y otros líderes de la Iglesia decidieron fundar un banco en Kirtland, Ohio. Los Santos en Kirtland, al igual que las personas de muchas comunidades más pequeñas de Estados Unidos de aquellos tiempos, querían un banco propio. En una economía basada en la agricultura, donde los recursos de las personas en su mayoría estaban ligados a las tierras, los bancos locales no solo daban los préstamos necesarios sino también podían circular sus propias notas o billetes como dinero para promover el intercambio de bienes y servicios, así expandían la economía local. Para los primeros Santos, la meta del crecimiento económico también tenía fines religiosos: expandir la ciudad como un lugar de recogimiento para los conversos, ayudar a los Santos de Misuri que habían sido expulsados de sus hogares, proclamar el Evangelio, y finalmente establecer Sion.
En octubre de 1836, los Santos comenzaron a recaudar los fondos de accionistas para abrir el Banco de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland, que se estableció oficialmente el 2 de noviembre, con Sidney Rigdon y José Smith sirviendo como directivos.1 Aquel invierno, sin embargo, la legislatura del estado no emitió una carta bancaria a la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland o a cualquier otro nuevo banco. En enero, los directores de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland ajustaron sus planes para operar sin la carta del estado, como lo hicieron algunas otras instituciones financieras, dada la dificultad de obtener un voto de la legislatura para obtener una carta.2
Sin embargo, la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland enfrentó una variedad de desafíos y batalló por meses antes de cesar de operar en agosto de 1837.3 Muchos de los Santos sufrieron complicaciones financieras como resultado, particularmente José Smith, cuyas pérdidas fueron sustanciales. Ese periodo llegó a ser una prueba de fe para muchos miembros de la Iglesia. Las dificultades de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland, combinadas con más problemas económicos generales, desencadenaron disensiones dentro de la Iglesia y llevaron a una significativa migración de Santos fieles a Misuri.
Razones para el fracaso de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland
Múltiples factores contribuyeron a los desafíos de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland. Muchos miembros de la Iglesia miraban los defectos en su comunidad, culpando a líderes de la Iglesia por no anticipar los problemas, a personas por participar en especulaciones de las tierras y gastar excesivamente, o a los miembros de la Iglesia en general por no apoyar adecuadamente la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland. Sin embargo, no todos los posibles factores que contribuyeron estaban bajo el control de los Santos. La oposición externa, a menudo fomentada por el prejuicio en contra de la comunidad mormona, también jugó un papel en debilitar la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland.4
El momento en que la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland fue fundada también fue inoportuno, ya que fue justo antes de una crisis financiera conocida en los Estados Unidos como el pánico de 1837. El esfuerzo económico de los Santos no se llevó a cabo en el vacío; dependían de la economía estadounidense, que en ese momento estaba muy influenciada por la política fiscal británica. Altas tasas de interés en Gran Bretaña, combinadas con los cambios en las normas en los Estados Unidos que interrumpían las ventas de la tierra y ponían presión en el sistema bancario en desarrollo de la nación, condujeron a una depresión económica prolongada en los Estados Unidos.5 El valor de las tierras y el precio de las cosechas cayó, llevando a bancos, negocios, e incluso a muchos estados de los Estados Unidos a declarar la bancarrota en los siguientes años.
Contexto legal y político
Mucho antes del pánico de 1837, ocurrieron debates intensos sobre cuán estrictamente el gobierno estadounidense debería controlar la banca y la moneda. Debido a que las personas en la frontera necesitaban algún medio de intercambio, a menudo dependían de notas emitidas por bancos locales, empresas, u otras instituciones en lugar de oro, plata o el suministro limitado de moneda emitida por el gobierno. Los defensores del dinero fuerte tendían a oponerse a la propagación de tales prácticas y querían que la banca y la moneda estuviesen reguladas firmemente y respaldadas por oro. Los defensores del dinero débil preferían el fácil acceso a la banca y una amplia circulación de monedas públicas y privadas para fomentar el desarrollo económico. Cuando la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland emitía sus propias notas o billetes, lo hacía de acuerdo con la posición que mantenían los defensores del dinero débil, pero en conflicto con un decreto estatal de 1816 establecido por defensores del dinero fuerte.6 Aunque las acusaciones bajo el decreto de 1816 eran poco frecuentes, José Smith y Sidney Rigdon fueron juzgados y multados por la decisión de la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland de circular notas bancarias.7
Reacciones de los Santos
Las condiciones económicas de 1837 fueron difíciles para los Santos en Kirtland.8 El colapso de los precios de las tierras fue un desafío para una comunidad donde muchos todavía debían dinero en granjas y hogares que habían comprado por mucho más de lo que valían en 1837. La recesión fue particularmente difícil de soportar para los Santos de Kirtland a causa de su previo optimismo sobre el futuro económico de la ciudad, el cual había sido respaldado por declaraciones de José Smith y otros líderes de la Iglesia.9 Ese optimismo general incluía un sentimiento de que la Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland tendría éxito si los Santos eran fieles.10 Cuando ese año trajo sufrimiento económico en lugar de prosperidad, algunos Santos experimentaron una crisis de fe.
Durante ese periodo, algunos de los Santos de los Últimos Días llegaron a criticar abiertamente a José Smith. Una facción dirigida por Warren Parrish rechazó completamente el liderazgo de José y creó una Iglesia disidente de breve duración. Otros, como el apóstol Parley P. Pratt, expresaron sentimientos de traición y desilusión por un corto tiempo, pero pronto volvieron a la hermandad. La mayoría de los Santos de Kirtland permanecieron fieles, pero vieron a amigos disentir y al final dejar la Iglesia.11
En 1838, frente a la continua disensión, amenazas de violencia, y desafíos económicos y legales, los miembros de la Primera Presidencia se mudaron a Misuri, seguidos por muchos de los Santos de Kirtland.12 Incluso después de que José Smith salió de Ohio, no se abandonó la labor por resolver sus asuntos financieros. Oliver Granger, quien había asumido la responsabilidad de muchos de los activos financieros en Kirtland de José Smith, siguió trabajando en resolver sus asuntos financieros y pagar las deudas restantes en el área hasta su muerte en 1841, cuando Reuben McBride asumió esas responsabilidades financieras.13