Historia de la Iglesia
Thomas L. Kane y Elizabeth Kane


“Thomas L. Kane y Elizabeth Kane”, Temas de la historia de la Iglesia

“Thomas L. Kane y Elizabeth Kane”

Thomas L. Kane y Elizabeth Kane

En el verano de 1846, Thomas L. Kane, de 24 años, hijo de un prominente juez de Filadelfia, visitó varios de los campamentos provisionales de los Santos de los Últimos Días en el Territorio de Iowa. Los santos habían sido obligados a abandonar su ciudad de Nauvoo, Illinois, y Kane pensaba que habían sido perseguidos injustamente por causa de su religión en un país que supuestamente afirmaba proteger la libertad religiosa. Él se convenció de la sinceridad de los Santos de los Últimos Días y se solidarizó con su suerte. Aunque no compartía la fe religiosa de ellos, Kane decidió defender a los Santos de los Últimos Días. Durante las siguientes tres décadas, él sirvió como el abogado y asesor externo más influyente que tuvieron los Santos de los Últimos Días, y trabajó con los oficiales del gobierno de los EE. UU. para asegurar los derechos religiosos y políticos de los santos. Además, trabajó en pro de reformas sociales, entre ellas, que las mujeres disfrutaran de más oportunidades y derechos y la abolición de la esclavitud1.

Retrato de Thomas L. Kane

Retrato de Thomas L. Kane.

Por cortesía del Departamento de Historia de la Iglesia

Kane había oído de los santos por medio de reportajes periodísticos y al asistir a una reunión en Filadelfia. Él se valió de sus conexiones políticas para ayudar a convencer al presidente de los Estados Unidos, James K. Polk, de constituir un batallón de soldados Santos de los Últimos Días para la guerra de Estados Unidos con México. Brigham Young ofreció los servicios de hombres Santos de los Últimos Días con la esperanza de que su paga ayudara a cubrir los gastos de la migración al oeste2. Durante su estadía en los campamentos de los santos, Kane enfermó de gravedad y los Santos de los Últimos Días lo atendieron hasta que recobró la salud. Antes de partir, Kane recibió una bendición patriarcal en la que se le prometió que su nombre se guardaría “en memoria honorable” entre los santos “por todas las generaciones”3. Al regresar a Filadelfia, Kane inició una campaña de relaciones públicas de amplio espectro a favor de los Santos de los Últimos Días.

La intercesión de Kane fue de gran ayuda para los santos en varios momentos importantes. En 1850, su influencia sobre el presidente de los Estados Unidos, Millard Fillmore, contribuyó a que Brigham Young fuese nombrado el primer gobernador del Territorio de Utah. Siete años más tarde, y cuando aumentaban las tensiones entre el gobierno federal y el pueblo de Utah, Kane recibió una comisión extraoficial del presidente de los Estados Unidos, el presidente James L. Buchanan, para ir a Utah y negociar la paz. Él viajó a Utah costeando sus gastos y exponiéndose a considerables peligros; allí medió diplomáticamente entre Young y los oficiales del ejército de los Estados Unidos para evitar un conflicto armado4.

Pocos años después, Kane luchó en la guerra civil estadounidense impulsado por sus ideales en contra de la esclavitud. Posteriormente, él siguió asesorando a Brigham Young y a otros líderes de la Iglesia. En el invierno de 1872–1873, Kane se desplazó a Utah junto con su esposa, Elizabeth Dennistoun Wood Kane, y dos de sus hijos. Ellos esperaban que las temperaturas templadas del sur de Utah ayudaran a Kane a recuperar su salud, la cual siempre había sido frágil, pero que se había deteriorado más por causa de las heridas y enfermedades padecidas durante la guerra civil. Elizabeth, quien albergaba sospechas y desconfiaba de los Santos de los Últimos Días por motivo de su práctica del matrimonio plural, se llevó una gran impresión de las mujeres del sur de Utah5. Ella escribió un libro que llamó Twelve Mormon Homes [Doce hogares mormones], en el cual ofrecía un análisis singular y una defensa de la vida familiar de los Santos de los Últimos Días, realizada por una observadora externa. Durante la siguiente década, Thomas continuó defendiendo a los Santos de los Últimos Días de ataques políticos, redactó el testamento de Brigham Young y abogó por el asentamiento de Santos de los Últimos Días en México, al punto de viajar a ese país durante una guerra civil para explorar posibles ubicaciones. Al morir en 1883, uno de sus últimos deseos fue que Elizabeth enviara unas sentidas palabras de despedida a sus “queridos amigos mormones”6.

fotografía de Elizabeth Dennistoun Wood Kane

Fotografía de Elizabeth Dennistoun Wood Kane.

Por cortesía del Departamento de Historia de la Iglesia

Temas relacionados: Guerra de Estados Unidos y México, Batallón Mormón, Guerra de Utah