“Amy Brown Lyman”, Temas de Historia de la Iglesia
“Amy Brown Lyman”
Amy Brown Lyman
Como trabajadora social y reformadora progresista, Amy Brown Lyman aportó experiencia y activismo a su participación en la Sociedad de Socorro, donde sirvió como su octava Presidenta General. Lyman se preocupó especialmente por mejorar la salud de las mujeres y los niños, sobre todo en relación con el parto y la mortalidad infantil1. Sirvió en varios cargos cívicos y ayudó a introducir métodos modernos y profesionales en muchos aspectos de la obra de la Sociedad de Socorro. Al hacerlo, se convirtió en una de las mujeres Santos de los Últimos Días más influyentes del siglo XX.
Amy Cassandra Brown, segunda generación de Santos de los Últimos Días, nació en 1872. Asistió a la Academia Brigham Young de 1888 a 1890, donde conoció a Richard R. Lyman2. Ella enseñó en la academia de 1890 a 1894, mientras Richard estudiaba en la Universidad de Michigan. Los dos se casaron en el recién terminado Templo de Salt Lake en 1896 y más tarde se trasladaron al este de Estados Unidos con su pequeño hijo, Wendell, para que Richard realizara sus estudios de posgrado en ingeniería civil. Durante un curso de verano en 1902 en la Universidad de Chicago, Amy se matriculó en una clase de sociología que cambiaría el curso de su vida: descubrió una profesión en el ámbito del trabajo social y la defensa de la salud pública. Al año siguiente, los Lyman tuvieron una hija, Margaret, y se mudaron a Salt Lake City en 19053.
Como muchos otros de la época progresista de principios del siglo XX, Amy Brown Lyman se unió a las filas de los reformistas que buscaban mejorar la sociedad y alcanzar progresos en la salud a través del trabajo social. Entre las labores de Lyman estaban el organizar estaciones de distribución de leche para vecindarios desatendidos de Salt Lake City, colaborar con organizaciones benéficas públicas y privadas como miembro de la mesa directiva de la Sociedad de Organización Benéfica, coordinar con la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial para apoyar a los militares y sus familias, dirigir el nuevo Departamento de Servicios Sociales de la Sociedad de Socorro y supervisar institutos de formación de servicios sociales de la Sociedad de Socorro en Utah e Idaho4.
La carrera pública de Lyman coincidió con su servicio en la Sociedad de Socorro. Fue llamada a la mesa directiva general de la Sociedad de Socorro en 1909 y sirvió como secretaria-tesorera durante quince años y como consejera de Louise Y. Robison en la Presidencia General de 1928 a 1940. En 1922, Lyman fue elegida para la Legislatura del Estado de Utah y presidió los comités de educación y bienestar público. Dirigió a los legisladores del estado para que se aprobaran las leyes necesarias para aceptar fondos de la Ley Sheppard-Towner, una ley federal concebida para enviar fondos nacionales a los estados para proyectos de bienestar social. Lyman no se presentó a la reelección, en parte porque no le gustaba el ambiente político que había encontrado5.
Cuando Richard fue llamado como presidente de la Misión Europea en 1936, los Lyman se trasladaron a Inglaterra durante dos años. Al llegar a Londres, Amy viajó a la entonces Yugoslavia para asistir al Consejo internacional de mujeres como delegada del Consejo nacional de mujeres de los Estados Unidos, organización en la que había participado durante muchos años. Como esposa del presidente de la misión, supervisó la Sociedad de Socorro y otras organizaciones de la Iglesia para mujeres jóvenes y niños dentro de la misión6.
Entre 1940 y 1945, Lyman sirvió como Presidenta General de la Sociedad de Socorro. Se centró en alinear la obra de caridad de la Sociedad de Socorro con el plan de bienestar de la Iglesia creado durante la Gran Depresión y en preparar la celebración del centenario de la Sociedad de Socorro en 19427. Bajo su dirección, las mujeres de la Sociedad de Socorro colaboraron con el apoyo al esfuerzo bélico de los Aliados mediante el servicio en la Cruz Roja y contribuyeron con recursos al plan de bienestar de la Iglesia8.
La familia de Lyman sufrió grandes tragedias ante la opinión pública. Amy encontró a su hijo adulto Wendell muerto bajo su coche en 1933; los periódicos informaron de que Wendell se había asfixiado por los gases mientras trabajaba en unas reparaciones. Los problemas anteriores de él, financieros y de drogadicción, eran conocidos9. Más tarde, durante su servicio como Presidenta General de la Sociedad de Socorro, el esposo de Amy, Richard, para entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, fue excomulgado por “violación de la ley cristiana de la castidad”10. La noticia sorprendió y destrozó a Amy. Cuando Belle Spafford, su consejera, le ofreció apoyo, Amy respondió: “Solo ora para que la profundidad de mi comprensión del Evangelio me ayude a salir adelante”11. Dada su posición de importancia cuando se produjo el escándalo, Amy sintió que era apropiado dimitir. Sin embargo, David O. McKay, en ese entonces, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, la alentó a permanecer en el cargo. Ella continuó su trabajo como Presidenta General durante diecisiete meses más hasta que su dimisión fue aceptada en 1945. Amy y Richard siguieron casados, y Richard fue bautizado de nuevo y su condición de miembro en la Iglesia fue restaurada en 195412.
Después de su relevo, Lyman mantuvo su participación en la Sociedad de Socorro como escritora y discursante, así como maestra de su barrio local. Siguió siendo una apasionada de los asuntos sociales, la salud pública y el servicio a su familia hasta su muerte en 1959. En su funeral, Belle S. Spafford, sucesora de Lyman como Presidenta General de la Sociedad de Socorro, citó el tributo de Lyman a su propia madre para describir el tipo de líder que había sido Lyman: “Enérgica, dinámica y eficiente; sabia, previsora y de buen juicio. Ella fue una mujer como pocas”13.
Temas relacionados: Sociedad de Socorro, Sufragio femenino, Gran Depresión, Programas de bienestar.