“Lección 131: Doctrina y Convenios 121–123: ‘Paz a tu alma’”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“Doctrina y Convenios 121–123”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Lección 131: Doctrina y Convenios 121–123
Doctrina y Convenios 121–123
“Paz a tu alma”
Después de ser traicionados y arrestados bajo acusaciones falsas, el profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia fueron encerrados en una cárcel pequeña en Liberty, Misuri. Durante el invierno de 1838–1839, los santos de Misuri enfrentaron condiciones terribles y sufrieron mucho. En medio de ese sufrimiento, el Señor los consoló con consejos compasivos y conocimientos desde el cielo. Esta lección puede ayudar a los alumnos a entender cómo Dios puede ayudarnos a superar nuestras pruebas.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
“Oh Dios, ¿en dónde estás?”
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“Oh Dios, ¿en dónde estás?” (Doctrina y Convenios 121:1).
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“Oh Señor, ¿hasta cuándo sufrir[emos] estas injurias…?” (Doctrina y Convenios 121:3).
Contexto histórico
Resumen 1: El 31 de octubre de 1838, George Hinkle, miembro de la Iglesia y coronel de la milicia estatal de Misuri, traicionó al profeta José Smith. Le dijo que miembros de la milicia de Misuri, que habían asediado a los santos en Far West, Misuri, querían reunirse y analizar los términos de paz. Al llegar a la reunión bajo una bandera de tregua, José y otros líderes de la Iglesia fueron arrestados a la fuerza como prisioneros de guerra.
Resumen 2: Durante el mes siguiente, José y sus compañeros fueron maltratados y trasladados de cárcel en cárcel mientras esperaban un juicio basado en acusaciones falsas. El 1 de diciembre de 1838, los hombres fueron encerrados en una pequeña cárcel en Liberty, Misuri. Los cuatro meses siguientes, José Smith, su hermano Hyrum, Alexander McRae, Lyman Wight y Caleb Baldwin estuvieron confinados en el calabozo inferior de la cárcel de Liberty, durante un invierno muy frío. Sidney Rigdon también estuvo con ellos durante un tiempo, pero un juez autorizó su liberación a finales de enero de 1839.
Resumen 3: Las dimensiones de la sala del calabozo eran de aproximadamente 4,3 por 4,3 metros (14 por 14 pies), y el techo tenía entre 1,8 y 2 metros (entre 6 y 6,5 pies) de altura. La única luz natural y el poco aire fresco provenía de dos ventanas pequeñas con rejas que estaban cerca del techo, a través de las cuales, unas personas a menudo se burlaban de los prisioneros y los insultaban. Los obligaban a dormir en el suelo, con solo un poco de paja sucia para recostarse, y disponían de muy poca protección contra el frío. El calabozo tenía un solo balde para los desechos humanos, y la escasa comida que les daban era tan repugnante que solo podían comerla cuando desfallecían de hambre. De vez en cuando, la comida estaba envenenada. Los prisioneros extrañaban mucho a sus amigos y familiares, y sintieron un profundo pesar cuando se enteraron del sufrimiento de los santos al ser expulsados de Misuri durante el frío del invierno.
Las enseñanzas de la cárcel de Liberty
Lee Doctrina y Convenios 121:1–6 y busca las preguntas y súplicas que José Smith hizo al Señor.
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¿Con qué preguntas o peticiones de José Smith te sientes identificado?
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¿Cómo demostraron las palabras de José Smith su fe y su reverencia por Dios?
Lee Doctrina y Convenios 121:7–9, 26, 33; 123:17 y busca consejos de Dios que puedan ayudar a alguien durante una prueba difícil.
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Si hubieras estado en la cárcel de Liberty, ¿qué principio hubiera sido el más reconfortante para ti? ¿Por qué?
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¿Cuáles son algunas de las maneras en que Dios te ha bendecido con paz y consuelo durante una prueba?
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¿Qué diferencia crees que hay entre soportar una prueba y sobrellevarla bien?
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¿Qué podemos aprender de la forma en que Jesucristo soportó Sus propias pruebas y dificultades?
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Las enseñanzas del invierno de 1838–1839 nos enseñan que cada aflicción puede transformarse en una experiencia redentora si somos fieles a nuestro Padre Celestial durante esa tribulación. Esas lecciones difíciles nos enseñan que la situación extrema del hombre es una oportunidad para Dios y que, si somos humildes, fieles, creyentes y no maldecimos a Dios por nuestros problemas, Él puede convertir las prisiones injustas, inhumanas y debilitantes de nuestra vida en […] situaciones que nos brinden consuelo, revelación, compañía divina y paz (Jeffrey R. Holland, “Lessons from Liberty Jail”, Ensign, septiembre de 2009, pág. 28).
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¿De qué forma has visto la verdad de la declaración del élder Holland en tu vida o en la vida de alguien que conoces?
Piensa en los desafíos sobre los que reflexionaste al comienzo de la lección. Selecciona por lo menos una verdad de tu lista “Las enseñanzas de la cárcel de Liberty” que pueda ayudarte a ti o a otras personas con una prueba actual. Explica brevemente cómo el Señor podría bendecirte y fortalecerte por actuar con fe en relación con esa verdad.