Historia de la Iglesia
Liquidación de las propiedades de José Smith


“Liquidación de las propiedades de José Smith”, Temas de la historia de la Iglesia

“Liquidación de las propiedades de José Smith”

Liquidación de las propiedades de José Smith

Las primeras revelaciones dadas a José Smith mandaban a los Santos de los Últimos Días a que se congregaran y construyeran comunidades, ciudades y templos. Tales esfuerzos requerían grandes cantidades de dinero, en especial para la compra de tierras. Como Presidente de la Iglesia, José Smith lideró los esfuerzos por cumplir con esas obligaciones reveladas, optando por pedir prestado dinero a acreedores, dado que la Iglesia era pequeña y contaba con pocos recursos. Una recesión a nivel nacional ocurrida a fines de la década de 1830 y principios de la década de 1840 hizo que le resultara más difícil pagar a sus acreedores de Ohio. Después de mudarse a Misuri en 1838, él autorizó a otras personas para que continuaran el proceso de liquidación de sus deudas en Ohio.

Poco después, los santos fueron expulsados de Misuri y se establecieron alrededor de Nauvoo, Illinois. Entre las injusticias que llevaron a esa partida forzada se incluye la devastación financiera que se produjo cuando José y los santos perdieron gran cantidad de tierras en Misuri, por las cuales habían pagado en efectivo. Ellos solicitaron una compensación al Gobierno de los Estados Unidos, pero esta les fue denegada. Al mismo tiempo, miles de conversos llegaban desde las misiones de la Iglesia y José quería ayudar a esas familias desplazadas e inmigrantes a obtener tierras y oportunidades para prosperar. Con este propósito, entre 1839 y 1841 hizo los arreglos para comprar docenas de lotes en Illinois, por un total de unas 200 hectáreas1.

Esas compras de tierras involucraron numerosos tecnicismos financieros y legales. Según la ley de Illinois, una iglesia podía tener propiedades solo al elegir a un fideicomisario que poseyera el título de la propiedad en nombre de esa iglesia. En una conferencia especial en enero de 1841, José fue nombrado administrador de fideicomisos de la Iglesia, bajo cuyo título administraba las propiedades de la Iglesia. En consecuencia, como fideicomisario de la Iglesia, comenzó a transferir muchas propiedades que anteriormente tenía a su nombre2. Ni José ni otros líderes de la Iglesia ni sus asesores legales parecen haber entendido que, de acuerdo con la ley, las iglesias en Illinois no podían poseer más de 2 hectáreas de tierra3.

Las deudas personales de José seguían siendo una carga significativa. En 1841, entró en vigencia una nueva ley que permitía a los deudores (anteriormente, solo a los acreedores) declararse en bancarrota. Los tribunales pronto se ocuparon de decenas de solicitudes de condonación de deuda. Siguiendo el consejo de sus abogados, José aprovechó la oportunidad para declararse en bancarrota a fin de liquidar sus deudas, incluidas las obligaciones en mora de Ohio, una importante transacción de tierras en Illinois y el saldo de deuda de un barco de vapor que habían comprado varios empresarios de Nauvoo, de cuya deuda José había sido garante4.

En 1842, un ex Santo de los Últimos Días y crítico manifiesto de la Iglesia, John C. Bennett, alegó en artículos periodísticos que José había transferido de forma fraudulenta propiedades a su familia y a la Iglesia para evitar que la tierra fuera vendida en subasta pública para pagar a los acreedores durante el proceso de bancarrota5. Un fiscal de distrito, Justin Butterfield, habló sobre esas acusaciones con el representante del Tesoro de los Estados Unidos, quien aprobó abrir una investigación sobre las transacciones de José. Butterfield solicitó que se denegara la solicitud de bancarrota de José y el tribunal de distrito retrasó una audiencia de bancarrota final por 11 semanas6. Mientras tanto, Butterfield se reunió con José Smith y aceptó servir como su abogado defensor en un juicio de extradición7. Unos meses más tarde, Butterfield le escribió al representante, indicando que no planeaba oponerse a la bancarrota de José sobre la base de las acusaciones de fraude, sino permitir que la solicitud continuara una vez que José hubiera pagado la deuda del barco de vapor8.

La muerte prematura de José Smith en 1844 interrumpió el proceso de bancarrota. La viuda de José, Emma Smith, sintió la presión inmediata de los acreedores para pagar las deudas de José e instó a la Iglesia a que nombrara un administrador de fideicomisos sin demora. La cuestión de las finanzas de José se trató en detalle en las primeras reuniones de consejo después de la muerte de él. Comenzando con su nombramiento como fideicomisario en 1841, José Smith había empezado a separar con más cuidado sus finanzas personales de las de la Iglesia, pero ambas permanecían todavía entremezcladas en el momento de su muerte. Los líderes de la Iglesia y los miembros de la familia Smith no estuvieron de acuerdo sobre algunos de los aspectos de las propiedades de José, entre ellos los relativos a quién era responsable de algunas de sus deudas impagas. Finalmente, todos se adhirieron al proceso testamentario para pagar a los acreedores9.

En agosto de 1844, los obispos Newel K. Whitney y George Miller fueron sostenidos como administradores de fideicomisos para la Iglesia, y pronto comenzaron a vender tierras que José había poseído en nombre de la Iglesia10. Emma también se esforzó por asegurar activos para protegerse a ella y a sus hijos contra la pérdida de su casa. El enfrentarse a los muchos tecnicismos y demandas relacionados con el patrimonio de José Smith resultó ser agotador tanto para los miembros de la familia Smith como para los líderes de la Iglesia11.

En 1850, un abogado de los Estados Unidos realizó una demanda para cobrar la deuda del barco de vapor mediante la venta de tierras del patrimonio de José Smith. La demanda del abogado alegaba, como lo había hecho Bennett muchos años antes, que José había transferido tierras a la Iglesia de manera fraudulenta. Sin embargo, el juez no halló que hubiera habido fraude12. En lugar de eso, él citó la ley de Illinois que restringía la cantidad de hectáreas que podían ser propiedad de una iglesia, determinando que la mayor parte de las tierras que José poseía como individuo y como fideicomisario de la Iglesia podían venderse para pagar la deuda del barco de vapor. El tribunal ordenó la venta de las tierras y nombró a un asesor especial para que inspeccionara las propiedades y las escrituras. Emma aceptó renunciar a su reclamo como viuda de José a una propiedad vitalicia en un tercio de la tierra de él (lo que significaba que podría vivir en la tierra o alquilarla, pero no venderla ni pasarla a sus hijos) a cambio de una sexta parte del dinero que se obtuviera de la venta de las tierras. Un comisionado designado por el juez realizó tres subastas y supervisó el pago de demandas en 1851 y 1852, lo que de hecho finiquitó la liquidación de las propiedades de José Smith en Illinois. En Iowa y Ohio, los asuntos patrimoniales continuaron hasta la década de 186013.

Temas relacionados: Muertes de José y Hyrum Smith; Nauvoo (Commerce), Illinois; Sucesión del liderazgo de la Iglesia; Partida de Nauvoo

Notas

  1. “Volume 8 Introduction: Joseph Smith Documents from February through November 1841”, en Brent M. Rogers, Mason K. Allred, Gerrit J. Dirkmaat y Brett D. Dowdle, editores, Documents, Volume 8: February–November 1841. Tomo VIII de la serie Documentos de The Joseph Smith Papers, editado por Ronald K. Esplin, Matthew J. Grow, Matthew C. Godfrey y R. Eric Smith, Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2019, pág. XXV.

  2. Rogers y otros, editores, “Appointment as Trustee, 2 February 1841: Historical Introduction”, Documents, tomo VIII,, pág. 4.

  3. An Act Concerning Religious Societies [1 Mar. 1835], The Public and General Statute Laws of the State of Illinois, Chicago: Stephen F. Gale, 1839, pág. 559, sección 1; Joseph I. Bentley, “Suffering Shipwreck and Bankruptcy in 1842 and Beyond”, en Gordon A. Madsen, Jeffrey N. Walker y John W. Welch, editores, Sustaining the Law: Joseph Smith’s Legal Encounters, Provo, Utah: BYU Studies, 2014, pág. 326.

  4. José Smith, “Deed to Emma Hale Smith, 13 June 1842”, josephsmithpapers.org; Bentley, “Suffering Shipwreck and Bankruptcy”, págs. 315–320.

  5. La tierra en fideicomiso, por lo general, no era elegible para usarse en la liquidación de deudas en un caso de bancarrota.

  6. Bentley, “Suffering Shipwreck and Bankruptcy”, págs. 321–324.

  7. Véase el tema: Intentos de extradición a Misuri.

  8. Justin Butterfield, Carta a Charles B. Penrose, 13 de octubre de 1842, Records of the Solicitor of the Treasury, Biblioteca de Historia de la Iglesia. No está claro si los funcionarios del Gobierno aceptaron la propuesta de Butterfield. Véase Bentley, “Suffering Shipwreck and Bankruptcy”, págs. 323–324.

  9. Matthew J. Grow, Ronald K. Esplin, Mark Ashurst-McGee, Gerrit J. Dirkmaat y Jeffrey D. Mahas, editores, Council of Fifty, Minutes, marzo de 1844–enero de 1846, tomo I de la serie Registros administrativos de The Joseph Smith Papers, editado por Ronald K. Esplin, Matthew J. Grow y Matthew C. Godfrey, Salt Lake City: Church Historian’s Press, 2016, pág. 482, nota 90.

  10. Véanse los temas: Sucesión del liderazgo de la Iglesia, Partida de Nauvoo. Véase también Glen M. Leonard, Nauvoo: A Place of Peace, A People of Promise, Salt Lake City: Deseret Book, 2002, págs. 558–562.

  11. José Smith había sido reconocido como guardián de otro conjunto de propiedades, lo que agregaba complejidad a la liquidación de las propiedades que le pertenecían. (Gordon A. Madsen, “Joseph Smith as Guardian: The Lawrence Estate Case”, Journal of Mormon History, tomo XXXVI, nro. 3, verano de 2010, págs. 172–211).

  12. Para consultar un análisis detallado de este caso, véase Dallin H. Oaks y Joseph I. Bentley, “Joseph Smith and Legal Process: In the Wake of the Steamboat Nauvoo”, Brigham Young University Studies, tomo XIX, nro. 2, invierno de 1979, págs. 192–199.

  13. Bentley, “Suffering Shipwreck and Bankruptcy”, págs. 325–328.