Historia de la Iglesia
La visión de la redención de los muertos (D. y C. 138)


“La visión de la redención de los muertos (D. y C. 138)”, Temas de la historia de la Iglesia

“La visión de la redención de los muertos (D. y C. 138)”

La visión de la redención de los muertos (D. y C. 138)

El 3 de octubre de 1918, el Presidente de la Iglesia, Joseph F. Smith, tuvo una visión de la visita posterrenal de Jesucristo al mundo de los espíritus. El relato de esta visión se publicó en periódicos, revistas, libros y manuales antes de que fuese incorporada a La Perla de Gran Precio y sostenida como Escritura en una conferencia general en 19761. Como parte de una nueva edición estándar de las Escrituras, el registro se trasladó en 1979 a Doctrina y Convenios, convirtiéndose en el primero de los dos documentos incorporados a los libros canónicos en el siglo XX2.

Presidente Joseph F. Smith

El presidente Joseph F. Smith unos cuatro años antes de recibir la visión de la redención de los muertos.

La tradición cristiana que se remonta al siglo I mantenía que Jesucristo visitó a los espíritus de los muertos entre la Crucifixión y la Resurrección. Cuando José Smith comenzó a enseñar la doctrina del bautismo por los muertos en la década de 1840, un buen número de cristianos ya aceptaba la doctrina del “descenso a los infiernos”, que enseñaba que Jesús había descendido al infierno antes de resucitar, a fin de salvar a quienes no habían oído Su mensaje3. En sermones sobre el bautismo por los muertos, José Smith comentó que “mientras Su cuerpo [yacía] en el sepulcro, Jesucristo se convirtió en un espíritu ministrante a los espíritus encarcelados a fin de cumplir una parte importante de Su misión”, predicando entre los espíritus para “sacarlos de las casas de prisión4. Durante la vida de Joseph F. Smith, otros Presidentes de la Iglesia —entre ellos Brigham Young, John Taylor, Wilford Woodruff y Lorenzo Snow— describieron a Jesús y a otros santos ya fallecidos realizando misiones para predicar el Evangelio a los “espíritus encarcelados” en “la morada de los condenados”5.

Durante su presidencia, entre 1901 y 1918, Joseph F. Smith hizo hincapié en la obra misional que se lleva a cabo en el mundo de los espíritus, enseñando que “los hermanos [del sacerdocio que] parten de aquí […] continúan realizando esta obra” bajo la organización del sacerdocio en la vida posterrenal. En vida, los Santos de los Últimos Días pueden colaborar “trabajando por la salvación de nuestros antepasados al efectuar por ellos las ordenanzas que ellos no pueden hacer ahora por hallarse en el mundo de los espíritus”. Citó pasajes del Nuevo Testamento que respaldaban estas enseñanzas, pero todavía se hacía preguntas acerca de la magnitud de dicha organización: ¿cómo pudo Jesucristo llegar a los millones de almas que se encuentran en la prisión espiritual en el breve período de tiempo que transcurrió entre Su muerte y resurrección?6.

Tal vez sus preguntas sobre las condiciones del mundo de los espíritus hayan estado motivadas o influidas por sus frecuentes encuentros con la muerte. Siendo niño, Joseph F. Smith padeció mucho luego de la muerte de su padre, Hyrum Smith. En un período de cincuenta años sufrió la muerte de doce de sus hijos; y un hijo ya adulto, Hyrum Mack Smith, falleció repentinamente a causa de una rotura del apéndice en enero de 1918. Con posterioridad, ese mismo año, una pandemia mundial de gripe y las grandes pérdidas causadas por la Primera Guerra Mundial acaparaban la mayoría de los titulares7. En octubre empeoró la salud del propio Joseph F. Smith, lo cual, en sus palabras, lo mantuvo en una casi constante “comunicación con el Espíritu del Señor”8. Mientras reflexionaba sobre el amor de Dios y estudiaba 1 Pedro 3:18–20 y 4:6, “fueron abiertos los ojos de [su] entendimiento” y vio “las huestes de los muertos, pequeños así como grandes”9.

Durante la visión, Joseph F. Smith se preguntó cómo podría haber ministrado Jesucristo a tantos en tan poco tiempo, y vio cómo el Salvador “pasó su tiempo, durante su permanencia en el mundo de los espíritus, instruyendo y preparando a los fieles espíritus de los profetas que habían testificado de él en la carne” a fin de predicar el Evangelio a quienes no habían recibido su mensaje en esta vida10. Si bien la visión confirmó sus anteriores impresiones acerca de la visita de Jesús al mundo de los espíritus, también reveló que Él no había visitado a los inicuos o rebeldes, sino que más bien había movilizado a mensajeros para que predicasen el Evangelio11.

Un mes después de la visión, el presidente Smith se la dictó a su hijo, Joseph Fielding Smith. Dos semanas más tarde, Joseph Fielding Smith presentó el texto a la Primera Presidencia, al Cuórum de los Doce Apóstoles y al Patriarca Presidente, quienes lo refrendaron e hicieron planes para su publicación en Improvement Era12. Joseph F. Smith falleció el 19 de noviembre, once días antes de que se publicara el relato de su visión. En publicaciones posteriores, incluida una recopilación de enseñanzas de Joseph F. Smith y diversos manuales de cuórums del sacerdocio, se volvió a imprimir la visión, lo cual hizo que el texto tuviera una gran difusión incluso antes de su incorporación a los libros canónicos en 197613.

Casi inmediatamente después de la publicación del registro, los lectores reconocieron la importancia que la visión tenía para la investigación de historia familiar y la obra del templo. Susa Young Gates, que leyó una transcripción del relato de la visión al lado del lecho de Joseph F. Smith, difundió la visión entre sus allegados de la Sociedad Genealógica de Utah y la Sociedad de Socorro14. “¡Piensa en el impulso que esta revelación dará a la obra del templo en toda la Iglesia!”, le escribió a otra administradora de la Sociedad Genealógica15. Estimulados por la perspectiva revelada del mundo de los espíritus, los Santos de los Últimos Días siguieron edificando templos y fundaron uno de los repositorios de registros genealógicos más grandes del mundo.

Temas relacionados: Joseph F. Smith, Influenza Pandemic of 1918

Notas

  1. N. Eldon Tanner, “The Sustaining of Church Officers”, Ensign, mayo de 1976, pág. 18.

  2. El otro documento fue la Declaración Oficial—2, el anuncio de una revelación que el Presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, recibió en junio de 1978 y que fue sostenida como la voluntad del Señor en la siguiente conferencia general. La nueva edición de Doctrina y Convenios que contenía el registro de la visión en la sección 138 no se imprimió hasta 1981.

  3. Jeffrey A. Trumbower, Rescue for the Dead: The Posthumous Salvation of Non-Christians in Early Christianity, Nueva York: Oxford University Press, 2001, págs. 91–102.

  4. José Smith, discurso, 3 de octubre de 1841, en Times and Seasons, 15 de octubre de 1841, pág. 577, josephsmithpapers.org; Joseph Smith, “Baptism for the Dead”, Times and Seasons, 15 de abril de 1842, pág. 760.

  5. Joseph Stuart, “Development of the Understanding of the Postmortal Spirit World”, en Joseph F. Smith: Reflections on the Man and His Times, editado por Craig K. Manscill, Brian D. Reeves, Guy L. Dorius y J. B. Haws; Provo, Utah: Religious Studies Center, 2013, págs. 224–227.

  6. Stuart, “Development of the Understanding of the Postmortal Spirit World”, págs. 227–229.

  7. Véanse los temas Influenza Pandemic of 1918 y World War I.

  8. Joseph F. Smith, Remarks, 4 de octubre de 1918, en Eighty-Ninth Semi-Annual Conference of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, Salt Lake City: Deseret News, 1918, pág. 2.

  9. Doctrina y Convenios 138:11.

  10. Doctrina y Convenios 138:36; véase también Doctrina y Convenios 138:11, 27, 30.

  11. Stuart, “Development of the Understanding of the Postmortal Spirit World”, pág. 230.

  12. James E. Talmage, diario, 31 de octubre de 1918, Harold B. Lee Library, Universidad Brigham Young, Provo, Utah; véanse los temas Publicaciones de la Iglesia y Bendiciones patriarcales.

  13. Robert L. Millet, “The Vision of the Redemption of the Dead (D&C 138)”, en Craig K. Manscill (editor), Sperry Symposium Classics: The Doctrine and Covenants, Provo, Utah: Religious Studies Center, 2004, págs. 314–331.

  14. Véase el tema Family History and Genealogy.

  15. Carta de Susa Young Gates a Elizabeth C. McCune, 14 de noviembre de 1918; Lisa Olsen Tait, “Susa Young Gates y la visión de la redención de los muertos”, serie Revelaciones en contexto, history.ChurchofJesusChrist.org.