Historia de la Iglesia
Templo de Salt Lake


Templo de Salt Lake

En julio de 1847, en el primer sermón dominical que se pronunció en el valle del Lago Salado, el apóstol George A. Smith declaró que un templo en el valle cumpliría la profecía de Isaías de que “será establecido el monte de la casa de Jehová” en los últimos días1. Poco después, Brigham Young percibió en visión el lugar donde debía construirse este templo2. Más de cuatro décadas después, los santos terminaron y dedicaron el Templo de Salt Lake, un ancla prominente para su comunidad de Sion.

Como parte de la ceremonia de la palada inicial, el 14 de febrero de 1853, los músicos interpretaron la conocida melodía escocesa “Auld Lang Syne”, señalando una nueva era3. El 6 de abril, se colocaron y dedicaron las piedras angulares del templo. Truman O. Angell, un carpintero convertido en arquitecto, trabajó con Brigham Young para diseñar un edificio que cumpliera la visión de Young. Al igual que el Templo de Nauvoo, el diseño del Templo de Salt Lake contenía símbolos que representaban el sacerdocio, los convenios del templo y el Plan de Salvación4.

Con la determinación de construir el templo con los “mejores materiales que [pudieran] obtenerse en las montañas de América del Norte”, los santos finalmente decidieron construir el templo utilizando granito local5. Los que pasaban por la Manzana del Templo percibían los “sonidos estridentes” de los cinceles que continuamente golpeaban las piedras, “alegrando a los que tienen oído para esa música”, a medida que los canteros daban forma a la roca para colocarla en las paredes del templo6.

dibujo arquitectónico del Templo de Salt Lake

Dibujo arquitectónico por Truman O. Angell de la fachada sur del Templo de Salt Lake.

Durante los primeros 20 años de construcción, los trabajadores transportaban piedra en carretas a lo largo de 32 kilómetros, desde el cañón Little Cottonwood hasta la Manzana del Templo. Las inclemencias meteorológicas y las malas cosechas hicieron lento un proceso ya de por sí pesado y laborioso. Los defectos descubiertos en los cimientos del templo requirieron retirar porciones completas de las paredes del sótano y reemplazar partes de los cimientos, lo que retrasó aproximadamente cinco años más la construcción. Los barrios y los cuórums del sacerdocio cooperaron para suministrar la mano de obra necesaria para mantener el personal de cantería y de transporte. La llegada de los ferrocarriles en la década de 1870 ofreció una forma más rápida y fiable de transportar la piedra.

Los Santos de los Últimos Días del Territorio de Utah terminaron el Templo de St. George, Utah, en 1877; el Templo de Logan, Utah, en 1884; y el Templo de Manti, Utah, en 1888. El conocimiento práctico que adquirieron mientras construían esos templos inspiró nuevos planos para las ordenanzas del templo7. Los planos del interior del Templo de Salt Lake, inicialmente previstos por Brigham Young, se cambiaron a los elaborados por Wilford Woodruff. Joseph Don Carlos Young, uno de los hijos de Brigham Young que era ingeniero profesional, supervisó la terminación de las agujas y el interior del templo. Incorporó nuevas tecnologías, como un marco de acero, iluminación eléctrica, calefacción a vapor y ascensores8.

manzana del templo

La Manzana del Templo en 1886.

Durante los últimos años de la construcción, el gobierno federal de los Estados Unidos persiguió agresivamente a los Santos de los Últimos Días que practicaban el matrimonio plural y las nuevas leyes amenazaban con privar a la Iglesia de sus templos9. Después de que Wilford Woodruff emitiera el Manifiesto en 1890 que anunciaba su intención de cooperar con las autoridades, los santos renovaron sus esfuerzos para terminar el templo10. Una vez terminado el exterior, una multitud se reunió el 6 de abril de 1892 en la Manzana del Templo y sus alrededores para participar en una elaborada ceremonia de la piedra de coronamiento, en la que una estatua de casi 4 metros (aproximadamente 12 pies), identificada como el ángel Moroni, fue colocada sobre la aguja central del lado este11. Este momento también marcó el comienzo de una carrera para terminar el interior a tiempo para el cuadragésimo aniversario del inicio de la construcción del templo.

Los líderes de la Iglesia querían que todos los Santos de los Últimos Días se unieran en la dedicación del templo al Señor. Para dar cabida a todos los que deseaban asistir, celebraron sesiones dos veces al día durante casi 20 días, incluso sesiones para niños. Antes de cada sesión, los asistentes hacían un recorrido del edificio. El 6 de abril de 1893, el presidente Wilford Woodruff ofreció la oración dedicatoria en la primera sesión. Muchos de los que asistieron a los servicios describieron haber sentido que el Señor aceptaba el templo y percibieron manifestaciones celestiales12.

Una multitud en la dedicación del Templo de Salt Lake

Una multitud se reunió para participar en la dedicación del Templo de Salt Lake en 1893.

Una importante renovación en la década de 1960 mejoró los sistemas mecánicos y de aire acondicionado, y una extensa limpieza del exterior del templo en 1993 restauró la piedra al vivo tono característico del granito. En 2019, se anunció otra importante renovación para estabilizar la estructura contra la actividad sísmica y rediseñar los terrenos circundantes13.

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