“El Libro de Mandamientos”, Temas de la historia de la Iglesia
“El Libro de Mandamientos”
El Libro de Mandamientos
En los primeros años de la Iglesia, el único acceso que la mayoría de los miembros tenía a las revelaciones que el Señor dio a José Smith era a través de copias manuscritas en hojas sueltas que circulaban entre los Santos de los Últimos Días. Los líderes de la Iglesia y los misioneros dependían de esas copias para recibir guía e inspiración. Casi a finales de 1831, José convocó una conferencia para determinar cuándo y cómo se publicarían esas revelaciones. Él y otros líderes de la Iglesia querían asegurarse de que hubiera copias fieles a disposición de los miembros de la Iglesia. En una revelación que José recibió en la conferencia, el Señor aprobó la compilación de las revelaciones y reveló un prefacio para el futuro libro1. Un comité, denominado la Firma Literaria, se encargó de supervisar la publicación del libro2. Los Santos de los Últimos Días solían llamar “mandamientos” a las revelaciones, y la Firma Literaria empleó esta palabra en el título de la compilación: “Un Libro de Mandamientos”.
La impresión comenzó en 1832, en un taller de imprenta de Independence, Misuri, propiedad de William W. Phelps, y estaba casi terminada en julio de 1833 cuando un populacho saqueó la imprenta. Varios Santos pusieron en riesgo su integridad física para salvar algunas de las páginas durante el ataque. Miembros de la Iglesia en Misuri y en Kirtland, Ohio, encuadernaron las páginas rescatadas en varios libros incompletos, aunque se frustró la tan anhelada edición de varios miles de ejemplares. Los líderes de la Iglesia no tardaron en reanudar las labores de publicación de las revelaciones3 y tuvieron éxito en 1835, logrando publicarlas en Kirtland bajo el título de La Doctrina y los Convenios de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, que los Santos aprobaron como si fuera “una ley para la Iglesia” y una “regla de la fe y la conducta”4.
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