“Kirtland, Ohio”, Temas de la historia de la Iglesia
“Kirtland, Ohio”
Kirtland, Ohio
En Kirtland, Ohio, ocurrieron muchos de los acontecimientos significativos de los inicios de la historia de la Iglesia. Mientras vivía en Kirtland, y en los alrededores, José Smith recibió docenas de revelaciones con instrucciones importantes que eran esenciales para el establecimiento de la Iglesia. En Kirtland, José Smith organizó los oficios y cuórums del sacerdocio, y los santos edificaron el primer templo.
En diciembre de 1830, en una revelación que recibió José Smith se mencionó “Ohio” como el primer lugar de recogimiento para los santos1. A principios de ese año, Oliver Cowdery, Parley P. Pratt y otros bautizaron a muchas personas que pertenecían a las congregaciones que dirigía Sidney Rigdon cerca de Kirtland. Estas primeras conversiones incrementaron el tamaño de la Iglesia considerablemente, y entre ellos estaban los hombres y las mujeres que desempeñarían un papel importante en la historia de la Iglesia2.
Kirtland, Ohio, fue uno de los dos lugares de recogimiento de los santos durante la década de 1830. Muchos de los santos se congregaron en Misuri, pero debido a que José Smith y su familia vivieron en Ohio durante gran parte de la década, Kirtland, era la sede de las Oficinas Generales de la Iglesia. La mayoría de las revelaciones de Kirtland se recibieron en los hogares donde la familia Smith vivió para la época3. Muchas de esas revelaciones se publicaron primeramente en Kirtland junto con el primer himnario y partes de la revisión inspirada de José Smith de la Biblia, que actualmente se encuentran en la Perla de Gran Precio4.
Al anunciar que Kirtland sería un lugar de recogimiento, el Señor prometió bendecir a los santos de Kirtland con Su “ley” e investirlos con “poder de lo alto”5. Una vez establecidos los santos en Kirtland, el Señor reveló la ley de consagración: un principio económico por el cual los participantes cedían sus propiedades a la Iglesia, recibían una mayordomía para su propio sostén y donaban el excedente para apoyar a los pobres6. Esa ley ayudó a purificar el corazón y la mente de los santos en preparación para la investidura de poder que se les había prometido.
Lucy Mack Smith recordaba que, incluso durante su construcción, el Templo de Kirtland era “la fuente principal de todos nuestros pensamientos”7. Los santos dieron de su tiempo y sus recursos para la construcción del templo. Los hombres trabajaron incansablemente para construir los muros del templo, y las mujeres se organizaron en grupos para coser ropa para los hombres que trabajaban en el templo8. Los niños también participaron en la obra juntando fragmentos de porcelana y de vajillas para hacer el revestimiento exterior del templo9.
La construcción del templo iba a la par de la preparación espiritual. José Smith organizó la Escuela de los élderes para instruir a los hombres y prepararlos para el ministerio10. Los hombres y las mujeres también donaron su tiempo y recursos en una variedad de obras de caridad11.
Cuando el templo estaba casi terminado, José recibió instrucciones reveladas que explicaban la organización del sacerdocio, y él trabajó para organizar formalmente los oficios y cuórums del Sacerdocio Aarónico y del Sacerdocio de Melquisedec. Entre los hitos importantes están la organización de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles12.
La finalización y dedicación del templo a principios de 1836 fue acompañada por un derramamiento sin precedentes del Espíritu. En los días siguientes a la dedicación, el Señor se apareció a José Smith y Oliver Cowdery. Moisés, Elías el Profeta y Elías también se aparecieron y entregaron llaves divinas esenciales para el recogimiento de Israel y el sellamiento de la familia de Dios13. En esas reuniones, los que fueron llamados a llevar el Evangelio a todo el mundo y en general, los santos, recibieron la investidura de poder espiritual que se les había prometido14.
A la espectacular apoteosis de la dedicación siguieron, al año siguiente, las dificultades económicas y la apostasía. La Sociedad de Seguridad Financiera de Kirtland, una institución financiera establecida por los líderes de la Iglesia, entre ellos José Smith, quebró en 1837 por efecto de una crisis económica nacional, conocida como el pánico de 1837. Como resultado de las dificultades económicas que les sobrevinieron, algunos inversionistas, entre ellos líderes de la Iglesia, cuestionaron el llamamiento profético de José Smith15. Algunos incluso amenazaron con quitarle la vida a José Smith. En los primeros meses de 1838, José Smith y otros líderes de la Iglesia escaparon de Kirtland y se desplazaron a Far West, Misuri.
Con el tiempo, muchos de los santos que vivían en Kirtland se congregaron con el grupo principal de los santos en Misuri y en Nauvoo, dejando atrás sus propiedades. Varios de los edificios importantes de cuando los santos estuvieron en Kirtland, incluso el templo, se conservan hasta el día de hoy. La Comunidad de Cristo es la propietaria y se encarga de la conservación del Templo de Kirtland, el cual está abierto al público para recorridos16. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días mantiene otros edificios, como la casa y tienda de Newel K. Whitney, que ha sido restaurada, y el aserradero y la fábrica de potasa, que han sido reconstruidos, los cuales también están abiertos al público para recorridos.
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