“Instituciones legales y políticas de Estados Unidos”, Temas de la historia de la Iglesia
“Instituciones legales y políticas de Estados Unidos”
Instituciones legales y políticas de Estados Unidos
Nefi, un profeta del Libro de Mormón, observó que los escritos de Isaías pueden ser difíciles de entender si no se conoce la geografía y la historia de Jerusalén, que era la patria nativa de ese profeta1. Las verdades que enseñó Isaías son de carácter universal, aunque posean un contexto específico. De un modo similar, los primeros acontecimientos de la historia de la Iglesia ocurrieron dentro de un contexto político y geográfico particulares. Al conocer este contexto, se hace más fácil seguir la relación de muchos de los primeros acontecimientos de la historia de la Iglesia.
Los primeros años de Estados Unidos a modo de experimento
Joseph Smith, padre, Lucy Mack Smith y otros de los primeros santos habían nacido como súbditos británicos en las colonias de Norteamérica. Durante una prolongada guerra de independencia, las antiguas colonias adoptaron como nombre los Estados Unidos, y como forma de gobierno, la democracia. Entre 1787 y 1789, se reunieron los representantes de los estados y redactaron una constitución que equilibraba el poder entre diversos grupos: entre las personas, los diversos estados [provincias] y el nuevo gobierno nacional o “federal”, y entre el Congreso, el presidente y su gabinete, y las cortes federales. La Constitución estipulaba que tanto el presidente como la mayoría de los miembros del Congreso debían ser elegidos; aunque solo se les permitió votar a los dueños de propiedades. La Constitución impedía que el gobierno federal pudiera establecer una religión oficial o interferir con el libre ejercicio de la religión. En general, el gobierno federal era mucho más débil entonces que como lo es hoy en día en los Estados Unidos, y los estados y las comunidades locales disponían de una mayor autoridad.
El sistema de gobierno instituido en los Estados Unidos no seguía los cánones acostumbrados, y se le consideraba como experimental. Muchos de los primeros miembros de la Iglesia nacieron y vivieron durante este periodo, poco después de la fundación de la nación. Por ejemplo, Joseph, padre y Lucy Mack Smith se casaron durante el mandato de George Washington como primer presidente del país. Cuando él dejó su cargo, dos partidos políticos antagónicos se convirtieron en un importante aspecto de la vida política en Estados Unidos. Quedaban sin aclararse cuestiones importantes referidas al equilibrio práctico del poder entre los diversos órganos del Estado, las funciones del gobierno federal y los estatales y la aceptación de que las comunidades se saltaran la ley para resolver disputas mediante acciones de vigilantes (justicieros)2. Había incertidumbre en cuanto a si los Estados Unidos podrían conservar su independencia, si los estados mantendrían la unión, cómo se relacionaría la nación con otros países y si la nueva forma de gobierno podría garantizar la estabilidad de la población y los derechos de los grupos minoritarios en un sistema conformado por el gobierno de la mayoría.
Los primeros años de la Iglesia y los sistemas en desarrollo en Estados Unidos
Para 1830, cuando se organizó la Iglesia, las instituciones políticas y legales de Estados Unidos estaban aún en gestación. Si bien la nueva nación proclamaba la defensa de la libertad religiosa, los primeros santos desafiaban a menudo las expectativas religiosas de muchos estadounidenses. Esto era particularmente cierto cuando los santos se congregaban en un lugar y comenzaban a edificar una comunidad. Sus vecinos se preocupaban con frecuencia por la influencia que un gran número de Santos de los Últimos Días podrían tener en las elecciones locales. En muchos casos, el cometido de los santos hacia la libertad religiosa frente a la oposición continua puso a prueba la fortaleza de las instituciones legales y políticas de los Estados Unidos.
En Nueva York y Ohio, los opositores a la Iglesia se valieron tanto de las cortes penales como de las acciones de vigilantes (justicieros) para hostigar a los santos3. Ante tal oposición, los santos se convirtieron en tenaces defensores de la libertad religiosa y del debido proceso legal del acusado. Aun cuando simpatizasen con la causa de los santos, los alguaciles y jueces no siempre se sentían autorizados a ayudarlos, dada la oposición pública.
En Misuri, la persecución fue particularmente intensa4. En 1833, un populacho organizado por ciudadanos influyentes de la localidad expulsaron de sus viviendas a los santos del condado de Jackson (condado es una subdivisión territorial y administrativa de un estado). Después de que José Smith recibió una revelación en la que el Señor declaró “he establecido la Constitución de este país, por mano de hombres sabios”, los santos iniciaron una larga campaña de gestiones ante el gobierno, solicitando que se les protegiesen sus derechos5. Inicialmente, ellos apelaron ante el gobernador del estado. Sin embargo, los santos tuvieron dificultades para recibir un trato justo debido a la rivalidad de la mayoría de las personas de la localidad, incluyendo a los miembros de las milicias voluntarias de las que dependía el gobierno estatal para mantener el orden. Los santos apelaron al presidente de los Estados Unidos, Martin Van Buren, mas este se negó a brindarles ayuda temiendo perder los votos de los ciudadanos de Misuri.
Para 1844, José Smith y los santos se sentían muy frustrados ante la incapacidad o indisposición de los gobiernos estatales y federales de proteger sus derechos. Ese año, como los dos candidatos presidenciales más importantes no quisieron hacer promesas de defender las libertades religiosas y otras libertades de los santos, José Smith se lanzó en campaña por la presidencia de los Estados Unidos, abogando no solamente por la libertad religiosa sino también por la abolición gradual de la esclavitud, la reforma de las prisiones y la expansión nacional, condicionada por la obtención del consentimiento de las diversas tribus indias de Norteamérica6. Sin embargo, José Smith fue asesinado por un populacho antes de las elecciones, cuando la milicia local que debía vigilar la cárcel donde él estaba recluido en espera de juicio, no le brindó protección7.
Migración al Oeste, conflicto y resolución
Tras la muerte de José Smith, Brigham Young y los otros Apóstoles condujeron a los santos hacia el Oeste, fuera de los Estados Unidos, a lo que era el territorio de México. Para ese entonces, los Estados Unidos libraba una guerra con México, y la región en la que se establecieron los santos pronto llegó a formar parte de los Estados Unidos, bajo el nombre de Territorio de Utah. A diferencia de los estados, que poseían un gobierno mayormente autónomo, los territorios estaban bajo el control directo del gobierno federal. Esto se tradujo en que los oficiales del territorio, como el gobernador y los jueces, eran nombrados por el presidente del país, en lugar de ser electos por los ciudadanos locales.
Con frecuencia, hubo situaciones de mucha tensión entre los santos y el gobierno federal. El presidente de los Estados Unidos nombró a Brigham Young como el primer gobernador de Utah, pero tanto él como los santos tuvieron frecuentes enfrentamientos con otros oficiales del territorio. En 1857 y 1858, la guerra pareció inminente entre los santos y el gobierno federal, cuando el presidente de la nación envió un ejército a Utah para sofocar una supuesta rebelión e instaurar un nuevo gobernador en reemplazo de Brigham Young. Volvieron a surgir tensiones cuando el gobierno de Estados Unidos emprendió acciones para criminalizar el matrimonio plural en la década de 1860. Y en las décadas de 1870 y 1880, las mujeres mormonas en particular se involucraron políticamente en la protesta contra las leyes contra la poligamia y estuvieron entre las primeras mujeres en los Estados Unidos y el mundo que conquistaron el derecho al voto.
Tal como los santos procuraron que las autoridades estadales y federales les hicieran justicia después de las persecuciones de Misuri, también buscaron la protección de las cortes de justicia del país, argumentando que ellos tenían el derecho a continuar con la práctica del matrimonio plural al considerarla una práctica religiosa. Cuando la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó sus argumentos en 1879, los miembros de la Iglesia ejercieron la desobediencia civil, argumentando que la obediencia a las leyes de Dios era más importante que obedecer leyes injustas. A medida que el gobierno federal fue incrementando agresivamente las acciones punitivas contra los Santos de los Últimos Días que practicaban el matrimonio plural, los líderes de la Iglesia procuraron revelación en cuanto a cómo reconciliar las demandas de su práctica religiosa con las leyes del país. En 1890, el presidente Wilford Woodruff oró y recibió la respuesta por revelación que llevó a la Iglesia a dar fin a la práctica del matrimonio plural.
En 1896, Utah alcanzó la categoría de estado, lo que permitió a la mayoría de los hombres y mujeres Santos de los Últimos Días participar más activamente en la vida cívica de la nación. Aunque siguió habiendo oposición a la participación política de los santos, para 1908, un comité del Congreso ratificó la elección de Reed Smoot, un miembro del Cuórum de los Doce, al Senado de los Estados Unidos. Desde ese entonces, los Santos de los Últimos Días han participado activamente en la política de Estados Unidos, bien sea como votantes o como candidatos elegidos. La Iglesia mantiene una posición neutral en la política de partidos de los Estados Unidos, pero se reserva el derecho de hacer declaraciones en cuanto a los temas de importancia moral.