“Masonería”, Temas de la historia de la Iglesia
“Masonería”
Masonería
La francmasonería es una organización fraternal [para hombres] que se derivó de los antiguos gremios comerciales europeos de hace algunos siglos. Los francmasones (o masones) se reúnen en logias, en las que representan a modo de ritual una historia basada en el breve relato bíblico de Hiram, un hombre a quien Salomón comisionó la construcción del templo en Jerusalén1. Durante la representación, los masones avanzan de grado en grado, valiéndose de saludos con las manos, palabras clave y vestimentas especiales. En los rituales masones, los masones se comprometen a ser dignos de confianza y leales a sus hermanos masones. Además de participar en estos rituales, los masones se reúnen socialmente, participan en actividades de construcción en la comunidad y hacen contribuciones de caridad a diversas causas.
Algunos de los primeros Santos de los Últimos Días fueron masones. Heber C. Kimball, Hyrum Smith y otros pertenecían a logias masónicas desde la década de 1820, y José Smith se unió a la fraternidad en marzo de 1842 en Nauvoo, Illinois2. Poco después de hacerse masón, José presentó la investidura del templo. Existen algunas semejanzas entre las ceremonias masónicas y la investidura, mas hay también grandes diferencias en su contenido y propósito.
Historia de la masonería
No se conocen documentos masónicos anteriores al año 1400. Los registros más antiguos narran una historia según la cual la masonería se originó en los tiempos del Antiguo Testamento. Las minutas más antiguas que han sobrevivido datan de alrededor del año 1600, e indican que la organización estaba preocupada principalmente con regular la comercialización de la mampostería. Las minutas posteriores demuestran que las logias gradualmente fueron pasando al control de hombres que no eran mamposteros. Estos hombres transformaron la organización de gremio a confraternidad.
Los masones relataban una historia de cómo sus antepasados habían aprendido el oficio de la mampostería, cómo la emplearon para construir el Templo de Salomón; cómo protegieron el terreno del templo y cómo guardaron el conocimiento de su oficio como un secreto muy bien guardado3. En los días de José Smith, ya hacía tiempo que se habían desdibujado los linderos entre la historia de los orígenes europeos de la masonería y su mitos y tradiciones fundacionales. Parece que los rituales de la francmasonería se originaron en Europa a principios de la era moderna4. Algunos aspectos de estas ceremonias guardan similitud con los ritos religiosos de muchas culturas, tanto antiguas como modernas5.
La francmasonería alcanzó su máximo de popularidad en los Estados Unidos entre 1790 y 1826. Figuras prominentes en la fundación de la nación estadounidense, George Washington y Benjamín Franklin fueron masones, y reconocidos personajes políticos tales como Andrew Jackson y Henry Clay participaron posteriormente en la fraternidad6. Sin embargo, algunos estadounidenses contemporáneos de José Smith estaban preocupados por la naturaleza secreta y exclusiva de la masonería7. Estas personas “antimasones” formaron sociedades, publicaban en los periódicos y, por un tiempo, se organizaron como un partido político nacional8. A pesar de este movimiento, florecieron en los Estados Unidos las sociedades secretas como los masones y se establecieron logias masónicas en la mayoría de las grandes urbes9.
Masonería en Nauvoo
En diciembre de 1841, 18 mormones masones organizaron una logia en Nauvoo. José Smith y 40 varones más soliciaron la admisión al día siguiente. El 15 de marzo de 1842, el Gran Maestro Masón de Illinois, Abraham Jonas, otorgó una dispensación para organizar la Logia de Nauvoo, instaló sus oficiales e inició a José Smith y a Sidney Rigdon en el grado de “Aprendiz”, en el piso superior de la tienda de ladrillos rojos de José Smith. Al día siguiente, Jonas avanzó a José y a Sidney al grado de “Compañero” y los elevó al grado de “Maestros Masones”10. Las fuentes históricas no explican los motivos que tuvo José Smith para afiliarse a los francmasones. En muchas localidades de la joven nación estadounidense, los oficiales más importantes que se elegían eran también masones. Puede que José haya pensado que al unirse a ellos, iba a ganar una red de aliados que le darían acceso a las esferas de influencia política y protección de la persecución. Luego de haber sido traicionado en Misuri por algunos de sus más cercanos compañeros en el ministerio, a José puede haberle interesado el énfasis de los masones en la confidencialidad y la lealtad. Probablemente, los mormones masones deben haber alentado a José a inscribirse como miembro. De cualquier modo, José, al igual que todos los masones, debe haber declarado que su intención al unirse era estrictamente para obtener conocimiento y ser útil a los demás11.
Muchos Santos de los Últimos Días se afiliaron a la Logia de Nauvoo, la que en corto tiempo pasó a ser la mayor del estado. Este rápido crecimiento hizo que muchos masones sospecharan que los mormones iban a dominar la organización en Illinois. Al principio, la Gran Logia del estado mantuvo la dispensación otorgada a la Logia de Nauvoo, concediéndole tiempo para corregir irregularidades en la admisión de nuevos miembros; pero en octubre de 1843, retiró tal licencia12. Más tarde, cuando José y Hyrum fueron asesinados en Carthage en junio de 1844, los mormones masones se sintieron indignados y traicionados ya que hubo testigos que notaron que había masones en el populacho. Algunos miembros de la Iglesia pensaron, al escuchar el relato de sus muertes, que José pudo haber hecho un llamado masónico de auxilio en sus últimos momentos, por lo que creció la sensación de traición entre los santos13. Las tensiones entre los Santos de los Últimos Días y los masones de Illinois y las zonas circunvecinas continuaron creciendo, hasta que en octubre de 1844, la Gran Logia cortó todos los nexos con la Logia de Nauvoo y sus integrantes. No obstante, los masones de Nauvoo siguieron operando su logia de manera independiente hasta 1846, cuando los santos abandonaron en masa el estado de Illinois14. Cuando los santos llegaron a Utah, no establecieron nuevas logias masónicas allí.
La masonería y la investidura
El 3 de mayo de 1842, José Smith, auxiliado por algunos hombres, preparó un ambiente en su tienda de ladrillos rojos en la que los masones de Nauvoo se reunían, “en preparación para conferir la investidura a algunos pocos élderes”15. Al día siguiente, José presentó la investidura del templo por primera vez a nueve hombres, los cuales todos eran masones a su vez16. Uno de ellos, Heber C. Kimball, escribió acerca de esta experiencia a su compañero en el apostolado, Parley P. Pratt, quien estaba de misión en Inglaterra: “Hemos recibido algunas cosas preciosas sobre el sacerdocio por medio del Profeta”, escribió Kimball sobre la investidura, señalando que “hay una semejanza del sacerdocio en la masonería”. Él le dijo a Pratt que José creía que la masonería había “sido tomada del sacerdocio, pero que había degenerado”17. Joseph Fielding, otro Santo de los Últimos Días investido que era masón, anotó de un modo similar en su diario que la masonería “parece haber sido un escalón de preparación para algo más”, refiriéndose a la investidura18.
Los mormones en Nauvoo, que conocieron tanto los ritos masónicos como la investidura, reconocieron semejanzas entre algunos elementos de las dos ceremonias, pero testificaron que la investidura era el resultado de la revelación. Willard Richards, al escribir la historia de José Smith, enseñó que la introducción de la investidura en Nauvoo estaba “gobernada por el principio de la revelación”19. José y sus compañeros en el ministerio entendían la masonería como una institución que había preservado vestigios de antiguas verdades20. Reconocieron paralelos entre los rituales masónicos y la investidura pero concluyeron, basándose en sus experiencias con ambos rituales, que la ordenanza era una restauración divina21.
Hacer hincapié en las semejanzas entre los estilos de enseñanza y las formas exteriores de la masonería y la investidura del templo resta importancia a las importantes diferencias que tienen de fondo. Las ceremonias masónicas fomentan el desarrollo personal, la hermandad, la caridad y la fidelidad a la verdad con el propósito de formar mejores hombres, los que a su vez harán una sociedad mejor22. En las ordenanzas del templo, los hombres y las mujeres hacen convenios con Dios de obedecer Sus leyes con el propósito de obtener la exaltación mediante la expiación de Jesucristo23. Los rituales masónicos dan instrucciones paso a paso valiéndose de la dramatización, gestos simbólicos y vestimentas, con un contenido basado en las leyendas masónicas. La investidura emplea métodos de enseñanza similares, pero su contenido se basa principalmente en las revelaciones y las traducciones inspiradas que José Smith recibió.
Otra diferencia importante entre los rituales masónicos y la investidura era el acceso. Mientras que los masones tuvieron directrices muy estrictas en cuanto a quién podía unirse a su confraternidad, José Smith esperaba dar la investidura “aun al más débil de los santos”, y esto “en cuanto estén preparados para recibir[la] y se prepare un lugar apropiado para comunicar[la]”24. Por consiguiente, Brigham Young y otros hombres y mujeres a quienes José había dado la investidura antes de su muerte, administraron la ordenanza a millares de Santos de los Últimos Días en Nauvoo. Adicionalmente, la mayoría de los grupos masónicos excluían a las mujeres25. José, en cambio, enseñó que era esencial que las mujeres Santos de los Últimos Días recibieran la investidura. Muchas mujeres en Nauvoo se prepararon para esta ordenanza al participar en la Sociedad de Socorro26.
Hay diversas maneras de entender la relación entre la masonería y el templo. Algunos Santos de los Últimos Días señalan que las semejanzas en el formato y los símbolos entre la investidura, los rituales masónicos y los de muchas ceremonias religiosas de la antigüedad son una evidencia de que la investidura fue una restauración de una antigua ordenanza27. Otros notan que las ideas y las instituciones en la cultura del entorno de José Smith contribuyeron frecuentemente al proceso por el cual él obtenía revelación28. En todo caso, la investidura no era una simple imitación de los rituales de la francmasonería. Antes bien, la experiencia de José con la francmasonería evidentemente sirvió de catalizador para la revelación. El Señor restauró las ordenanzas del templo a través de José Smith para enseñar verdades profundas acerca del Plan de Salvación e introducir convenios que permitirían a los hijos de Dios entrar en Su presencia.
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